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Chávez y Morales presumen de seguir siendo "los chicos malos del imperio"

Evo Morales, Hugo Chávez y Carlos Lage, vicepresidente de la dictadura castrista, han presumido en Viena de ser "los chicos malos del imperio" que han formado "el eje del mal". Durante la Cumbre social paralela a la Cumbre de Viena, el presidente boliviano ha proclamado que su intención es cambiar Bolivia siguiendo un consejo que le dio en 2003 el dictador Fidel Castro: "No hagan lo que yo he hecho, hagan lo que ha hecho Hugo Chávez, derrotar al imperialismo en democracia". Entre la multitud que portaba imágenes del Che y vociferaba vivas al socialismo y críticas a EEUU, se encontraba Gaspar Llamazares.

Evo Morales, Hugo Chávez y Carlos Lage, vicepresidente de la dictadura castrista, han presumido en Viena de ser "los chicos malos del imperio" que han formado "el eje del mal". Durante la Cumbre social paralela a la Cumbre de Viena, el presidente boliviano ha proclamado que su intención es cambiar Bolivia siguiendo un consejo que le dio en 2003 el dictador Fidel Castro: "No hagan lo que yo he hecho, hagan lo que ha hecho Hugo Chávez, derrotar al imperialismo en democracia". Entre la multitud que portaba imágenes del Che y vociferaba vivas al socialismo y críticas a EEUU, se encontraba Gaspar Llamazares.

L D (Europa Press) Los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y de Venezuela, Hugo Chávez, y el vicepresidente de la tiranía cubana, Carlos Lage, han clausurado la Cumbre social paralela a la Cumbre de Viena en la que, en medio de vivas al socialismo y críticas a EEUU, Chávez aseguró que están dispuestos a seguir siendo "los chicos malos del imperio" y presentó como "eje del mal" a La Habana, Caracas y La Paz. 

Ante una entregada multitud de más de 1.500 personas, Lage puso el desafío, Morales pidió la ayuda de los movimientos sociales, y Chávez puso el espectáculo, con tres discursos interrumpidos cada poco tiempo por aplausos entusiastas. "¡Evo, Evo!", "Uh, ah, Chávez no se va" o "el pueblo unido jamás será vencido" eran los lemas que coreaba la multitud, que parecía disfrutar de los discursos con un ambiente festivo, tras haber pagado, al menos en teoría, 5 euros por participar en cada día de la 'cumbre alternativa', que empezó el miércoles.

Un día antes los tres participaron en la Cumbre UE-América Latina y Caribe, que, en palabras de Carlos Lage, y refrendadas por el auditorio, fue la verdadera "cumbre alternativa", porque la real, "la de los pueblos", fue la que congregó desde el miércoles a movimientos sociales de Europa y América Latina. Lage rechazó los argumentos de que Cumbres como la celebrada con la UE no sirven. "Sí sirven, para movilizarnos y analizar verdaderamente los problemas de este mundo", dijo.

Llamazares, Frutos y Willy Meyer, los únicos líderes españoles presentes

En el auditorio, público de todas las edades, banderines de Cuba y Venezuela y grupos de indígenas ataviados con sus trajes tradicionales. En los pasillos del centro de congresos, tenderetes improvisados con folletos informativos y camisetas de colores con el retrato del "Che", lemas a favor del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) del subcomandante Marcos y llamamientos a la libertad de los presos políticos mapuches. En el escenario, los tres dirigentes políticos acompañados de líderes sociales, entre ellos el sindicalista agrícola francés José Bové. 
 
El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares; el secretario del PCE y coordinador ejecutivo de IU, Francisco Frutos, y el eurodiputado de IU Willy Meyer, tampoco faltaron a la cita y escucharon los discursos en la primera fila. Sin embargo, entre los españoles sólo Meyer fue citado entre los numerosos agradecimientos que lanzó Chávez desde la tribuna. Finalmente, Llamazares no pudo reunirse con el mandatario boliviano dado que su avión hacia España partía en el día de este sábado.
 
Durante el acto, los oradores mascaron hojas de coca repartidas por Bové como "símbolo cultural y espiritual para los pueblos indígenas", para deleite de Morales, que rememoró tiempos en que su defensa de la hoja en Europa era un tabú. "Coca no es cocaína", insistió Chávez, tras anunciar que Venezuela y Cuba empezarán a importar hojas de Bolivia.  Así, reclamó la despenalización de la hoja y habló de "doble moral" si "la coca es buena para la Coca-Cola pero no para los indígenas".  Con coca, dijo, puede hacerse pan, galletas, té, dentífrico o medicamentos. "Qué sabrosa está la coca, Evo, mándame más", declaró.
 
Chávez dice que no puede creerse que sea presidente
 
La charla, además, estuvo llena de referencias al dictador cubano Fidel Castro. Morales, afirmó que su intención es cambiar Bolivia "pero en democracia" y ello haciendo caso a unas palabras del dirigente cubano, Fidel Castro, en enero de 2003: "No hagan lo que yo he hecho, hagan lo que ha hecho Hugo Chávez, derrotar al imperialismo en democracia". Su decreto de nacionalización de los hidrocarburos fue una de las referencias que cosechó más aplausos e incluso nuevas propuestas para sus políticas. Un representante del Movimiento de los Sin Tierra de Brasil se refirió a una eventual reforma agraria en Bolivia y pidió a su presidente que cuando se disponga a expropiar a los latifundistas brasileños no llame al ejército -como hizo en la sede de la petrolera Petrobras-, sino a los campesinos cariocas que luchan por la propiedad de la tierra.
 
Además, después de que el boliviano dijera que aún no se cree que es, presidente, Chávez le dijo que él, después de siete años, tampoco, y que a Castro al cabo "de 150, también le cuesta". Chávez dedicó tiempo a relatar que habla a menudo por teléfono con el tirano cubano y que la cuenta del teléfono le sale cara, porque además mientras habla con él le da tiempo a tomarse "10 cafés"; y contó a un público muy animado que a veces se disfraza "con peluca" para mezclarse con el pueblo.
 
"Romperemos el imperio y surgirá libre el pueblo de Lincoln y Luther King"
 
El presidente venezolano centró la mayoría de su intervención a criticar a Estados Unidos y a advertir que "terminaremos rompiendo el imperio como se rompe el papel y surgirá libre el pueblo de Abraham Lincoln y Luther King". "Les llegó su sábado, señores cochinos", dijo dirigiéndose a Washington. En una alocución intercalada con citas literarias, Chávez se mostró más catastrofista al afirmar que se acerca "la cuarta Guerra Mundial" (también incluyó a la Guerra Fría en el catálogo de grandes contiendas) debido a que "el imperio americano ha anunciado la guerra preventiva y el terrorismo mundial porque se ha convertido en un estado terrorista y genocida".
 
A pesar de que lamentó que en esta guerra "todos estamos en el asado", porque "el imperio no tiene límites en su capacidad de mentir y satanizar a líderes y pueblos", aseguró que Cuba, Bolivia y Venezuela le plantarán cara. Dijo que, después de mucho tiempo, la amenaza estadounidense ha vuelto al Caribe en forma de portaaviones, pero "si el imperio se atreve, le haremos morder el polvo de la derrota en el Caribe y en América Latina". Refiriéndose al proyecto de Tratado de Libre Comercio de las Américas, Chávez no dudó, una vez más, en enviar "el ALCA, al carajo".

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