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Marlaska deja ahora en libertad a Otegi y al resto de batasunos a los que acusó de amenazas terroristas

El juez Fernando Grande-Marlaska dejó en libertad sin cargos a Arnaldo Otegi y a los otros siete responsables de la ETA-Batasuna acusados de reiteración delictiva de pertenencia a banda armada y amenazas terroristas y decretó personaciones diarias a Joseba Permach. El razonamiento del fiscal fue que con su actuación y sus manifestaciones los batasunos querían "apoyar la situación actual de cese de violencia y la consecución de la misma con carácter definitivo". Otegi consumó la burla al visitar el sótano de la Audiencia para saludar a las familias de varios etarras confesos antes de ir al despacho del juez.

El juez Fernando Grande-Marlaska dejó en libertad sin cargos a Arnaldo Otegi y a los otros siete responsables de la ETA-Batasuna acusados de reiteración delictiva de pertenencia a banda armada y amenazas terroristas y decretó personaciones diarias a Joseba Permach. El razonamiento del fiscal fue que con su actuación y sus manifestaciones los batasunos querían "apoyar la situación actual de cese de violencia y la consecución de la misma con carácter definitivo". Otegi consumó la burla al visitar el sótano de la Audiencia para saludar a las familias de varios etarras confesos antes de ir al despacho del juez.
L D (Agencias) El portavoz de ETA-Batasuna, Arnaldo Otegi, y otros siete miembros, Jon Gorrotxategi, Carmelo Landa, Rufino Etxebarria, Joseba Permach, Joseba Álvarez, Juan Cruz Aldasoro y Pernando Barrena quedaron finalmente en libertad tras no tomar el magistrado de la Audiencia Nacional Fernando Grande Marlaska ninguna medida cautelar contra ellos. A pesar de la puesta en libertad, el coportavoz de los ilegalizados, Joseba Permach, deberá personarse diariamente ante el juzgado más cercano a su domicilio.
 
La decisión se hizo pública cuando pasaban algunos minutos de la medianoche, tras ser citados los ocho dirigentes proetarras a las 23.00 horas en el despacho de Marlaska. El teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Jesús Santos, no solicitó ninguna medida cautelar contra los líderes proetarras justificándolo en que las conductas desarrolladas por los imputados no pretendían contribuir a los fines y objetivos de ETA, "sino recuperar la presencia institucional de la formación ilegalizada Batasuna en la vida política" y contribuir al llamado supuesto proceso de paz. Además, aseguró que las manifestaciones realizadas por algunos de los dirigentes proetarras, por las que se les imputó un delito de amenazas, son "de contenido únicamente político" y están amparadas por el derecho a la libertad de expresión.
 
Por su parte, la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) solicitó prisión incondicional para los ocho dirigentes. La otra acusación, Dignidad y Justicia sólo varió de la anterior en su petición de prisión eludible bajo fianza de 400.000 euros para el ex eurodiputado de HB Carmelo Landa.
 
Inicialmente fueron citados por el acto de presentación de la Mesa Nacional del brazo político de ETA en Pamplona, en el que podría existir una vulneración de la suspensión de actividades de la formación ilegalizada decretada el pasado mes de enero. El pasado viernes, Marlaska amplió la citación por un posible delito de amenazadas terroristas tras las declaraciones de algunos de los principales dirigentes de la formación ilegalizada durante la presentación de la comisión negociadora del brazo político de ETA, acto celebrado también en la capital navarra. En el auto hablaba de  "amenazas terroristas al hacer depender explícitamente, más que implícitamente, el cese de la violencia de determinados factores, tratando de generar un temor racional en la sociedad, caso de sustraerse a la voluntad de quien materializa tales expresiones".
 
En la primera sesión del miércoles comparecieron ante el magistrado Arnaldo Otegi, Jon Gorrotxategi, Carmelo Landa, Rufino Etxebarria, mientras en la tarde de este jueves hacían lo propio Joseba Permach, Joseba Álvarez, Juan Cruz Aldasoro y Pernando Barrena. Los ocho proetarras se negaron a declarar, a excepción de Joseba Permach, quien si respondió a algunas de las preguntas de las fiscalía, para intentar matizar sus declaraciones en Radio Euskadi en la que aseguró que si el juez Marlaska ordenaba su prisión o la de otros miembros de ETA-Batasuna el proceso de paz entraría en situación de bloqueo e intentar convencer de que no tenían una finalidad intimidatoria.

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