L D (EFE) España ha sumado su cuarta victoria en otros tantos partidos de preparación tras derrotar a Serbia y Montenegro con una gran autoridad en el que se suponía era el partido más complicado del seleccionado desde que iniciara su concentración para el Mundial de Japón. Pese a que se trataba de su tercer partido en tres días, el combinado hispano -que jugó sin Carlos Jiménez para estar con su esposa en el nacimiento de su hijo- saltó a la cancha pletórico y empezó a marcar diferencias desde los compases iniciales. En apenas tres minutos de partido, los pupilos de José Vicente Hernández ya vencían por 11-3.
Con un dominio aplastante en el rebote y un veloz juego de ataque, España tuvo en Pau Gasol y Juan Carlos Navarro sus estiletes ofensivos en los primeros compases del choque en particular y en la primera mitad en general. Entre los dos sumaron 29 puntos en los primeros veinte minutos, los mismos que Serbia-Montenegro en los dos primeros cuartos. A priori, este encuentro era el más serio de los compromisos que España había disputado hasta el momento en su preparación para el Mundial, pero los de Pepu Hernández lo solventaron por la vía rápida en otra demostración de poderío.
La diferencia no hizo más que aumentar conforme avanzaba el juego. Al finalizar el primer cuarto la ventaja ya era de diecisiete puntos (28-11) y en la recta final antes de que los jugadores se fueran al vestuario llegó a ser de 25 (51-26, minuto 19). La ventaja española no hacía más que incrementarse y todo pese a que el conjunto balcánico -en el que no estaban el base del Pamesa Valencia Vule Avdalovic ni el nuevo jugador del Tau Vitoria Igor Rakocevic- encontró en Zoran Erceg y Kosta Perovic una vía de anotación solvente.
El asfixiante calor del pabellón, el cansancio acumulado y la ventaja dieron pie a que el partido entrara en una fase mucho menos entretenida en el tercer cuarto. España no encontró en ataque las facilidades de los dos primeros cuartos y eso se reflejó en el tanteador, ya que sólo anotó catorce puntos en estos diez minutos. En cualquier caso, enfrente había un rival que no puso la oposición que de él se esperaba y sólo Darko Milicic hacía daño al conjunto español. Así, la ventaja no disminuyó y se mantuvo casi siempre por encima de los veinte puntos.
El último cuarto sirvió para que Pepu Hernández diera tiempo a los jugadores que menos han gozado sobre la pista durante la preparación e, incluso, no sólo probó a Eduardo Hernández-Sonseca y Marc Gasol, sino que también dispuso de ambos juntos sobre la cancha durante algunos minutos. En cualquier caso, el partido cambió de ritmo y ninguno de los dos equipos dio lo mejor de sí. Si acaso, Serbia-Montenegro intentó maquillar el marcador, pero con escaso éxito (83-62). De esta forma, España -que dedicó el triunfo a Jiménez en su paternidad- se adjudicó además el Torneo Internacional de la Comunidad Valenciana y firmó otra magnífica actuación que alimenta las ilusiones de hacer un gran papel en el Mundial de Japón.
Con un dominio aplastante en el rebote y un veloz juego de ataque, España tuvo en Pau Gasol y Juan Carlos Navarro sus estiletes ofensivos en los primeros compases del choque en particular y en la primera mitad en general. Entre los dos sumaron 29 puntos en los primeros veinte minutos, los mismos que Serbia-Montenegro en los dos primeros cuartos. A priori, este encuentro era el más serio de los compromisos que España había disputado hasta el momento en su preparación para el Mundial, pero los de Pepu Hernández lo solventaron por la vía rápida en otra demostración de poderío.
La diferencia no hizo más que aumentar conforme avanzaba el juego. Al finalizar el primer cuarto la ventaja ya era de diecisiete puntos (28-11) y en la recta final antes de que los jugadores se fueran al vestuario llegó a ser de 25 (51-26, minuto 19). La ventaja española no hacía más que incrementarse y todo pese a que el conjunto balcánico -en el que no estaban el base del Pamesa Valencia Vule Avdalovic ni el nuevo jugador del Tau Vitoria Igor Rakocevic- encontró en Zoran Erceg y Kosta Perovic una vía de anotación solvente.
El asfixiante calor del pabellón, el cansancio acumulado y la ventaja dieron pie a que el partido entrara en una fase mucho menos entretenida en el tercer cuarto. España no encontró en ataque las facilidades de los dos primeros cuartos y eso se reflejó en el tanteador, ya que sólo anotó catorce puntos en estos diez minutos. En cualquier caso, enfrente había un rival que no puso la oposición que de él se esperaba y sólo Darko Milicic hacía daño al conjunto español. Así, la ventaja no disminuyó y se mantuvo casi siempre por encima de los veinte puntos.
El último cuarto sirvió para que Pepu Hernández diera tiempo a los jugadores que menos han gozado sobre la pista durante la preparación e, incluso, no sólo probó a Eduardo Hernández-Sonseca y Marc Gasol, sino que también dispuso de ambos juntos sobre la cancha durante algunos minutos. En cualquier caso, el partido cambió de ritmo y ninguno de los dos equipos dio lo mejor de sí. Si acaso, Serbia-Montenegro intentó maquillar el marcador, pero con escaso éxito (83-62). De esta forma, España -que dedicó el triunfo a Jiménez en su paternidad- se adjudicó además el Torneo Internacional de la Comunidad Valenciana y firmó otra magnífica actuación que alimenta las ilusiones de hacer un gran papel en el Mundial de Japón.