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"Si Zapatero no quiere que entre aquí una empresa alemana, ¿cómo puede quejarse de la nacionalización de Bolivia?"

El presidente del PP ha replicado al presidente del Gobierno que los problemas derivados de la decisión de Bolivia de nacionalizar los hidrocarburos del país no se arregla con "diálogo", sino exigiendo que se respeten las reglas del juego y la "seguridad jurídica" de las empresas. Además, Mariano Rajoy ha reclamado a Rodríguez Zapatero que llame a consultas al embajador español en Bolivia. Mientras, José Antonio Alonso sigue insistiendo en la diplomacia como vía para "garantizar los intereses españoles" en Bolivia.

El presidente del PP ha replicado al presidente del Gobierno que los problemas derivados de la decisión de Bolivia de nacionalizar los hidrocarburos del país no se arregla con "diálogo", sino exigiendo que se respeten las reglas del juego y la "seguridad jurídica" de las empresas. Además, Mariano Rajoy ha reclamado a Rodríguez Zapatero que llame a consultas al embajador español en Bolivia. Mientras, José Antonio Alonso sigue insistiendo en la diplomacia como vía para "garantizar los intereses españoles" en Bolivia.
L D (Europa Press) El líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, ha dicho que le “resulta sorprendente que el Gobierno no haya llamado al embajador de España en Bolivia”, ya que “la obligación del Gobierno es defender el interés de las empresas españolas, que tienen dueños españoles, trabajadores y accionistas españoles y que dan beneficio en España. No se trata de dialogar, como dice el presidente Zapatero, sino de exigir que se cumplan las leyes, que haya seguridad jurídica y que se cumplan los compromisos".
 
En declaraciones a Radio Intereconomía recogidas por Europa Press, Rajoy ha relacionado también la decisión adoptada por el presidente boliviano, Evo Morales, con la oposición del Ejecutivo español a que una empresa alemana como E.ON pudiera lanzar una OPA sobre Endesa.  "Con argumentos como los del señor Rodríguez Zapatero, la posición de nuestras empresas en Bolivia es indefendible”. “Si el señor Zapatero no quiere que entre aquí una empresa alemana, ¿cómo puede quejarse de que una empresa española se nacionalice en Bolivia?", se ha preguntado el líder del principal partido de la oposición.
 
Para el dirigente de los populares, el anuncio de Morales de que nacionalizará sus hidrocarburos y las repercusiones que dicha decisión tendrá para las compañías españolas del sector es "la inequívoca demostración de los errores" que, en su opinión, está cometiendo el Gobierno en política exterior y economía. "El asunto de Bolivia es lisa y llanamente la expresión gráfica de la política exterior española de los dos últimos años", ha insistido.
 
Tras criticar duramente la medida que quiere tomar Morales–"un señor que nacionaliza y vulnera las reglas de juego, cargándose el principio de seguridad jurídica de una empresa española"–, Rajoy ha aseverado que el Gobierno brasileño ha sido "mucho más contundente" que el español a la hora de reivindicar sus derechos. "El señor Zapatero es siempre fuerte con los débiles pero con los que no son débiles, pues traga, dicho sea con todos los respetos", destacó, añadiendo un aviso para el Ejecutivo socialista: "El siguiente puede ser Kirchner y eso sería peor todavía". En este contexto, se refirió también a la dependencia del petróleo que tiene España para garantizar su suficiencia energética y recordó que el Gobierno socialista afirmó que abriría una ronda de contactos con los partidos políticos para abordar este asunto. "Por el momento no se ha dirigido al PP", apostilló.
 
Alonso aboga por la vía diplomática
 
Por su parte, el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, ha advertido de que la decisión del Gobierno boliviano de nacionalizar los hidrocarburos puede generar, además de "ineficiencia", "desconfianza en un mundo regido" por "las leyes del mercado" y ha abogado por hacer uso de la vía diplomática para alcanzar una solución. En declaraciones a TVE, ha admitido compartir "la misma preocupación" que el Gobierno por la decisión del presidente boliviano Evo Morales, así como "la misma voluntad de llegar a soluciones y arreglos por vía diplomática que garanticen los intereses españoles en el país". Preguntado si consideraba un desaire que el presidente boliviano, Evo Morales, no informara previamente de sus intenciones a su homólogo español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha constetado que no creía que condujera a nada hacer un juicio de intenciones sobre la decisión de Morales y señaló que lo importante es "cómo se arregla esto".

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