(Libertad Digital) Se esperaba algo más de Francia y de la generación que ganó el Mundial del 98. El partido más aburrido en lo que llevamos de Mundial no comenzó mal sin embargo. Las acciones individuales de Thierry Henry y la aportación de un inquieto Ribery fueron los principales argumentos de los bleus, aunque Suiza no se dejó marear y gozó de buenas ocasiones también.
Zidane ordenaba y movía a los suyos, pero el único que parecía hacerle algo de caso era Henry, bien tapado por su compañero en el Arsenal Senderos, inconmensurable esta tarde en Stuttgart. Las bandas fueron el camino por el que Francia llegaba al área con más facilidad. Magnin, peligroso a balón parado, pero inocuo en defensa, se dejó marear por Wiltord y Sagnol, pero los centros de éstos antes de los 20 primeros minutos no los acertaron a rematar ni Henry, ni Vieira ni el propio Sagnol.
Tarde o temprano tenía que llegar la respuesta de Suiza y ésta le pudo salir muy, pero que muy cara, al conjunto de Raymond Doménech. Barnetta puso un balón en el área que se envenenó y dio en el palo, pero ni Senderos ni Frei lograron empujar el balón a la portería con Barthez vendido. Francia lo seguía intentando, pero no era el día de Henry de cara al gol, ni e Ribery, y sí el de Mueller, al que el árbitro ruso Ivanov le perdonó un claro penalti por mano tras un disparo del delantero del Arsenal.
Así se llegó al descanso y así acabó el partido. Los franceses inquietaron con unos arreones sin intensidad nada más comenzar la segunda parte, pero no llegaron a rematar siquiera entre los tres palos y Zuberbuehler sólo tuvo que estarse atento en las salidas.
La salida de Cygax por Streller en el combinado suizo aportó algo más de mordiente. Un cabezazo suyo nada más pisar el césped lo detuvo Barthez entre sus piernas. Arriba, Henry se quedaba cada vez más y más solo. Entró Saha por Ribery y luego Dhorasoo por Wiltord y la cosa parecía que se volvía a animar. Éste último, sacó astillas al palo tras una dejada con el pecho del delantero del Manchester. Acto seguido, Suiza respondía con un acto de picardía de Frei, que intentó introducir en la portería con la mano un servicio magnífico de Magnin. Al final, nada de nada.
Ficha técnica del partido
Francia, 0: Barthez; Sagnol, Thuram, Gallas, Abidal; Makelele, Vieira, Zidane, Ribery (Saha, m.69); Wiltord (Dhorasoo, m.83) y Henry
Suiza, 0: Zuberbuehler; Degen, Mueller (Djourou, m.73), Senderos, Magnin; Barnetta, Vogel, Cabañas, Wicky (Margairaz, m.80); Streller (Gygax, m.57) y Frei
Árbitro: Valentin Ivanov (RUS). Mostró cartulina amarilla a Magnin (m.41), Barnetta (m.44), Degen (m.55), Abidal (m.63), Cabañas (m.70), Zidane (m.71), Sagnol (m.90+2) y a Frei (m.90+3)
Incidencias: lleno absoluto en el Gottlieb-Daimler-Stadion de Stuttgart, un estadio con una capacidad para 52.000. Partido de la primera jornada del Grupo G. 31 grados de temperatura y una humedad del 21 por ciento al inicio del partido. Un aficionado francés falleció, de muerte natural, antes del encuentro en las inmediaciones del estadio, según informó un portavoz de la Cruz Roja alemana. En el palco, entre otras personalidades, se encontraba el primer ministro francés, Dominique de Villepin.
