(Libertad Digital) La patrullera matrícula M-04 de la Guardia Civil, con base en Fuerteventura y capacidad para entre seis y ocho tripulantes, ha apoyado el dispositivo de seguridad de la familia Rodríguez Espinosa, integrada por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, su esposa, Sonsoles Espinosa, y sus dos hijas.
La misión habitual de la patrullera es luchar contra la inmigración ilegal y el contrabando de drogas. Es la única que opera actualmente en Lanzarote, tras la avería de la embarcación con la que contaba esta isla, de menor capacidad, para cuatro tripulantes, que el pasado 7 de agosto chocó contra el muelle de Órzola, al norte de la isla, y tuvo que entrar en el varadero del puerto de Los Mármoles, Arrecife, donde se encuentra actualmente, para su reparación.
El presidente del Gobierno de Canarias, Adán Pablo Martín Menis, ha denunciado este mismo viernes la precariedad de los medios de la Guardia Civil y la Policía Nacional para la lucha contra la inmigración ilegal. Zapatero en persona prometió extender el SIVE (Servicio Integral de Vigilancia Exterior) a Lanzarote y Gran Canaria, poco después de su llegada a la Presidencia, pero, más de dos años después, no hay fecha para su instalación.
Durante las vacaciones de José Luis Rodríguez Zapatero, la única patrullera operativa en Lanzarote ha realizado tareas de apoyo a la seguridad del presidente y de su familia, durante las excursiones marítimas que han incluido prácticas de buceo de Sonsoles Espinosa. La esposa del presidente recibió clases exclusivas en noviembre de 2004, seis meses después de la llegada de Zapatero a La Moncloa, en la piscina de la Academia de la Guardia Civil de Valdemoro. La instalación fue desalojada para que la segunda dama pudiese practicar, lo que motivó la protesta de organizaciones profesionales de la Guardia Civil.
Durante sus expediciones por las calas de Lanzarote y el Archipiélago Chinijo –formado por los islotes de Alegranza, Lobos y Montaña Clara–, Sonsoles y Rodríguez Zapatero han estado arropados por tres lanchas zodiacs y la patrullera de la Guardia Civil, que vigila a una milla de distancia, aproximadamente, para que nadie acceda a la zona acordonada para el disfrute y la seguridad de la familia del jefe del Gobierno. Las mismas fuentes han indicado a Libertad Digital que dos de las lanchas neumáticas son de una capacidad para cuatro personas cada una, y la tercera, con capacidad para seis.
Entre el séquito de seguridad, se zambullen junto a la esposa de Rodríguez Zapatero agentes-rana –hombres y mujeres– del Servicio Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil y personal de seguridad de La Moncloa adiestrado en el buceo. Durante la inmersión –han señalado las mismas fuentes– la esposa permanece en todo momento escoltada, mientras en la superficie, el dispositivo de seguridad ocupa las playas cercanas y la patrullera de la Guardia Civil acordona la zona marítima.
Acercarse, una "misión imposible"
"Conseguir que un pescador te acerque en su barco para hacer una foto es misión imposible", relataba el pasado 4 de agosto la enviada especial de La Razón. "Quita, quita. Yo no quiero problemas, que luego se entera la presidenta –en Lanzarote, Sonsoles es la presidenta– y se enfada", recogió este testimonio la reportera.
El pasado 3 de agosto, la familia Rodríguez Espinosa disfrutó de un día de fondos marinos, chapuzones y sol con este despliegue de medios para su seguridad. La excursión incluyó las playas del Pozo, de 345 metros de longitud, y Playa Quemada, de arena negra y mar quieta, frecuentada por los naturistas. Se trata de calas de difícil acceso, en el municipio de Yaiza, sureste de Lanzarote. En otras expediciones, la esposa presidencial se ha adentrado en las maravillas submarinas de los jameos de Alegranza –Archipiélago Chinijo– o en las aguas de la playa de El Francés, en La Graciosa.
Ecos de sociedad
Los ecos de sociedad de la prensa local refieren que Sonsoles volvió a visitar el 3 de agosto Sam, su perfumería favorita en la isla, para adquirir perfumes y cremas. Por la noche, el matrimonio cenó en el restaurante-buffette del hotel Meliá Salinas –Cinco Estrellas Gran Lujo– junto al secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda.