L D (EFE) El luxemburgués Frank Schleck, del CSC, hizo cumbre en solitario en el Alpe D'Huez en su primera participación en el Tour de Francia y apuntó su nombre en la leyenda de la carrera, que en la decimoquinta etapa de su 93 edición vivió el paso del estadounidense Floy Landis, del Phonak, al mando de la general en detrimento del español Oscar Pereiro.
Schleck, de 26 años, lleva toda la temporada en una nube, ya que a la conquista del Alpe D'Huez ya añadió la Amstel Gold Race, un cuarto puesto en la Flecha Valona y un séptimo en la Lieja-Bastoña. Se doctoró en la primera etapa alpina y se convirtió en el heredero de Armstrong, el último ganador en este lugar santo del ciclismo, en 2004.
El corredor del equipo danés se presentó en meta a lo campeón, con tiempo para el deleite, tras las 4h.52.22 que necesitó para cubrir los 187 kms entre Gap y Alpe D'Huez. Damiano Cunego (Lampre), el "principito" del ciclismo italiano, escalador puro, le siguió a 11 segundos, después de un interesante mano a mano en el ascenso. Luego se presentaron en meta el italiano Garzelli, Landis y el alemán Kloden a 1.10. Rubén Lobato (Saunier), muy valiente fue sexto a 1.14 y más tarde entró Carlos Sastre (CSC), noveno a 1.35.
El ruso Dennis Menchov no aguantó el primer asalto alpino y cedió 2.21 respecto al vencedor y 1.11 con Landis, su rival. Oscar Pereiro perdió 2.49 y finalizó su sueño con el maillot amarillo después de dos jornadas inolvidables. El gallego, con buenas sensaciones, anunció que no se rinde y que peleará por la general.
El Alpe D'Huez, con sus 13,8 kms de ascenso y sus 21 curvas no reventó la general, pero si aclaró que Landis se queda como indiscutible favorito a suceder a Armstrong en el palmarés del Tour. Tampoco arrasó el líder del Phonak, pero estuvo al nivel de un candidato. Se puso al mando de la nave con sus rivales directos un poco más lejos.
Landis subió al podio con 10 segundos de ventaja sobre Pereiro y 2.02 respecto al francés Cyril Dessel (Ag2r), segundo y tercero respectivamente. Menchov ahora es cuarto a 2.12 y Carlos Sastre quinto a 2.17. Entre los 10 primeros se coló otro español, Haimar Zubeldia (Euskaltel), décimo a 6.20.
La esperada jornada alpina nació con una escapada multitudinaria en el km 36 en la que entraron 9 españoles: Egoi Martínez, Arrieta, Flecha, De la Fuente, Chente, Landaluze, Arroyo, Lobato y Vila, más Hincapie, tres hombres del CSC, Schleck, Voigt y Zabriskie, Hincapie, Cunego, Garzelli, un grupo con nombres de entidad con un duro camino por recorrer.
Garzelli (Liquigas) coronó destacado el Izoard (2.360 metros) con 1.07 de ventaja sobre David de la Fuente, que daba tiempo a Cunego, Patxi Vila y otros 14 corredores que aguantaban en la persecución. El grupo de Pereiro, a su paso, marcó en el alto un retraso de 6.30 una vez concluidos los 14,5 kms de ascenso al 7 por ciento de pendiente media. En el descenso sufrió una caída Egoi Martínez, dañado otra vez en la muñeca.
En el Col de Lautaret (2a), cuya carretera data de 1804 y ya era frecuentada por los romanos, condujo al guerrillero De la Fuente hasta la cima para reforzar su maillot de la montaña. El cántabro pasó ligeramente destacado de Patxi Vila. El pelotón con Pereiro a 4 minutos. Tom Boonen, campeón del mundo, se retiró en estas rampas sin haber ganado una etapa en la presente edición.
La batalla definitiva no se hizo esperar. Con la cima del Alpe D'Huez a 13 kms, Cunego dio el primer acelerón y seleccionó al grupo de cabeza. Por detrás, en la otra etapa, fueron los T-Mobile con Kloden y Sinkewitz los que descubrieron de inmediato la debilidad de Menchov, por lo que la táctica estaba clara. Arriesgar para dejar al ruso fuera de combate. Y a la fiesta se sumó Landis, que vio el filón.
La primera pelea entre los "anónimos" se mantuvo hasta 2 kms de meta, cuando arrancó sin respuesta el luxemburgués Schleck, un novato valiente, para presentarse en solitario y poner en la cima por primera vez la bandera de su país, glorificada anteriormente por los triunfos absolutos de Faber, Frantz y Charly Gaul, éste último vencedor un año antes que Bahamontes, en 1958.
En la segunda escena se produjo un viaje a tirones del grupo de Landis y Kloden, los más fuertes de los favoritos, crecidos por el hundimiento de Menchov, que sufría lo que no está en los escritos. Sastre y Leipheimer hicieron la "goma" pero finalmente no pudieron acabar junto al nuevo líder, aunque el español volvió a mostrar una regularidad que le permite soñar con el podio.
Alpe D'Huez, escenario del primer final en alto en la historia del Tour, coronó a la juventud e impulsó al posible heredero de Armstrong, a quien se echó de menos por aquellas grandes exhibiciones con su popular "molinillo".
La decimosexta etapa, la segunda en los Alpes entre Bourg D'Oisans y La Toussuire, ofrece de entrada el ascenso de 43 kms del Galibier (categoría espacial), el techo del Tour con sus 2.646 metros, más tarde la Croix de Fer (c.e), el Mollard (2a) y el final en el puerto inédito La Toussuire (1a). Otra jornada en busca de un vencedor final.
Schleck, de 26 años, lleva toda la temporada en una nube, ya que a la conquista del Alpe D'Huez ya añadió la Amstel Gold Race, un cuarto puesto en la Flecha Valona y un séptimo en la Lieja-Bastoña. Se doctoró en la primera etapa alpina y se convirtió en el heredero de Armstrong, el último ganador en este lugar santo del ciclismo, en 2004.
El corredor del equipo danés se presentó en meta a lo campeón, con tiempo para el deleite, tras las 4h.52.22 que necesitó para cubrir los 187 kms entre Gap y Alpe D'Huez. Damiano Cunego (Lampre), el "principito" del ciclismo italiano, escalador puro, le siguió a 11 segundos, después de un interesante mano a mano en el ascenso. Luego se presentaron en meta el italiano Garzelli, Landis y el alemán Kloden a 1.10. Rubén Lobato (Saunier), muy valiente fue sexto a 1.14 y más tarde entró Carlos Sastre (CSC), noveno a 1.35.
El ruso Dennis Menchov no aguantó el primer asalto alpino y cedió 2.21 respecto al vencedor y 1.11 con Landis, su rival. Oscar Pereiro perdió 2.49 y finalizó su sueño con el maillot amarillo después de dos jornadas inolvidables. El gallego, con buenas sensaciones, anunció que no se rinde y que peleará por la general.
El Alpe D'Huez, con sus 13,8 kms de ascenso y sus 21 curvas no reventó la general, pero si aclaró que Landis se queda como indiscutible favorito a suceder a Armstrong en el palmarés del Tour. Tampoco arrasó el líder del Phonak, pero estuvo al nivel de un candidato. Se puso al mando de la nave con sus rivales directos un poco más lejos.
Landis subió al podio con 10 segundos de ventaja sobre Pereiro y 2.02 respecto al francés Cyril Dessel (Ag2r), segundo y tercero respectivamente. Menchov ahora es cuarto a 2.12 y Carlos Sastre quinto a 2.17. Entre los 10 primeros se coló otro español, Haimar Zubeldia (Euskaltel), décimo a 6.20.
La esperada jornada alpina nació con una escapada multitudinaria en el km 36 en la que entraron 9 españoles: Egoi Martínez, Arrieta, Flecha, De la Fuente, Chente, Landaluze, Arroyo, Lobato y Vila, más Hincapie, tres hombres del CSC, Schleck, Voigt y Zabriskie, Hincapie, Cunego, Garzelli, un grupo con nombres de entidad con un duro camino por recorrer.
Garzelli (Liquigas) coronó destacado el Izoard (2.360 metros) con 1.07 de ventaja sobre David de la Fuente, que daba tiempo a Cunego, Patxi Vila y otros 14 corredores que aguantaban en la persecución. El grupo de Pereiro, a su paso, marcó en el alto un retraso de 6.30 una vez concluidos los 14,5 kms de ascenso al 7 por ciento de pendiente media. En el descenso sufrió una caída Egoi Martínez, dañado otra vez en la muñeca.
En el Col de Lautaret (2a), cuya carretera data de 1804 y ya era frecuentada por los romanos, condujo al guerrillero De la Fuente hasta la cima para reforzar su maillot de la montaña. El cántabro pasó ligeramente destacado de Patxi Vila. El pelotón con Pereiro a 4 minutos. Tom Boonen, campeón del mundo, se retiró en estas rampas sin haber ganado una etapa en la presente edición.
La batalla definitiva no se hizo esperar. Con la cima del Alpe D'Huez a 13 kms, Cunego dio el primer acelerón y seleccionó al grupo de cabeza. Por detrás, en la otra etapa, fueron los T-Mobile con Kloden y Sinkewitz los que descubrieron de inmediato la debilidad de Menchov, por lo que la táctica estaba clara. Arriesgar para dejar al ruso fuera de combate. Y a la fiesta se sumó Landis, que vio el filón.
La primera pelea entre los "anónimos" se mantuvo hasta 2 kms de meta, cuando arrancó sin respuesta el luxemburgués Schleck, un novato valiente, para presentarse en solitario y poner en la cima por primera vez la bandera de su país, glorificada anteriormente por los triunfos absolutos de Faber, Frantz y Charly Gaul, éste último vencedor un año antes que Bahamontes, en 1958.
En la segunda escena se produjo un viaje a tirones del grupo de Landis y Kloden, los más fuertes de los favoritos, crecidos por el hundimiento de Menchov, que sufría lo que no está en los escritos. Sastre y Leipheimer hicieron la "goma" pero finalmente no pudieron acabar junto al nuevo líder, aunque el español volvió a mostrar una regularidad que le permite soñar con el podio.
Alpe D'Huez, escenario del primer final en alto en la historia del Tour, coronó a la juventud e impulsó al posible heredero de Armstrong, a quien se echó de menos por aquellas grandes exhibiciones con su popular "molinillo".
La decimosexta etapa, la segunda en los Alpes entre Bourg D'Oisans y La Toussuire, ofrece de entrada el ascenso de 43 kms del Galibier (categoría espacial), el techo del Tour con sus 2.646 metros, más tarde la Croix de Fer (c.e), el Mollard (2a) y el final en el puerto inédito La Toussuire (1a). Otra jornada en busca de un vencedor final.