Un portavoz de los bomberos de Nueva York dijo en una entrevista a la televisión ABC que poco antes de la explosión se recibió una llamada en la que el médico Nicholas Bartha anunciaba que se pensaba suicidar. Agregó que las autoridades investigan la posibilidad de que Bartha se dejara abierta la llave del gas del horno y que una chispa haya provocado la explosión.
Dotaciones de la policía y de bomberos se desplazaron al lugar para llevar a cabo tareas de rescate, que permitieron sacar a Bartha de los escombros tras contactarse con él a través de su teléfono móvil. Según fuentes oficiales, Bartha se encuentra en estado crítico y los otros cuatro civiles, que son transeúntes que pasaban frente al edificio, tienen heridas de distinta consideración. Los bomberos tienen heridas menores.
Un portavoz de la Casa Blanca señaló que no hay indicio alguno de que la explosión y posterior derrumbe hayan sido causados por un acto de terrorismo.