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Méndez y Fidalgo hacen del Primero de Mayo un alegato a favor de la negociación con ETA

Los líderes de UGT y CCOO han encabezado la manifestación en Madrid bajo el lema "Por la paz. Empleo estable en igualdad". Sin apenas referencias laborales, los dirigentes sindicales, el socialista Blanco o el comunista Llamazares han otorgado el protagonismo del Día del Trabajo a las negociaciones con ETA. Durante la marcha, marcada por las diferencias entre Méndez y Fidalgo, una enorme bandera republicana dominaba la Cibeles. No han faltado los ataques y abucheos a los líderes sindicales.

Los líderes de UGT y CCOO han encabezado la manifestación en Madrid bajo el lema "Por la paz. Empleo estable en igualdad". Sin apenas referencias laborales, los dirigentes sindicales, el socialista Blanco o el comunista Llamazares han otorgado el protagonismo del Día del Trabajo a las negociaciones con ETA. Durante la marcha, marcada por las diferencias entre Méndez y Fidalgo, una enorme bandera republicana dominaba la Cibeles. No han faltado los ataques y abucheos a los líderes sindicales.
LD (Agencias) La manifestación se desarrolló sin incidentes pero con los habituales abucheos a los líderes de CCOO y UGT. En esta ocasión les gritaron "sinvergüenzas" y "burócratas". Pese a que son más de 1.800.000 los afiliados a las centrales, apenas fueron 5.000 los manifestantes que se congragaron en el acto central de Madrid. Los organizadores difundieron que hubo 60.000 personas, mientras que la Delegación del Gobierno de Madrid no facilitó dato alguno.
 
Con escasas referencias a la reforma laboral, cuya firma acaban de retrasar los sindicatos, la anécdota fue el cambio de recorrido que, debido a las obras que plagan la capital, comenzó a las 12:30 en la plaza de Neptuno (en vez de en la tradicional plaza de Cibeles) y finalizó a las 14:00 en la plaza de Canalejas (en vez de en la Puerta del Sol).

Otro dato destacable es que la pancarta que portaban los máximos representantes de los sindicatos y de los representantes del PSOE (el secretario de Organización, José Blanco) y de IU (el coordinador general, Gaspar Llamazares) no encabezaba la manifestación, sino que iba en el medio de los participantes.

Las otras pancartas que se vieron a lo largo del recorrido hacían referencia a los conflictos de RTVE y de Panrico, a la dificultad de acceder a una vivienda y a un empleo estable, en favor de la III República, en defensa de Irán, en recuerdo de los trabajadores fallecidos por el amianto y en demanda de una ley de subcontratación en la construcción.
 
El protagonismo de la negociación con ETA

Momentos antes de que diera inicio en Madrid la manifestación del Primero de Mayo bajo el lema "Por la paz. Empleo estable en igualdad", el secretario general de UGT, Candido Méndez, declaró que "(los trabajadores) creemos que la fuerte expectativa de paz que hay en nuestro país nos permite esperar el cese definitivo de la violencia, queremos que se consolide y se pueda marcar un antes y un después de manera que el terrorismo sea algo que pertenece a un pasado terrible y que hay que superar cuanto antes".
 
Sin embargo, el líder de la UGT dijo que hay que mantener muy presente en el corazón y la memoria a las víctimas del terrorismo, y manifestó su esperanza en que las instituciones democráticas den ese impulso definitivo para aceptar "el cese de la violencia con carácter absoluto".
 
Las referencias laborales estuvieron eclipsadas. Recordó que quienes más padecen los problemas del mercado laboral son los jóvenes y las mujeres, colectivos en los que se concentran la mayor parte de la temporalidad y la precariedad. Precisó que los sindicatos tienen "fuertes expectativas" en que el proceso de diálogo social acabe con la discriminación de género en las empresas españolas.
 
Méndez apuntó que todavía hay que culminar el acuerdo sobre el empleo pero advirtió de que después "habrá que trabajar muy fuerte por ese compromiso y llevarlo a la práctica con todas sus consecuencias" porque, dijo, "los acuerdos normalmente no se acaban cuando se firman. Empiezan cuando se firman". Además se refirió a los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondientes al primer trimestre e indicó que éstos han puesto de manifiesto los puntos fuertes y débiles del mercado laboral.
 
Mensaje alto y claro
 
También el secretario general de CCOO, José María Fidalgo, se refirió a la negociación con ETA. Dijo que el Día del Trabajo tiene un sentido "particular", puesto que los trabajadores pueden ver "el final del terror" después de que ETA "posiblemente" se haya rendido a la "evidencia" de que no "va a imponer sus designios con violencia". En su opinión, señaló que la banda terrorista recibió el mensaje de paz "alto y claro" enviado por los trabajadores, las víctimas, los partidos políticos y la sociedad democrática.
 
Fidalgo señaló que las reivindicaciones de la jornada son derechos para los trabajadores en vísperas de una reforma laboral, que, dijo, va a ser "útil" para la reducción de la precariedad en el empleo. Según advirtió, el aparato productivo español no puede ser competitivo degradando la calidad del empleo, por lo que consideró que éste debe encaminarse hacia otra senda de crecimiento.

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