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Piden 96 años de cárcel para De Juana por amenazar a Gómez Bermúdez y a directores de prisiones

La Fiscalía de la Audiencia Nacional solicita una condena de 96 años para el miembro de ETA José Ignacio de Juana Chaos acusado de amenazar, en artículos publicados en el diario "Gara", al presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Javier Gómez Bermúdez, y a cinco directores de prisiones.

L D (Europa Press) El Ministerio Público pide esta pena para De Juana Chaos al acusarle de seis delitos de amenazas terroristas y uno de pertenencia a ETA. Esta nueva imputación evitó que el etarra fuese excarcelado en febrero de 2005, después de haber cumplido 18 años de prisión de los casi 3.000 a los que había sido condenado por once atentados en los que murieron 25 personas. Además del magistrado Gómez Bermúdez, la Fiscalía considera que el etarra amenazó en sus escritos a los directores de prisiones Antonio Diego Martín, Jesús Eladio del Rey, Francisco Sanz, Manuel Sebastián Martínez y Miguel Rodríguez.
 
Según el escrito de conclusiones provisionales de la Fiscalía, en sus escritos "El Escudo" y "Gallizo", publicados en "Gara", el etarra tenía la "clara intención" de conseguir, con las amenazas vertidas contra el colectivo de funcionarios de prisiones, que éste se convirtiese "en blanco de la organización criminal (ETA) para lograr que el Estado cambie su política". El Ministerio Público también considera que cuando De Juana Chaos ingresó en prisión, "en vez de desligarse de ETA y arrepentirse de los múltiples crímenes cometidos en su nombre, decidió que la prisión era un marco nuevo en el que poder ejercer su militancia". El procesado asumió en la cárcel "el protagonismo del colectivo de presos etarras en los diversos centros penitenciarios por los que fue pasando".
 
Entre otras labores que supuestamente realizó en la cárcel, el acusado se encargó de captar nuevos integrantes para la banda, como hizo con José Luis Muñoz Rodríguez, a quien propuso que se informase sobre el manejo de helicópteros para ayudar a él y otros cuatro presos etarras a fugarse. De hecho, Muñoz Rodríguez fue detenido en marzo de 1990 intentando poner en práctica los planes de huida de De Juana Chaos.
 
En los textos publicados en "Gara", explica el fiscal, se podían leer afirmaciones como: "El enemigo está crecido" o "Hace años le escuché a un muy apreciado compañero chillar con fuerza: sacad vuestras sucias manos de Euskal Herria. Sí, sacadlas, porque otro camino, sólo implica más sufrimiento. O el futuro terminará demostrando, sin duda, que os quedasteis sin ellas". Además, en ellos De Juana Chaos afirmaba que el magistrado Gómez Bermúdez era una "estrella meteórica labrada sobre sufrimiento vasco" y le culpaba de impedir su salida de prisión. En el artículo "Gallizo" (apellido de la directora general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo), también acusaba a cinco directores de centros penitenciarios de torturar a los "presos políticos vascos".
 
También recuerda que el procesado envió unas cartas firmadas, que posteriormente fueron publicadas por la prensa, en las que celebraba "de una manera cruel e inhumana" el asesinato en enero de 1998 del concejal del PP en Sevilla Alberto Jiménez Becerril y su mujer Ascensión García Ortiz. También menciona una carta de De Juana y otros presos de ETA llamado "Desde Algeciras para Euskal Herria", en el que denunciaban la situación de los presos etarras y comunicaban el inicio de un "encierro definitivo".
 
Considera el Ministerio Público que De Juana realizó durante su estancia en prisión "labores propagandísticas y publicitarias a favor de ETA, de sus denuncias, demandas y posiciones, así como el desprestigio continuado del Estado español, de sus dirigentes e instituciones", para que el colectivo de presos etarras "no acepte las propuestas de tratamiento penitenciario", haciendo que este grupo sea "compacto y obediente a la disciplina terrorista". También señala que el procesado seguía "la política diseñada y dirigida por la banda terrorista y criminal ETA", como muestran "los múltiples expedientes disciplinarios incoados" contra él por diversos "plantes", incumplimiento de la normativa penitenciaria y denuncias de torturas a los presos de la banda.
 
En enero de 2005, cuando el juez Grande Marlaska le comunicó su imputación en esta nueva causa, De Juana reconoció que el tono de sus artículos quizá "no fuera el más adecuado". Aseguró, además, que había escrito los textos como "preso escritor" y que su intención era reflejar el sentir del colectivo de presos etarras. De no haberse abierto esta nueva causa, el procesado habría sido excarcelado el mes siguiente, después de haber cumplido 18 años de los casi 3.000 a los que había sido condenado, gracias a las redenciones de condena previstas en el Código Penal de 1973.

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