(Libertad Digital) La noticia del diario madrileño da cuenta con todo detalle de las cartas recibidas por empresarios vascos y navarros, con matasellos de los primeros diez días de este mes de junio y fechadas en los últimos días mayo. Se trata, pues, de una confirmación más de que el "alto el fuego permanente" anunciado por ETA no ha supuesto un cese de su actividad terrorista pese a los esfuerzos del Gobierno por trasladar a la opinión pública lo contrario.
La banda en su ya clásico estilo mafioso "invita" a los empresarios a "participar en la construcción del futuro de nuestro pueblo". Según relata El Mundo los terroristas señalan en las misivas que "Euskal Herria se encuentra en un momento de cambio político y los vascos estamos dando los pasos necesarios para llegar a una situación democrática nueva". ETA añade que "la lucha en defensa de Euskal Herria supone un sinfín de necesidades y gracias a la ayuda de la ciudadanía podemos hacer frente a la opresión de los estados español y francés". Pero por si no quedase claro las intenciones de la banda, recuerda a los extorsionados que "tendrá en cuenta los que hayan participado con su aportación en el proceso de liberación de este pueblo".
En cuanto a las cantidades exigidas estas oscilan desde los 30.000 y 60.000 euros, y la banda incluso detalla que "por motivos de seguridad la ayuda económica se realice en billetes de 20, 50 y 100 euros". Las cartas contiene un código de identificación para saber a quien van dirigidas y en qué fecha fueron enviadas. De esta forma la Policía ha podido cifrar en unas 30 las cartas enviadas por ETA después de declarar el "alto el fuego permanente" en marzo.
Aunque desde el entorno del Gobierno, empeñado en hacer creer que la banda terrorista está comprometida con lo que llaman "proceso de paz", se manejan hipótesis como que "células" de extorsión estaría actuando por su cuenta. Sin embargo los expertos antiterroristas consultados por El Mundo no dan credibilidad a esta posibilidad. Y, en concreto, citan varios datos que no dejan lugar a dudas. El tampón con el anagrama de ETA, la tinta y la numeración de las cartas son las mismas que los que utiliza el aparato de extorsión de la organización y terrorista y consideran que es prácticamente imposible que haya sido falsificado.