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REACCIONES A LA DESAPARICIÓN DEL ESCRITOR Y ACADÉMICO

La prensa global despide con frialdad a Revel mientras la blogosfera liberal lo aclama como un maestro

Los obituarios de Jean François Revel circulan apasionadamente por la blogosfera mientras la prensa global despide al escritor francés (1924-2006) con frialdad. Un reconocimiento tan dispar tiene su explicación. Revel desenmascaró a la prensa como un factor clave de la eficacia de las mentiras de la izquierda. Así como le aceptaron con hostilidad, le despiden con indiferencia. En cambio, en la Red, el autor de La gran mascarada ha sido despedido con honores de maestro del pensamiento.

Los obituarios de Jean François Revel circulan apasionadamente por la blogosfera mientras la prensa global despide al escritor francés (1924-2006) con frialdad. Un reconocimiento tan dispar tiene su explicación. Revel desenmascaró a la prensa como un factor clave de la eficacia de las mentiras de la izquierda. Así como le aceptaron con hostilidad, le despiden con indiferencia. En cambio, en la Red, el autor de La gran mascarada ha sido despedido con honores de maestro del pensamiento.
(Libertad Digital) Le Monde recurre al tópico de “bestia negra” de la izquierda, mientras Lucrecio, en su blog de Libertad Digital, evoca a Revel  y lo sitúa en la tradición:
 
“Más hombre del gran siglo XVIII que del mezquino nuestro. Que se supo agitador por ser filósofo. Y que fue filósofo sólo por ello. Hora de recordar textos que aquí fueron siempre mal acogidos. Porque dolían aquí aún más que en Francia.”
 
Ambas referencias resumen la disparidad de tonos de las reacciones ante la noticia del fallecimiento del académico francés, autor de El conocimiento inútil y La obsesión antiamericana, entre otros best-sellers. La prensa convencional, particularmente la francesa, lo despacha con oficio, mientras que los bloggers liberales se vuelcan en rememorar su pensamiento y coinciden, en general, en calificarlo como maestro.
 
La oficialidad política y cultural reconoce al intelectual inconformista, brillante y liberal que fue Jean François Revel. El ministro de Cultura de Francia, Renaud Donnedieu de Vabres,  expresa en Le Monde su “profunda tristeza” por la desaparición de un “hombre honesto y libre”.
 
Dominique de Villepin, primer ministro, despide a “un gran filósofo y escritor que, a través de más de 50 años de periodismo y 30 de libros de ensayos, ha marcado nuestro paisaje intelectual con su originalidad, su coraje intelectual, su eclecticismo y su sentido del humor”.
 
“Una figura esencial del mundo intelectual francés”, lo define el periodista y escritor Bertrand DelanoëHélène Carrère d’Encausse, secretaria perpetua de la Academia Francesa, destaca la “cultura incomparable” y la “lucidez política extraordinaria” de Revel.
 
El historiador Max Gallo, también en Le Monde, evoca “un hombre bueno, un hombre generoso que nunca estuvo preso de las pequeñas y sórdidas rivalidades que devoran los ambientes intelectuales”.
 
Liberation y Le Figaro  informan, como su colega vespertino, del fallecimiento de Revel, y sirven la noticia con parecida frialdad. Ningún artículo editorial, ningún despliegue especial de contenidos sobre el legado del autor.
 
La emoción en la Red de bloggers es muy distinta. Daniel Rodríguez Herrera,  fundador de Liberalismo.org y de Red Liberal, las dos páginas de encuentro de los liberales españoles, expone su deuda intelectual con Revel:
 
Yo me inicié en esto del liberalismo tras escuchar en el programa de Federico Jiménez Losantos, que entonces dirigía La Linterna, la entrevista que le hizo a Revel con motivo de la presentación de su libro La gran mascarada”.
 
Fernando Díaz Villanueva, periodista, escritor y blogger liberal,  reseña la coincidencia de Revel y el Nobel de Economía,  John Kenneth Galbraith, en la fecha de su desaparición: “Dios y los gitanos”, dice de ambos, respectivamente. “Revel criticó el poder, Galbraith lo ejerció desde su juventud más temprana”, los compara Díaz Villanueva.
 
“Era irrepetible, el último de su especie, el último francés libre. Francia pierde mucho con su desaparición, la causa de la libertad, más”, comenta este periodista.
 
La Unión Democrática de Estudiantes, una organización liberal establecida en la Universidad Carlos III, también recuerda al escritor y académico francés, en la hora de su muerte:  “Siempre se posicionó a favor de la libertad y dedicó a ella los 82 años que ahora acaban de apagarse. Nos quedan sus lecciones, su recuerdo y su ejemplo. La generación que sea testigo del día del triunfo final y definitivo de la libertad, deberá rendirle tributo. Quizá seamos nosotros”.
 
Antonio Salazar, en El liberal impertinente, se reconoce "deudor del gran Revel, no sólo por haber dado forma a las ideas liberales que desde siempre anidaban en mi interior, sino por haber dado una munición intelectual que podía usarse con la misma contundencia que su autor".
 
En la esfera de la prensa global, mientras tanto, la desaparición de Revel no ha merecido una línea de reconocimiento o simple despedida. The New York Times, The Washington Post, o International Herald Tribune ignoran la noticia en sus ediciones digitales. No en vano, Revel azotó los mecanismos que utilizan los diarios para enmascarar la realidad, siempre en el mismo sentido, siempre a favor de las diversas formas de despotismo.

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