L D (EFE) Salafranca consideró además que los comicios mexicanos están avalados por la presencia del centenar de observadores de la UE que estuvieron presentes en 132 de las 300 juntas de distrito en que se reparte el país.
Como únicas irregularidades del proceso citó la coincidencia de horarios entre la apertura de mesas electorales y su instalación, lo que causó algunos retrasos, la falta de privacidad en algunas mesas y el reducido tamaño de algunas urnas. México aguarda todavía los resultados definitivos de la elección con los dos principales candidatos a la Presidencia, Andrés Manuel López, del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), y Felipe Calderón, del conservador Partido de Acción Nacional (PAN), situados a corta distancia.
Con el 97,5 por ciento de los votos escrutados, Calderón figura con un 36,36 por ciento, frente a un 35,39 por ciento de sufragios para López Obrador, lo que equivale a una diferencia de unos 370.000 votos. Ante la autoproclamación como ganadores de ambos candidatos, Salafranca declaró que "quien tiene que decidir el ganador es la autoridad electoral y lo demás son libros de caballerías".
El eurodiputado alabó la "sabiduría, crédito e instinto democrático" del Instituto Federal Mexicano (IFE) al trasladar los resultados preliminares y pidió "paciencia" ante la decisión del organismo de hacer públicos los resultados definitivos el próximo miércoles. A este respecto, Salafranca recordó el caso de la primera vuelta de las elecciones peruanas, cuyos resultados no se conocieron hasta dos meses después de la jornada electoral.
El representante europeo eludió pronunciarse sobre la división política del país puesta de manifiesto por las votaciones y apeló a los principios de "objetividad, neutralidad y no interferencia" de su condición de observador. Salafranca destacó la "madurez cívica" de los ciudadanos mexicanos y descartó la posibilidad de cualquier episodio violento ante el desenlace electoral.
Como únicas irregularidades del proceso citó la coincidencia de horarios entre la apertura de mesas electorales y su instalación, lo que causó algunos retrasos, la falta de privacidad en algunas mesas y el reducido tamaño de algunas urnas. México aguarda todavía los resultados definitivos de la elección con los dos principales candidatos a la Presidencia, Andrés Manuel López, del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), y Felipe Calderón, del conservador Partido de Acción Nacional (PAN), situados a corta distancia.
Con el 97,5 por ciento de los votos escrutados, Calderón figura con un 36,36 por ciento, frente a un 35,39 por ciento de sufragios para López Obrador, lo que equivale a una diferencia de unos 370.000 votos. Ante la autoproclamación como ganadores de ambos candidatos, Salafranca declaró que "quien tiene que decidir el ganador es la autoridad electoral y lo demás son libros de caballerías".
El eurodiputado alabó la "sabiduría, crédito e instinto democrático" del Instituto Federal Mexicano (IFE) al trasladar los resultados preliminares y pidió "paciencia" ante la decisión del organismo de hacer públicos los resultados definitivos el próximo miércoles. A este respecto, Salafranca recordó el caso de la primera vuelta de las elecciones peruanas, cuyos resultados no se conocieron hasta dos meses después de la jornada electoral.
El representante europeo eludió pronunciarse sobre la división política del país puesta de manifiesto por las votaciones y apeló a los principios de "objetividad, neutralidad y no interferencia" de su condición de observador. Salafranca destacó la "madurez cívica" de los ciudadanos mexicanos y descartó la posibilidad de cualquier episodio violento ante el desenlace electoral.