L D (EFE) El pasado 5 de agosto, la Junta de Tratamiento del centro penitenciario de Segovia decidió que el ex secretario de Estado de Seguridad Rafael Vera, condenado por el caso "fondos reservados", pudiera salir de prisión veinticuatro horas durante la semana, ya que el régimen de aislamiento al que ha tenido que ser sometido en la cárcel, en atención a los cargos que ocupó, le ha producido una depresión.
La Junta decidió mantenerle en segundo grado (régimen ordinario), pero también aplicarle el artículo 100 del reglamento penitenciario, un precepto que se utiliza para determinados casos y que permite a los reclusos estar sometidos a un programa de tratamiento.
En concreto, ese artículo explica la clasificación penitenciaria de los penados en grados -primero, segundo y tercero- y contempla, con el fin de hacer el sistema más flexible, que el equipo técnico de la prisión pueda proponer a la Junta de Tratamiento que, respecto de cada interno, adopte un modelo de ejecución en el que puedan combinarse aspectos característicos de cada uno de los grados.
Las citadas fuentes argumentaron que ninguno de los 17 presos han solicitado acogerse al citado precepto para seguir un programa de tratamiento y que se han limitado a solicitar, cada uno de ellos, a través de un escrito de las mismas características, poder salir de prisión de lunes a jueves durante seis horas para "mitigar la depresión".
Además, las mismas fuentes señalaron que los integrantes de la Junta de Tratamiento han tenido en cuenta para rechazar algunas de las solicitudes que los internos contaban con sanciones por distintos motivos.
La Junta decidió mantenerle en segundo grado (régimen ordinario), pero también aplicarle el artículo 100 del reglamento penitenciario, un precepto que se utiliza para determinados casos y que permite a los reclusos estar sometidos a un programa de tratamiento.
En concreto, ese artículo explica la clasificación penitenciaria de los penados en grados -primero, segundo y tercero- y contempla, con el fin de hacer el sistema más flexible, que el equipo técnico de la prisión pueda proponer a la Junta de Tratamiento que, respecto de cada interno, adopte un modelo de ejecución en el que puedan combinarse aspectos característicos de cada uno de los grados.
Las citadas fuentes argumentaron que ninguno de los 17 presos han solicitado acogerse al citado precepto para seguir un programa de tratamiento y que se han limitado a solicitar, cada uno de ellos, a través de un escrito de las mismas características, poder salir de prisión de lunes a jueves durante seis horas para "mitigar la depresión".
Además, las mismas fuentes señalaron que los integrantes de la Junta de Tratamiento han tenido en cuenta para rechazar algunas de las solicitudes que los internos contaban con sanciones por distintos motivos.