L D (EFE) La penúltima etapa, considerada como reina al estar por el medio colosos como el Tonale, el Gavia -techo de la carrera co 2.618 metros de altitud- y el terrorífico Mortirolo a tan sólo treinta kilómetros para la línea de meta, dejó las cosas como estaban y los grandes protagonistas fueron los italianos Basso que ratifica su superioridad al vencer y Simoni, que no pudo arrebatar el segundo puesto al español Gutiérrez. Basso puso el broche de oro a la 89ª edición del Giro, pues ganaba la considerada etapa reina, entre Trento y Aprica, de 211 kilómetros en los que invirtió 6 horas, 51 minutos y 15 segundos. Tras él un rosario de corredores con Simoni a 1.17, Cunego y Gutiérrez a 2:51. Ahora la general, prácticamente, definitiva queda con Basso al frente seguido de Gutiérrez Cataluña (ESP) a 9:11, Simoni a 11:59 y Cunego a 19:29 minutos.
Fue una etapa en la que los españoles volvieron a acaparar el protagonismo. En los prolegómenos por el asunto de Manuel Saiz, principal director deportivo del equipo Liberty Seguro y acusado de estar implicado en asuntos de dopaje, y luego por el sensacional comportamiento del campeón de España de fondo Juan Manuel Garate (Quick Step) y ganador en la jornada anterior. Sus ilusiones llegaban a su fin unos kilómetros antes del atroz Mortirolo. Junto a Gárate sus compatriotas Vila, Flores, Lopez García y Rubiera acapararon el protagonismo durante muchos kilómetros de la jornada que era un especie de homenaje al malogrado Marco Pantani por sus exhibiciones en el ascenso del Mortirolo donde siempre supero a Miguel Induráin, único que español que ha inscrito su nombre en el palmarés del Giro (1992 y 1993).
Un comienzo lento debido a los muchos kilómetros de viaje y el continúo subir y bajar. Muchos altos de los que sólo tenían validez para el premio de la montaña El Tonale (2ª), Gavia (especial) que fueron coronados por el campeón de España el vasco Juan Manuel Gárate en primera posición. Gárate, ganador de la jornada anterior y el mejor español en las últimas ediciones del Giro con un cuarto puesto en el año 2002 y quinto el pasado año, dejó claro con su comportamiento que le tiene tomada la medida al Giro. En esta ocasión Gárate se busco buenos compañeros para intentar dar la sorpresa. Se llevo a varios de sus amigos como son Flores, López García y Vila y, poco después intentó entrar en ese grupo español Rubiera. Un momento que obligó al conjunto del líder a trabajar a fondo a las primeras de cambio, en el ascenso del Tonale. Un puerto de 15 kilómetros con rampas que llegan al diez por ciento.
Poco más de un minuto perdía el grupo del líder Ivan Basso por la cima, pero la carrera estaba lanzada, ya que al margen del comportamiento de Garate en el grupo los corredores del Saunier Duval, que lidera Simoni, no escatimaron esfuerzos para tensar la carrera con el español Ruben Lotato al frente. El conjunto del líder daba por bueno lo que estaba sucediendo y lejos de intentar mano a los corredores que iban escapados se dedico a marcar la rueda de Simone y los suyos. Una excelente estrategia que puso en muchos momentos contra las cuerdas a la revelación de la carrera José Enrique Gutiérrez.
Garate se llegaba el premio de la cima Coppi, al ser el primero por la cúspide el Gavia que, al margen del protagonismo le supone un buen pellizco económico. Un puerto de los que quitan el hipo con dieciséis kilómetros de ascensión y desniveles que llegan hasta el dieciséis por ciento. Fue una especie de aperitivo la ascensión al Gavía, pues era en las primeras rampas del atroz Mortirolo, montaña Marco Pantani, cuando comentaba otra carrera. Faltaban cincuenta kilómetros para el final y los primeros de la general salieron a escena.
Basso pasaba a un primer plano. Un tirón al que sólo respondió Gilberto Simoni; mientras que la revelación del Giro el español José Enrique Gutiérrez se quedaba y su compañero de fatigas era el italiano Damiano Cunego. El Giro entraba en su fase decisiva. Basso daba un golpe de mano para, salvo una desgracia, dejar claro que es el mejor en el Giro'06 y ratificar su superioridad con su consolidación en el primer puesto de la general y su tercera victoria individual -cuarta pues también su equipo CSC gano la crono-; mientras que un ilustre como Gilberto Simoni no pudo desbancar al español Gutiérrez del segundo puesto, por lo que estará en el podio final pero para recoger los laureles como tercero en cuatro ocasiones.
Los últimos 140 kilómetros del Giro tendrán por escenario el museo de Ghisallo en la localidad de Magreglio y llegada en la capital lombarda de Milán. Una jornada completamente llana y de los cuales 60 se disputarán en un circuito urbano de Milán, por lo que salvo una hecatombe el italiano Iván Basso (CSC) inscribirá su nombre en la lista de oro del Giro de Italia, seguido del español José Enrique Gutiérrez (Phonak), revelación de la carrera y el italiano Gilberto Simoni (Saunier Duval), uno de los habituales en el podio del Giro con dos triunfos (2001 y 2003), además de ser segundo en la pasada edición y tercero en tres ocasiones.
Fue una etapa en la que los españoles volvieron a acaparar el protagonismo. En los prolegómenos por el asunto de Manuel Saiz, principal director deportivo del equipo Liberty Seguro y acusado de estar implicado en asuntos de dopaje, y luego por el sensacional comportamiento del campeón de España de fondo Juan Manuel Garate (Quick Step) y ganador en la jornada anterior. Sus ilusiones llegaban a su fin unos kilómetros antes del atroz Mortirolo. Junto a Gárate sus compatriotas Vila, Flores, Lopez García y Rubiera acapararon el protagonismo durante muchos kilómetros de la jornada que era un especie de homenaje al malogrado Marco Pantani por sus exhibiciones en el ascenso del Mortirolo donde siempre supero a Miguel Induráin, único que español que ha inscrito su nombre en el palmarés del Giro (1992 y 1993).
Un comienzo lento debido a los muchos kilómetros de viaje y el continúo subir y bajar. Muchos altos de los que sólo tenían validez para el premio de la montaña El Tonale (2ª), Gavia (especial) que fueron coronados por el campeón de España el vasco Juan Manuel Gárate en primera posición. Gárate, ganador de la jornada anterior y el mejor español en las últimas ediciones del Giro con un cuarto puesto en el año 2002 y quinto el pasado año, dejó claro con su comportamiento que le tiene tomada la medida al Giro. En esta ocasión Gárate se busco buenos compañeros para intentar dar la sorpresa. Se llevo a varios de sus amigos como son Flores, López García y Vila y, poco después intentó entrar en ese grupo español Rubiera. Un momento que obligó al conjunto del líder a trabajar a fondo a las primeras de cambio, en el ascenso del Tonale. Un puerto de 15 kilómetros con rampas que llegan al diez por ciento.
Poco más de un minuto perdía el grupo del líder Ivan Basso por la cima, pero la carrera estaba lanzada, ya que al margen del comportamiento de Garate en el grupo los corredores del Saunier Duval, que lidera Simoni, no escatimaron esfuerzos para tensar la carrera con el español Ruben Lotato al frente. El conjunto del líder daba por bueno lo que estaba sucediendo y lejos de intentar mano a los corredores que iban escapados se dedico a marcar la rueda de Simone y los suyos. Una excelente estrategia que puso en muchos momentos contra las cuerdas a la revelación de la carrera José Enrique Gutiérrez.
Garate se llegaba el premio de la cima Coppi, al ser el primero por la cúspide el Gavia que, al margen del protagonismo le supone un buen pellizco económico. Un puerto de los que quitan el hipo con dieciséis kilómetros de ascensión y desniveles que llegan hasta el dieciséis por ciento. Fue una especie de aperitivo la ascensión al Gavía, pues era en las primeras rampas del atroz Mortirolo, montaña Marco Pantani, cuando comentaba otra carrera. Faltaban cincuenta kilómetros para el final y los primeros de la general salieron a escena.
Basso pasaba a un primer plano. Un tirón al que sólo respondió Gilberto Simoni; mientras que la revelación del Giro el español José Enrique Gutiérrez se quedaba y su compañero de fatigas era el italiano Damiano Cunego. El Giro entraba en su fase decisiva. Basso daba un golpe de mano para, salvo una desgracia, dejar claro que es el mejor en el Giro'06 y ratificar su superioridad con su consolidación en el primer puesto de la general y su tercera victoria individual -cuarta pues también su equipo CSC gano la crono-; mientras que un ilustre como Gilberto Simoni no pudo desbancar al español Gutiérrez del segundo puesto, por lo que estará en el podio final pero para recoger los laureles como tercero en cuatro ocasiones.
Los últimos 140 kilómetros del Giro tendrán por escenario el museo de Ghisallo en la localidad de Magreglio y llegada en la capital lombarda de Milán. Una jornada completamente llana y de los cuales 60 se disputarán en un circuito urbano de Milán, por lo que salvo una hecatombe el italiano Iván Basso (CSC) inscribirá su nombre en la lista de oro del Giro de Italia, seguido del español José Enrique Gutiérrez (Phonak), revelación de la carrera y el italiano Gilberto Simoni (Saunier Duval), uno de los habituales en el podio del Giro con dos triunfos (2001 y 2003), además de ser segundo en la pasada edición y tercero en tres ocasiones.