L D (EFE) Los accionistas han hecho pocas preguntas y han aprovechado sus intervenciones para felicitar tanto a Fainé como al consejero delegado de Abertis, Salvador Alemany, quien ocupará idéntico cargo en el nuevo grupo.
Algunas de las preguntas se han referido a la posibilidad de que La Caixa pueda acabar perdiendo el control de la nueva Abertis, pero Fainé ha replicado: "La Caixa quiere tomar posiciones en todo el tema de infraestructuras. Llevo 29 años en la compañía y para La Caixa es un valor estratégico y pensamos permanecer. También me consta que otros accionistas piensan lo mismo" y añadió que recomendará "a La Caixa que compre acciones de Abertis porque las compañías son de los accionistas y si quieren que la sede siga en Barcelona, les aconsejo a ustedes que hagan lo mismo".
El presidente de la concesionaria española ha recordado que "Abertis nació en Cataluña y las propias cajas catalanas y españolas y los socios como ACS todos están de acuerdo en que la sede se encuentre en Barcelona y la sede está aquí, por el prestigio y la diversificación", ha explicado Fainé.
Cuestionado por las reservas del gobierno italiano ante la fusión, Fainé ha defendido que "este es un gran proyecto para Europa", y se ha mostrado convencido de que será posible convencer al ejecutivo que encabeza Romano Prodi. Sobre su continuidad en Abertis, asunto que ha surgido en una nueva pregunta, Fainé ha bromeado asegurando: "estamos potenciando un equipo pero estamos los dos, Alemany y yo, en buena forma. Y ha recordado que todavía le quedan "seis años más como director general de La Caixa".
El presidente de la concesionaria española ha recordado que "Abertis nació en Cataluña y las propias cajas catalanas y españolas y los socios como ACS todos están de acuerdo en que la sede se encuentre en Barcelona y la sede está aquí, por el prestigio y la diversificación", ha explicado Fainé.
Cuestionado por las reservas del gobierno italiano ante la fusión, Fainé ha defendido que "este es un gran proyecto para Europa", y se ha mostrado convencido de que será posible convencer al ejecutivo que encabeza Romano Prodi. Sobre su continuidad en Abertis, asunto que ha surgido en una nueva pregunta, Fainé ha bromeado asegurando: "estamos potenciando un equipo pero estamos los dos, Alemany y yo, en buena forma. Y ha recordado que todavía le quedan "seis años más como director general de La Caixa".
Posteriormente, en rueda de prensa, Fainé ha recalcado: "Abertis es un valor estratégico y pensamos que el papel de la caja será el de siempre y con un interés común". "Autopistas es un valor no especulativo que a largo plazo nos permite obtener rentabilidades de dos o tres puntos por encima de la deuda pública, lo que la hace muy atractivo para inversores a largo plazo. Y La Caixa es un accionista a largo plazo", ha detallado Fainé, quien sin embargo ha declinado explicar cuándo y hasta dónde puede comprar.
Lo cierto es que La Caixa puede ampliar su participación en la compañía resultante, que está previsto que ronde el 12%, porque el pacto entre los socios a tres años los obliga a no vender, o en caso contrario, ofrecer las acciones al resto de los firmantes, pero nada impide seguir adquiriendo títulos.
El capital de la nueva Abertis estará controlado mayoritariamente por grupos españoles y se repartirá de la siguiente manera: ACS (12,5%), La Caixa (11,7%), Caixa Catalunya (2,9%), la firma Sitreba -Banco de Valencia, CAM, Bancaja y Unicaja- (2,8%). Mientras, el grupo italiano Schema 28, donde la familia Benetton es mayoritaria, mantendrá el 24,9%, pero aquí Abertis tiene un 17% que se pondrá a la venta y que. según ha explicado Fainé, "supondrá vender el 3,3% de la nueva Abertis poniéndolo a disposición de los socios italianos", tal y como se ha ofrecido al ejecutivo de Italia para reducir la desconfianza que ha despertado esta operación.
En la junta el consejero delegado de Abertis, Salvador Alemany, ha matizado que "ahora la compañía ya es de control compartido", ha recordado, y ha subrayado que "los accionistas constituyen un núcleo con el que hay que contar". Después en la rueda de prensa, Alemany ha bromeado asegurando que "nunca aconsejaría a alguien que dijese que va a comprar porque entonces seguro que compra más caro".
En todo caso, las afirmaciones de Fainé se enmarcan en un contexto en el que La Caixa ha vendido Inmobiliaria Colonial, que hasta ahora era una de sus compañías estrella, y por lo tanto se está redefiniendo toda su cartera industrial. En este contexto cobra especial importancia que Fainé defina a Abertis como una inversión "estratégica", con lo que el director general de la entidad demuestra su voluntad de que Abertis no entre dentro del paquete de desinversiones. "Nuestras magnitudes se doblarán si se lleva a término esta fusión, con 6.000 millones de euros de ingresos, casi 4.000 millones de EBITDA –beneficio operativo– y 24.000 millones de euros de capitalización bursátil.
Respecto a las negociaciones con el gobierno italiano, los responsables de Abertis han señalado que esperan llegar a un acuerdo en noviembre, que ahora arrancarán las negociaciones formales con el ejecutivo de Romano Prodi y que por ahora Roma no ha expresado ninguna reserva a la presencia de constructores en la nueva Abertis con un papel destacado, tal y como tendrá ACS.
Lo cierto es que La Caixa puede ampliar su participación en la compañía resultante, que está previsto que ronde el 12%, porque el pacto entre los socios a tres años los obliga a no vender, o en caso contrario, ofrecer las acciones al resto de los firmantes, pero nada impide seguir adquiriendo títulos.
El capital de la nueva Abertis estará controlado mayoritariamente por grupos españoles y se repartirá de la siguiente manera: ACS (12,5%), La Caixa (11,7%), Caixa Catalunya (2,9%), la firma Sitreba -Banco de Valencia, CAM, Bancaja y Unicaja- (2,8%). Mientras, el grupo italiano Schema 28, donde la familia Benetton es mayoritaria, mantendrá el 24,9%, pero aquí Abertis tiene un 17% que se pondrá a la venta y que. según ha explicado Fainé, "supondrá vender el 3,3% de la nueva Abertis poniéndolo a disposición de los socios italianos", tal y como se ha ofrecido al ejecutivo de Italia para reducir la desconfianza que ha despertado esta operación.
En la junta el consejero delegado de Abertis, Salvador Alemany, ha matizado que "ahora la compañía ya es de control compartido", ha recordado, y ha subrayado que "los accionistas constituyen un núcleo con el que hay que contar". Después en la rueda de prensa, Alemany ha bromeado asegurando que "nunca aconsejaría a alguien que dijese que va a comprar porque entonces seguro que compra más caro".
En todo caso, las afirmaciones de Fainé se enmarcan en un contexto en el que La Caixa ha vendido Inmobiliaria Colonial, que hasta ahora era una de sus compañías estrella, y por lo tanto se está redefiniendo toda su cartera industrial. En este contexto cobra especial importancia que Fainé defina a Abertis como una inversión "estratégica", con lo que el director general de la entidad demuestra su voluntad de que Abertis no entre dentro del paquete de desinversiones. "Nuestras magnitudes se doblarán si se lleva a término esta fusión, con 6.000 millones de euros de ingresos, casi 4.000 millones de EBITDA –beneficio operativo– y 24.000 millones de euros de capitalización bursátil.
Respecto a las negociaciones con el gobierno italiano, los responsables de Abertis han señalado que esperan llegar a un acuerdo en noviembre, que ahora arrancarán las negociaciones formales con el ejecutivo de Romano Prodi y que por ahora Roma no ha expresado ninguna reserva a la presencia de constructores en la nueva Abertis con un papel destacado, tal y como tendrá ACS.