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Maragall dice que Montilla es "un crack, un coco, una máquina de pensar de un rigor extraordinario"

El presidente de la Generalidad, Pasqual Maragall, ha dicho este lunes por la noche que su decisión de no optar a la reelección es "totalmente personal" y nadie en el PSC le ha pedido "formalmente" que ceda el paso al primer secretario del PSC, José Montilla, sobre el que se deshizo en elogios. Maragall aseguró que "se ha quitado un peso de encima", aunque admitió que se pone otro y es que le queda "la duda" sobre si se "habrá equivocado". No obstante, se manifestó convencido de su decisión tras "muchos años" de carrera política y aseguró que ha hecho "lo que tenía que hacer y otros más jóvenes pueden aportar más creatividad y juventud".

El presidente de la Generalidad, Pasqual Maragall, ha dicho este lunes por la noche que su decisión de no optar a la reelección es "totalmente personal" y nadie en el PSC le ha pedido "formalmente" que ceda el paso al primer secretario del PSC, José Montilla, sobre el que se deshizo en elogios. Maragall aseguró que "se ha quitado un peso de encima", aunque admitió que se pone otro y es que le queda "la duda" sobre si se "habrá equivocado". No obstante, se manifestó convencido de su decisión tras "muchos años" de carrera política y aseguró que ha hecho "lo que tenía que hacer y otros más jóvenes pueden aportar más creatividad y juventud".
L D (Europa Press) En una entrevista en TV3 desde el Pati dels Tarongers del Palacio de la Generalidad, Maragall sostuvo que "el valor añadido" que puede aportar no justificaría que no hiciéramos "esta apuesta de cambio" y dé paso a "sangre nueva". En esta línea, aseguró que Montilla es "un crack, un coco, una máquina de pensar de un rigor extraordinario", "hombre de genio y modesto, que aguanta, aguanta y aguanta" y que, "cuando lo nombre, será mi candidato".
 
Maragall no escatimó elogios para Montilla por su "eficacia absoluta" y recordó que junto a su hermano, Ernest Maragall, fue uno de los "arquitectos" del Pacto del Tinell. Asimismo, aseguró que Montilla garantiza la "independencia" del PSC respecto del PSOE y, además, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "le tiene un gran aprecio". No obstante, sí volvió a manifestar su preferencia por que haya "pluralidad de candidatos", convencido de que "en la variedad está el gusto y el partido también es un sistema democrático". En este sentido, recordó que se "inventó" unas primarias cuando volvió de Roma para encabezar la lista del PSC en las elecciones catalanas de 1999.
 
El presidente catalán no desveló la fecha de las elecciones, aunque admitió que el 22 de octubre es un día "bastante razonable", ni quiso dar detalles sobre su futuro limitándose a asegurar que "hay muchas cosas" que tiene que hacer. Sobre un posible cargo en una embajada, Maragall dijo con ironía que "seguro que no iría a Ankara (Turquía) de embajador", sino a Estambul, y explicó que el presidente del PP, Mariano Rajoy, le había llamado por teléfono para manifestarle su "respeto" en el terreno personal. No aclaró si el ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol se había puesto en contacto con él.
 
Maragall aseguró que su decisión de no optar a la reelección estaba tomada "desde hace tiempo" aunque "siempre hay un factor que se deja para el último momento". No obstante, aseguró que tenía "la idea bastante clara de que esto se acabaría tras el Estatut". Recordó que su "generación", en la que situó a Narcís Serra y Felipe González, hace "muchos años que se han retirado" y negó cualquier presión procedente del PSC, pese a reconocer que "pudo haber algún sector" que "dijera algo". "Puede haber habido esta sensación, pero no ha habido una posición formal de obligarme o pedirme formalmente que me vaya. Y menos que nadie el propio Pepe Montilla", aseguró. Asimismo, admitió que "nadie" le ha pedido que se quedara, aunque lo achacó a que en el PSC le conocen y saben que es "tozudo" y cuando ha decidido una cosa no la echa atrás.
 
Maragall confesó que no había hablado de esta cuestión con Montilla hasta que el martes pasado por la noche le comunicó su decisión y lo justificó diciendo que "estas cosas no se hablan, se hacen". Maragall aseguró no recordar la respuesta de Montilla y se limitó a indicar que el primer secretario del PSC es un hombre "escueto" en palabras y "lo máximo que debió decir fue 'bueno'". Haciendo balance de los dos años como presidente de la Generalidad, Maragall aseguró que el PSC no le había puesto problemas "en absoluto" y atribuyó la mayor parte de las dificultades del extinto gobierno tripartito a la "bicefalia" de ERC.
 
De hecho, Maragall responsabilizó principalmente al secretario general de los republicanos, Joan Puigcercós, de haber tenido "un comportamiento no demasiado correcto" e incluso de "poner palos en las ruedas" al tripartito, optando decididamente por el 'no' al Estatuto. Maragall situó los problemas con ERC en su intento de remodelar el gobierno en octubre de 2005 y que, según explicó, el sector de Puigcercós "no veía bien porque no mandaba suficiente" con los cambios que se proponían. De todo ello, aseguró, tiene "ganas de hablar con Carod".
 
También se refirió al papel de Zapatero y el pacto con el líder de CiU, Artur Mas, sobre el Estatut. Maragall reiteró que el presidente del Gobierno "se encontraba hace un año contra la pared" por la "presión de la España más conservadora" y con un Estatut que se presentó "como una provocación" en el resto del Estado.  Según Maragall, Zapatero optó en ese momento por "buscar aliados menos criticables" que ERC y optó por CiU al parecerle que pactar con el nacionalismo vasco y el nacionalismo catalán eran condiciones 'sine qua non' para resolver el tema vasco y el tema catalán". Reiteró que le "llegó" que CiU planteó la retirada de Maragall como condición para aprobar el Estatuto en Cataluña, aunque añadió que conociéndole a él, "es lo mismo que pedir lo contrario". Así, aseguró que esa posibilidad "en absoluto ha tenido nada que ver" con su decisión de no optar a la reelección.


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