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Zapatero alaba su política de inmigración y tacha de "detestable" la confrontación partidista

Durante su intervención en la apertura del I Encuentro Iberoamericano sobre Migración y Desarrollo, Zapatero se ha felicitado de la política de inmigración de su gobierno, que ha calificado de "equilibrada y ambiciosa". Además ha tachado de "detestable" la confrontación partidista sobre este asunto en nuestro país. También ha asegurado que los países de destino no pueden abrir o cerrar sus fronteras "a voluntad" ni tampoco escoger sus políticas de integración.

Durante su intervención en la apertura del I Encuentro Iberoamericano sobre Migración y Desarrollo, Zapatero se ha felicitado de la política de inmigración de su gobierno, que ha calificado de "equilibrada y ambiciosa". Además ha tachado de "detestable" la confrontación partidista sobre este asunto en nuestro país. También ha asegurado que los países de destino no pueden abrir o cerrar sus fronteras "a voluntad" ni tampoco escoger sus políticas de integración.
L D (Europa Press) A pesar de que los centros de inmigrantes de Canarias se ven, cada día desbordados con las nuevas avalanchas de inmigrantes que llegan en Cayuco, o de los últimos capítulo de inmigración ilegal en Ceuta, o Málaga, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero ha subrayado que la política de inmigración del Ejecutivo socialista es "integral" y quiere ser "equilibrada y ambiciosa", partiendo de dos principios: "El principio de la legalidad porque la ley siempre beneficia a quien la cumple y el principio de reconocimiento y protección máxima de los derechos de las personas".
 
Zapatero ha asegurado que su Ejecutivo hace una política basada en la concertación. "Trabajamos para evitar que la inmigración sea motivo de controversia, de confrontación social y aún menos de competición entre fuerzas políticas que tratándose de seres humanos siempre sería una competición detestable". El jefe del Ejecutivo ha dicho que se terminaron ya los tiempos en que los países de destino podían abrir o cerrar "a voluntad" sus fronteras y escoger sus políticas de integración.
 
En ese punto, se ha referido al proceso de regularización de inmigrantes, que se encuentran sin papeles, para decir que "España ha realizado un ambicioso proceso de normalización del que nos sentimos satisfechos". Una normalización que para Zapatero tiene un objetivo claro: "derogar la hipocresía y el fraude, y reconocer que los inmigrantes son, ante todo, personas, seres humanos".
 
España, punto de destino
 
El Presidente ha dicho que ahora España es "punto de destino" para muchos de los descendientes de aquellos que un día acogieron a españoles en sus respectivos países". Para sostener sus afirmaciones ha dicho que "más de un millón de los 2,8 millones de inmigrantes que residen en España son iberoamericanos, de los cuales hay 400.000 ecuatorianos, más de 200.000 colombianos, cerca de 100.000 peruanos y de argentinos, así como más de 50.000 dominicanos junto a miles de hijos originarios de los países iberoamericanos".
 
Este proceso de normalización ha sido, en su opinión, "una iniciativa de gran alcance, pero coyuntural". Para Zapatero, de momento ha servido como punto de apoyo para establecer una base "firme" para este proyecto "global", cuyo punto de partida es la lucha contra la inmigración irregular. "Una lucha que debe iniciarse en los países de origen porque la primera víctima de la ilegalidad es el propio inmigrante" de quien ha dicho, se ve condenado "a la marginalidad, a esconderse, a no tener derechos, a perder parte de su condición humana, algo que es inadmisible".
 
El Presidente quiere explorar nuevas fórmulas
 
Zapatero ha sugerido la necesidad de explorar "fórmulas innovadoras" como los visados para búsqueda de empleo o "algunas formas de inmigración especialmente cualificada". Además, ha destacado que se haya dotado "significativamente" un fondo específico de acogida o integración social de los inmigrantes que se ha multiplicado por 23 veces, "llevándolo de 7,7 millones de euros a 182" en la actualidad.
 
Junto a la igualdad de derechos y oportunidades para los inmigrantes, Zapatero ha insistido en la necesidad del "respeto y tolerancia" de la diversidad y el apoyo "a la vinculación de los inmigrantes con sus familias, con sus comunidades, con sus culturas y con sus países de origen". También ha señalado como "muy relevante" la función de las remesas ya que actualmente alcanzan casi 600 millones de dólares al año desde España a los países iberoamericanos. "Estamos empeñados en darles un tratamiento beneficioso para los emigrantes. Igualdad y diversidad son las dos caras de la convivencia que pretendemos. El marco y las fronteras que aseguran esa convivencia son las reglas y valores que conforman el Estado de Derecho", apuntó.
 
Por último, expresó su confianza en que en la próxima Cumbre Iberoamericana que se celebrará en Montevideo (Uruguay), se pueda aprobar un plan de acción que permita abordar "objetivos compartidos y estrategias comunes".

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