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España continúa invicta tras derrotar a Eslovenia en el Torneo Internacional de Singapur (96-85)

Los hombres de Pepu Hernández, seleccionador español de baloncesto, continúan imparables e invictos después de derrotar este viernes a Eslovenia por un claro 96-85. El equipo nacional ha vuelto ha demostrar con esta nueva victoria, en el primer partido del Torneo Internacional de Singapur, que es uno de las claros favoritos para estar arriba en Japón 2006. Es el séptimo partido amistoso que España juega antes de iniciar su andadura en el Mundial y todavía no conoce la derrota.

Los hombres de Pepu Hernández, seleccionador español de baloncesto, continúan imparables e invictos después de derrotar este viernes a Eslovenia por un claro 96-85. El equipo nacional ha vuelto ha demostrar con esta nueva victoria, en el primer partido del Torneo Internacional de Singapur, que es uno de las claros favoritos para estar arriba en Japón 2006. Es el séptimo partido amistoso que España juega antes de iniciar su andadura en el Mundial y todavía no conoce la derrota.
L D (EFE) España cada día que pasa funciona mejor o, al menos, eso es lo que demostró ante Eslovenia en su debut dentro del torneo internacional, última prueba antes del mundial. La selección ofreció una imagen más sólida, el ritmo del equipo de José Vicente Hernández ha subido varios enteros desde el cuadrangular del pasado fin de semana en Madrid. España sigue sin perder, y ya van siete amistosos resueltos con el resultado a favor.

La coordinación en defensa y en ataque ha subido varios enteros más. El equipo funciona dentro y fuera de la pista, por este motivo, hay que seguir pensando en positivo ante la cita mundialista ya que Eslovenia cuenta con una selección de primera línea. Quizás suena menos que otras, pero la calidad de sus hombres salta a la vista, Jaka Lakovic, Rado Nesterovic o Sani Becirovic, son claros ejemplos.

El choque, por las dos partes, fue vibrante por ritmo, por producción ofensiva, por intensidad en defensa y por motivación colectiva. El talento de Lakovic, uno de los bases más codiciados de Europa y el desatino en los tiros libres (12/21 en el primer cuarto) retrasó a España en el marcador (25-30). Los ocho rebotes ofensivos de los chicos de Ales Pipan en ese tramo también influyeron.
 
La entrada de Sergio Rodríguez fue el detonante de la ascensión española. El base canario puso la misma velocidad que Lakovic en Eslovenia y el marcador se equilibró para quedarse en un solo punto de diferencia después de los veinte primeros minutos.

El tercer cuarto, una vez más, supuso un punto de inflexión en el partido. El equipo nacional firmó un parcial de 21-13 sin alterar la cadencia de la rotación, el rol de cada jugador ni la fuerza de un bloque que, hasta ahora, maneja el tiempo de los partidos con una naturalidad exultante.

Los siete puntos de ventaja (70-77) que el cuadro español había acumulado en el tercer corte pasaron a trece (72-85) en los tres primeros del último. El banquillo es muy largo. Los jugadores están involucrados y, hay mucha hambre de victoria. Eslovenia no soportó el ritmo y no es un equipo cualquiera. España, está claro, tampoco.
 
El seleccionador aún esconde muchas bazas que utilizará sólo cuando esté en juego el Mundial. No obstante, esto no impide apreciar que las buenas formas del equipo sean evidentes, presiona, corre, rebotea, ataca con criterio, es solidario y competitivo.

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