(Libertad Digital) El líder de la oposición, Mariano Rajoy, afrontó la última sesión de control del curso con una recopilación de hechos que, en su opinión, resumen la liquidación del Estado de derecho.
Ya no existen, lamentó Rajoy, "las reglas que nos unían a todos". Acusó a Zapatero de "liquidar la idea de la España Constitucional sin consenso", así como de "cambiar las reglas de juego". Para Mariano Rajoy, en todas las instituciones de la Democracia se ha notado el Gobierno de Zapatero y la tónica general de huir del consenso, "olvidado –dijo– el espíritu de la transición". La pregunta de Mariano Rajoy era "quién se lo ha pedido, y si esto contribuye a dar confianza a los ciudadanos".
Para Zapatero, "la acción de Gobierno cumple con los compromisos electorales". En este sentido incluyó "las políticas en materia territorial y los nuevos derechos" votados según él "mayoritariamente por el pueblo español". Para Zapatero "el consenso institucional es cumplir la palabra dada a los ciudadanos". Y "la confianza de los ciudadanos –apuntó– se expresa en datos". Dice Zapatero que España "crece el doble de la media europea y llegará a 2 millones de nuevos afiliados a la Seguridad Social. Es un país de gran futuro y con confianza en sí mismo".
Sin embargo, para Mariano Rajoy "ninguna de la materias por él citadas está en el programa electoral del PSOE. Por eso hay dudas". Y el primer ejemplo es, según Rajoy que "no figura en el programa la liquidación de la España Constitucional sin consenso. Siento envidia de Italia –lamentó el líder del PP– donde se somete a consulta la reforma del modelo de Estado. O de Alemania, donde se fijan objetivos con consenso" en este mismo sentido. Sin embargo, contrastó, "aquí con el 35 por ciento de los votos de una comunidad autónoma se cambia el régimen". Recordó también si "es normal colocar a una ex diputada al frente de la Comisión Nacional de la Energía, o situar en el Banco de España a un político de carné, en ejercicio, liquidando el consenso y que nos hayamos enterado por los medios de comunicación".
El cierre de Zapatero fue todavía más flojo: "No tengo envidia de ningún país –dijo–, más bien creo que hay muchos que tienen envidia de España y de su fortaleza democrática". En referencia a las reformas territoriales –así las llama– le pidió "más perspectiva". Destacó Zapatero sus propios recortes de la prensa internacional sobre las reformas de España. El primero de ellos, del Nouvel Observateur, según el que "España va a más y mejor". O una encuesta publicada en el Financial Times sobre la confianza de los españoles en el futuro.