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Rice pide un alto el fuego con garantías de que Israel no volverá a ser atacada por Hezbolá

La secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, afirmó tras reunirse en Jerusalén con el primer ministro israelí Ehud Olmert, que la violencia en Oriente Medio debe cesar aunque, subrayó, "no podemos volver a una situación en la que se disparan cohetes contra Israel". La jefa de la diplomacia estadounidense destacó que en el acuerdo de alto el fuego debe haber garantías permanentes para la seguridad de los israelíes. Olmert indicó que su país "seguirá luchando contra Hezbolá y no durará en emplear los medios necesarios por duros que sean". Según el mandatario, un quince por ciento de la población israelí permanece en los refugios desde hace catorce días.

La secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, afirmó tras reunirse en Jerusalén con el primer ministro israelí Ehud Olmert, que la violencia en Oriente Medio debe cesar aunque, subrayó, "no podemos volver a una situación en la que se disparan cohetes contra Israel". La jefa de la diplomacia estadounidense destacó que en el acuerdo de alto el fuego debe haber garantías permanentes para la seguridad de los israelíes. Olmert indicó que su país "seguirá luchando contra Hezbolá y no durará en emplear los medios necesarios por duros que sean". Según el mandatario, un quince por ciento de la población israelí permanece en los refugios desde hace catorce días.
LD (EFE) En un encuentro en Jerusalén, la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, afirmó que la violencia en Oriente Medio debe cesar pero no para volver a una situación en la que se disparen cohetes contra Israel. Rice señaló: "hay que terminar con la violencia pero no podemos volver a una situación en la que se disparan cohetes contra Israel". Y agregó que: "No tengo la intención de regresar aquí dentro de otras tres semanas, tres meses o seis meses; hay que lograr un acuerdo a largo plazo".
 
Por su parte, el jefe del Gobierno israelí sostuvo que "Israel seguirá luchando contra Hezbolá y no dudará en emplear los medios necesarios, por duros que sean, contra todo aquel que amenace a Israel". Según el mandatario, "un quince por ciento de la población de Israel está sentado en los refugios desde hace catorce días y sufre una ofensiva brutal por parte de la organización Hezbolá".
 
Horas después, Rice llegó a Ramala para entrevistarse con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Abú Mazen. En la conferencia de prensa posterior, el líder palestino pidió el cese inmediato de los ataques israelíes contra el Líbano y la franja de Gaza y dijo que "la violencia es el resultado natural de la ausencia de paz en la región" y por ello "se han de hacer todos los esfuerzos posibles para conseguir la paz". Por su parte, la alta funcionaria estadounidense manifestó que "necesitamos una paz duradera y consistente para la región" y en alusión a la crisis del Líbano manifestó que "queremos un alto el fuego que permita establecer la soberanía del gobierno libanés", según lo establecido en la resolución 1559 de la ONU.
 
De manera paralela a los altos contactos diplomáticos, la radio pública israelí informó de que un equipo de funcionarios de Israel y de EEUU estudia fórmulas destinadas a alcanzar un alto el fuego como "parte de una solución global". Rice dijo en la entrevista con Livni que la ofensiva contra Hezbolá debe concluir con "una victoria política". En ese encuentro, según fuentes diplomáticas, la estadounidense no puso plazos para que detenga la ofensiva, que este martes cumple dos semanas.
 
La posición de Washington coincide con la del Gobierno israelí en el sentido de que las condiciones para un alto el fuego incluyen la devolución de los dos militares de una patrulla israelí capturados por milicianos de Hezbolá, lo que desencadenó la actual crisis. Asimismo, los terroristas deberán cesar con los disparos de misiles a los que están expuestos más de setecientos mil civiles en ciudades y pueblos del norte de Israel.
 
Aparte de esos objetivos de carácter militar, en el plano político Hezbolá, representado en el Parlamento y en el Poder Ejecutivo libaneses, tendría que desarmar a sus miembros ­­-que reciben material de Irán y de Siria-, cuyo número se calcula en entre siete mil y doce mil, según la resolución 1559 del Consejo de Seguridad de la ONU.
 
Esa resolución de hace seis años, tras la retirada militar israelí de la "franja de seguridad" que ocupaba en el sur libanés, también ordena al Gobierno de Beirut a enviar a sus fuerzas para tomar el control de la frontera, que ejerce Hezbolá. Para cooperar con el Ejército libanés en esa misión, se crearía una fuerza multinacional, cuyos efectivos irían armados, para evitar el regreso de los terroristas a la frontera.

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