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Un pesquero español se mantiene a la espera de poder entrar en Malta tras rescatar a 51 subsaharianos de un cayuco

El pesquero "Francisco y Catalina", con base en la localidad almeriense de Carboneras, se mantiene a la espera de poder atracar en La Valetta después de que el pasado viernes rescatara a 51 subsaharianos que se encontraban a la deriva en un cayuco. Las autoridades maltesas son reacias a la entrada de los sin papeles en el país, por lo que mantienen al barco español a unas 25 millas. La Embajada española está haciendo gestiones para que Malta permita la entrada de los inmigrantes, de hecho, este domingo concedió permiso a una madre y su hija de dos años, en estado de desnutrición, para ser atendidos en La Valetta, pero la madre se negó a desembarcar.

L D (EFE) Las autoridades de Malta se han brindado a desembarcar del pesquero español "Francisco y Catalina" a dos de los 51 inmigrantes que rescató el pasado viernes, una niña con síntomas de deshidratación y a su madre, pero ésta rechazó dejar el barco, según informó la embajadora de España en ese país, Marta Vilardel.

En conversación telefónica desde Malta, la embajadora explicó que continúa haciendo las gestiones necesarias para lograr el permiso de las autoridades maltesas para que el barco desembarque en el puerto de La Valleta a los inmigrantes que recogió el viernes en una patera en aguas de Libia. Inmigrantes que proceden de Eritrea.

La embajadora explicó que el estado de salud de los marineros españoles y de los inmigrantes africanos es bueno, de acuerdo con la visita realizada por un médico, salvo la de una niña de dos años que presentaba síntomas de deshidratación. En este caso concreto, las autoridades de Malta "se brindaron a desembarcar a la niña y a la madre, pero la madre se negó a dejar el barco y se atendió a la niña a bordo".

Sobre las tres de la tarde de este domingo, el pesquero español recibió un segundo avituallamiento de alimentos y agua, esta vez mediante un helicóptero en lugar de a través de un barco como el sábado, dijo la responsable de la legación diplomática. Ello obedece a que las Fuerzas Armadas maltesas "informaron que no tenían ningún barco disponible porque están llegando a Malta más pateras".

Además, explicó, otros dos pesqueros italianos avistaron anoche más pateras con inmigrantes ilegales, pero no los recogieron a bordo sino que se limitaron a dar aviso a las autoridades de este país. Según Vilardel, "desgraciadamente" se corre el riesgo de que las embarcaciones no quieran socorrer a las pateras o cayucos para evitarse problemas, "pero hay que tener en cuenta que hay convenios internacionales que obligan a prestar ayuda".

Sin embargo, este auxilio "se puede interpretar como hizo el patrón del pesquero español o como hicieron los italianos, que se limitaron a avisar que había una patera a la deriva en un lugar determinado".

Además de las negociaciones tendentes a lograr el desembarco de los inmigrantes, la embajadora ha gestionado el envío de alimentos, el acercamiento del barco hasta 16 millas de distancia de la costa para que la tripulación tuviera cobertura en los móviles y pudiera hablar con sus familias y con la embajada y la visita del médico. Vilardel no consideró como la solución más aceptable que el pesquero tuviera que regresar a España, ya que ello supondría cinco días de navegación.

En las negociaciones que lleva a cabo, dijo que está teniendo muy en cuenta el precedente de hace unos meses de un barco de recreo holandés que asistió a 22 personas en un cayuco en las costas turcas, y tras una intervención de la Organización Marítima Internacional y de la Alta Comisaría de la ONU para los Refugiados (ACNUR) fueron desembarcados en Turquía. Al igual que el sábado, el secretario de la embajada española visitó a la tripulación del "Francisco y Catalina".

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