L D (Agencias) Los ministros de Exteriores de la UE aprobaron la revisión anual de la política común de la Unión Europea hacia el régimen totalitario de Fidel Castro, en el que tratan de compaginar un gran descontento por la situación actual de los derechos humanos en la isla, con la apuesta por el diálogo con la dictadura, y evita por otro año la aplicación de sanciones, pese a los reiteradas denuncias de la brutal represión ejercida por el régimen de Castro.
El ministro español insistió, en una conferencia de prensa, en que la decisión comunitaria "mantiene" la política de proximidad con la dictadura puesta en marcha por el Gobierno de Madrid tras llegar al poder en 2004. A pesar de que la UE manifestó su preocupación por "el empeoramiento" de la situación de los derechos humanos en Cuba, Moratinos incidió en que "no estamos con una foto fija, estamos haciendo una estrategia global y nosotros creemos que es positiva".
El ministro recalcó que durante el último año se ha continuado ese diálogo "fluido" con el Gobierno y la oposición, dentro de una estrategia "que avanza", y que se ha producido la liberación de algunos presos políticos durante el último año. Además, Moratinos recalcó que la decisión que tomaron los ministros de la UE mantiene suspendidas las llamadas "sanciones diplomáticas" hasta la revisión prevista para dentro de un año.
La actual política de la UE se remonta a enero de 2005, cuando Bruselas levantó, a propuesta de España, las sanciones diplomáticas contra el régimen cubano impuestas en 2003 en respuesta a la detención y condena de 75 disidentes. Esas sanciones incluían la restricción de las visitas oficiales a la isla y la invitación a opositores a las recepciones en las embajadas de la UE, una iniciativa que causó malestar en la dictadura castrista hasta el punto de cortar los contactos con las legaciones que la llevasen a la práctica. El Gobierno español apostó por no molestar a la dictadura, antes que atender a las demandas de la disidencia democrática.