(Libertad Digital) José Jiménez Lozano, escritor y Premio Cervantes, y el catedrático de Filosofía Gabriel Albiac han protagonizado este sábado un diálogo sobre la libertad de pensamiento y creación, organizado por Campus FAES. Gabriel Albiac ha comenzado su exposición señalando que “la libertad de expresión no es más que la proyección concreta del libre albedrío, respetable, reconocido, incuestionable”. A lo que ha añadido que “lo evidente, lo noble, lo automáticamente dado es lo que impide pensar”. A juicio de Albiac, “hablar de un arbitrio libre es hablar de un círculo cuadrado, puesto que la libertad proviene de una determinación propia”.
Como ha apuntado el ponente, “la mayor tragedia de la sociedad moderna es el tránsito de una categoría teológica a la categoría de la política, los totalitarismos no son más que esto”. Para Albiac, “la confusión del sueño con la realidad acarrea muchas complicaciones, sobre todo cuando quien los confunde tiene una instancia real de poder político”. El filósofo ha advertido finalmente que “de entre todos los pueblos, el más oprimido será aquel que mediante una tiranía revestida de suavidad será esclavo en nombre de sus propias reglas”.
En su intervención inicial, Lozano ha expuesto, desde una perspectiva histórica, el fenómeno de la libertad de creación. Para el ponente, “en su origen, la libertad de expresión en el plano político fue una conquista democrática del gobierno de comerciantes, un logro de la democracia liberal”. Del mismo modo, el escritor ha puesto de manifiesto cómo “la libertad de expresión existe gracias al desinterés o la indiferencia, pues sin éstos no hay tolerancia”. Por otro lado, el escritor se ha referido a la jurisprudencia relativa a la libertad de expresión en Estados Unidos, elaborada en los años sesenta, basada en el principio de neutralidad y ha explicado cómo “en ese momento se fue perfilando lo políticamente correcto, la imposición de una nueva ortodoxia, de un corsé, en una democracia que deja de ser laica y neutra, deja de ser dirigida por comerciantes y gestores honrados hasta llegar al totalitarismo”.Asimismo, Jiménez Lozano ha indicado que “la corrección política es un adiestramiento a los totalitarismos, y éstos celebran su triunfo cuando todos mienten, los de arriba y los de abajo”. El ponente ha concluido que asistimos “a la estetización de la realidad más terrible, la complacencia pública con el horror”.