(Libertad Digital) La FIA se ha erigido como principal protagonista del GP de Hungría. Primero sancionó a Alonso en la tarde del viernes y, para compensar la desmesurada decisión, hizo lo propio con Schumacher este sábado por adelantar con bandera roja en la pista al de Renault y a Kubica.
Así, ambos tienen muy complicado sumar puntos en Hungaroring. Si ninguno de los dos consiguiera puntuar, al asturiano le bastaría con quedar segundo en todas las carreras para revalidar el título de campeón del mundo. Con el reparto de sanciones quedaba equilibrada la balanza y la batalla en los puesto de arriba también resultará prometedora.
Alonso y Schumacher pasaron el primer corte de la sesión clasificatoria. El alemán fue el más rápido de la primera y acabó decimotercero con los dos segundos de penalización. El asturiano, tercero, concluyó un puesto por detrás de él. Pero los segundos añadidos pesaron y los dos se quedaron fuera de la lucha por el triunfo final. El protagonismo fue entonces para Raikkonen, que firmaba la undécima pole de su carrera y segunda del año.
El compañero de Schumacher saldrá segundo y Barrichello será tercero. Button pudo haber sido cuarto, pero tuvo que cambiar el motor, por lo que perdió diez puestos en la parrilla de salida y la gran esperanza española en Hungaroring, Pedro Martínez de la Rosa, partirá en el cuarto lugar.
Es la mejor clasificación de su carrera en la fórmula uno, pero todavía quiere más. El mal sabor de boca que le dejó el abandono en el pasado Gran Premio hace que tenga ganas de aplacar a sus detractores -la prensa inglesa le vapulea por todos sitios- y exponerse en el mercado de volantes para la temporada que viene.