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Bush le dice al primer ministro Maliki que "cuando EEUU da su palabra, la cumple"

El presidente de EEUU, George Bush, llegó este martes a Bagdad en una visita sorpresa y mantenida en el más estricto secreto, para reunirse con el nuevo primer ministro iraquí, Nuri al-Maliki, y las tropas estadounidenses. En su encuentro Bush le dijo a Maliki: "He venido a conocerle personalmente y a decirle que cuando EEUU da su palabra, la cumple", el comienzo de una vídeoconferencia entre el Gobierno iraquí y Bush, de un lado, y varios miembros del Gabinete estadounidense reunidos en Camp David del otro.

El presidente de EEUU, George Bush, llegó este martes a Bagdad en una visita sorpresa y mantenida en el más estricto secreto, para reunirse con el nuevo primer ministro iraquí, Nuri al-Maliki, y las tropas estadounidenses. En su encuentro Bush le dijo a Maliki: "He venido a conocerle personalmente y a decirle que cuando EEUU da su palabra, la cumple", el comienzo de una vídeoconferencia entre el Gobierno iraquí y Bush, de un lado, y varios miembros del Gabinete estadounidense reunidos en Camp David del otro.
L D (EFE)  Bush  dijo que "cuando EEUU da su palabra, la cumple", durante la reunión que celebró en Bagdad con el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, y algunos de sus ministros. En declaraciones junto al Gobierno iraquí, Bush, que llegó a Bagdad en una visita sorpresa, declaró que el futuro de Irak "está en manos" del primer ministro y aseguró que el nuevo Gobierno contará con todo el apoyo de EEUU.

Sentado a la mesa con Maliki a la izquierda y el embajador de EEUU en Bagdad, Zalmay Khalilzad, a la derecha, y con una bandera estadounidense y otra iraquí a la espalda, Bush reiteró que Irak es "un frente central en la guerra contra el terrorismo". El presidente afirmó estar "impresionado" con el gabinete de Maliki, pues sus miembros "son personas de todas las partes del país" y representan a "todo el pueblo iraquí". Bush señaló que son "un grupo impresionante de personas y si se les da la ayuda necesaria pueden hacer un trabajo estupendo".

El primer ministro iraquí completó su Gobierno de unidad nacional con el nombramiento, el pasado jueves, de los titulares de Interior, Defensa y Seguridad Nacional, cargos que se habían disputado durante meses diversas fuerzas políticas. Bush realizó sus declaraciones en uno de los edificios de la embajada de EEUU en Bagdad, en lo que se conoce como la "zona verde".

Mientras, en Camp David se encontraban reunidos el vicepresidente de EEUU, Dick Cheney; el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld; la secretaria de Estado, Condoleezza Rice; el secretario de Justicia, Alberto Gonzales, y el jefe del Estado Mayor de la Defensa, el general Peter Pace, entre otros.

Además de Maliki, el presidente iraquí, Yalal Talabani, y los ministros iraquíes, Bush se reunirá con el general George Casey, comandante de las fuerzas estadounidenses en Irak, y arengará a unos 800 soldados reunidos para la ocasión. Este es el segundo viaje de Bush a Irak, después del que realizó en noviembre de 2003 para conmemorar la tradicional cena del Día de Acción de Gracias con las tropas estadounidenses.
 
"Nuestras fuerzas armadas seguirán a la ofensiva"
 
Después de reunirse con los dirigentes iraquíes, el presidente de EEUU visitó a parte de las tropas destacadas en el país. Ante unos 800 soldados y civiles reunidos para escucharle, Bush dijo que su país seguirá "a la ofensiva" para capturar a personas como el terrorista Abú Musab al-Zarqaui, líder de Al-Qaeda en Irak, muerto el jueves en una operación militar estadounidense. Bush aseveró que habrá "días difíciles por delante y sacrificios para los estadounidenses y los iraquíes", pero, prometió: "Nuestras fuerzas armadas seguirán a la ofensiva y continuarán cazando a gente como Zarqaui y haciéndoles rendir cuentas".

Esta declaración levantó los aplausos más intensos de unos soldados cuya moral se ha visto estimulada con la muerte de Zarqaui. En su intervención, Bush dio un voto de confianza al nuevo Gobierno iraquí, liderado por el primer ministro Nuri al Maliki. El presidente de EEUU dijo que en su visita quería descubrir "si él está tan comprometido con un Irak libre como vosotros lo estáis y creo que sí".

Bush afirmó que el futuro de Irak está en manos del nuevo Gobierno, que quedó completado el pasado jueves con el nombramiento de los ministros de Interior, Defensa y Seguridad Nacional. "Nuestro trabajo es ayudarles a tener éxito y lo haremos", afirmó Bush, quien subrayó que "he venido personalmente para mostrar el compromiso de nuestra nación con un Irak libre". "Mi mensaje a los iraquíes es éste: aprovechad el momento, aprovechad la oportunidad para establecer un gobierno de, por y para el pueblo", dijo Bush.

El presidente afirmó que no espera que el nuevo Gobierno iraquí se parezca al estadounidense, pero sí espera que respete el derecho a la libertad de todos los ciudadanos. Bush no mencionó ningún plan para la retirada de las tropas estadounidenses de Irak, que actualmente rondan los 130.000 efectivos, sino que reiteró lo que viene señalando durante los últimos meses: "A medida que los iraquíes se levanten, nosotros nos replegaremos", señaló.

El presidente se despidió con alabanzas para el trabajo de los soldados y civiles que le escuchaban en el complejo estadounidense en Bagdad conocido como "Zona Verde". "Lo que ustedes hacen es algo histórico", afirmó Bush, quien se subió a un helicóptero que le trasladó hasta el avión presidencial, "Air Force One", que se encontraba en el aeropuerto de Bagdad, y que despegó de regreso a Washington.
 
Visita relámpago
 
Bush, que ya ha partido de regreso a Washington,  permaneció en el país árabe durante más de cinco horas. Los preparativos de la visita se habían desarrollado en el más absoluto secreto, hasta el punto de que el propio primer ministro iraquí recibió la noticia tan sólo unos pocos minutos antes de la llegada del mandatario estadounidense.La visita ha sido planeada por seis personas en la Casa Blanca y ni siquiera la mayoría de los miembros del gabinete de Bush sabían que se iba a realizar, según han informado fuentes oficiales.
 
Antes de la llegada de Bush, el aeropuerto de Bagdad había quedado completamente cerrado al paso del tráfico tanto de vehículos como de personas con el argumento de la llegada de "una importante personalidad", indicó la cadena de televisión CNN.

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