LD (Efe) En una entrevista que publica El Periódico, Maragall hace un extenso repaso de la política española, así como de su etapa al frente de la Generalidad y de sus relaciones con el presidente del Gobierno.
El presidente catalán explica: "En el nivel humano las relaciones entre Zapatero y yo las hemos mantenido a un buen nivel. Sin embargo a nivel político, sí hubo diferencias. De ritmo, de tácticas, pero no de estrategia".
Al ser preguntado si él y Zapatero han podido mantener un entendimiento personal, responde: "Hemos tenido que hacer frente a momentos muy tormentosos. No entre él y yo, sino en general, en España, que han conducido a momentos de discrepancia. La selección que tuvo que hacer de sus aliados en Cataluña, cambiando ERC por CiU, cuando estaba muy asediado por la derecha española, le produjo una cierta disminución de la tensión".
Maragall recuerda que tras la aprobación del Estatuto por el Parlamento, el 30 de septiembre, tuvo una reunión con Zapatero en la que se plantearon trece puntos de discrepancia y, aunque a él no le pareció "trágico", a su partido, el PSC, "le pareció necesario adoptar una actitud que era un poco contradictoria con la que había tenido en el Parlamento. ¡Esto se había votado! Me produjo cierta desazón, un cierto desencuentro".
A pesar de las discrepancias, el presidente de la Generalitat explica que tras la aprobación del Estatut en el Congreso de los Diputados tuvo una reunión con Zapatero en la Cámara Baja en la que volvieron a "juntar" los ritmos.
Reconoce que la etapa del gobierno tripartito de la Generalitat ha sido "sin duda muy agitada" pero considera que "lo que pasa es que hay una falta de cultura de pluralismo político en España".
Pasqual Maragall cree que tras la aprobación del Estatut el presidente de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, "y los suyos han quedado muy mal colocados", y cree que "Esquerra lo tiene complicado".
El mismo pronóstico hace para el PP en Cataluña, del que afirma que "lo tiene difícil. Lo de Josep Piqué (presidente del PP catalán) es muy meritorio", dice, mientras que sobre ICV opina que "ha tenido un comportamiento muy correcto".
El presidente catalán explica: "En el nivel humano las relaciones entre Zapatero y yo las hemos mantenido a un buen nivel. Sin embargo a nivel político, sí hubo diferencias. De ritmo, de tácticas, pero no de estrategia".
Al ser preguntado si él y Zapatero han podido mantener un entendimiento personal, responde: "Hemos tenido que hacer frente a momentos muy tormentosos. No entre él y yo, sino en general, en España, que han conducido a momentos de discrepancia. La selección que tuvo que hacer de sus aliados en Cataluña, cambiando ERC por CiU, cuando estaba muy asediado por la derecha española, le produjo una cierta disminución de la tensión".
Maragall recuerda que tras la aprobación del Estatuto por el Parlamento, el 30 de septiembre, tuvo una reunión con Zapatero en la que se plantearon trece puntos de discrepancia y, aunque a él no le pareció "trágico", a su partido, el PSC, "le pareció necesario adoptar una actitud que era un poco contradictoria con la que había tenido en el Parlamento. ¡Esto se había votado! Me produjo cierta desazón, un cierto desencuentro".
A pesar de las discrepancias, el presidente de la Generalitat explica que tras la aprobación del Estatut en el Congreso de los Diputados tuvo una reunión con Zapatero en la Cámara Baja en la que volvieron a "juntar" los ritmos.
Reconoce que la etapa del gobierno tripartito de la Generalitat ha sido "sin duda muy agitada" pero considera que "lo que pasa es que hay una falta de cultura de pluralismo político en España".
Pasqual Maragall cree que tras la aprobación del Estatut el presidente de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, "y los suyos han quedado muy mal colocados", y cree que "Esquerra lo tiene complicado".
El mismo pronóstico hace para el PP en Cataluña, del que afirma que "lo tiene difícil. Lo de Josep Piqué (presidente del PP catalán) es muy meritorio", dice, mientras que sobre ICV opina que "ha tenido un comportamiento muy correcto".