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Israel afirma que el baremo que se utiliza con su país no es el mismo que con Hezbolá

Las críticas la ONU al uso por parte de Israel de bombas de racimo en la guerra del Líbano son "hipócritas y sesgadas", e ignoran la realidad sobre el terreno, dijo el jefe de la Oficina de Prensa del Gobierno, Daniel Seaman. "Las críticas de la ONU son selectivas e hipócritas", declaró Seaman, se refirió con estos comentarios a las críticas del subsecretario general de Asuntos Humanitarios de la ONU, Jan Egeland, quien calificó de "inmoral" el uso de bombas de racimo. El jefe de la Oficina de Prensa señaló que esas bombas no están prohibidas si se utilizan contra un objetivo militar, y que el derecho internacional considera como tal cualquier lugar desde el que se lanza un ataque.

Las críticas la ONU al uso por parte de Israel de bombas de racimo en la guerra del Líbano son "hipócritas y sesgadas", e ignoran la realidad sobre el terreno, dijo el jefe de la Oficina de Prensa del Gobierno, Daniel Seaman. "Las críticas de la ONU son selectivas e hipócritas", declaró Seaman, se refirió con estos comentarios a las críticas del subsecretario general de Asuntos Humanitarios de la ONU, Jan Egeland, quien calificó de "inmoral" el uso de bombas de racimo. El jefe de la Oficina de Prensa señaló que esas bombas no están prohibidas si se utilizan contra un objetivo militar, y que el derecho internacional considera como tal cualquier lugar desde el que se lanza un ataque.

LD (EFE) Seaman rechazó que quienes critican a Israel no destaquen que Hezbolá disparó sus misiles contra el norte de ese país con la intención exclusiva de dañar a civiles. El baremo que se aplica a Israel, insistió, no se utiliza en el caso de Hezbolá y no se denuncia que "busque asesinar a civiles de forma indiscriminada y deliberada", como tampoco se denuncian las acciones palestinas que siguen estas mismas pautas, manifestó. El portavoz rechazó asimismo las críticas del representante de la ONU al hecho de que estas bombas se utilizaran sobre todo en las últimas 72 horas del conflicto, cuando se sabía que el alto el fuego estaba cerca.

Todas estas críticas son un intento de dar una imagen "siniestra de Israel", concluyó Seaman, quien se quejó de que por costumbre se tolere mucho menos de Israel que de cualquier otro. Aconsejó, además, a la ONU "que se investigue a sí misma", porque, cuando Israel salió del Líbano hace seis años, las Naciones Unidos asumieron "ciertas obligaciones" en cuanto a su seguridad y pese a ello el grupo terrorista Hezbolá pudo crear una amenaza en la frontera.

Israel, añadió, que no disparó intencionadamente contra una zona poblada, fue el grupo terrorista chíi Hezbolá el que decidió lanzar sus ataques contra Israel desde allí, y, "según el derecho internacional, cualquier lugar desde el que se lanza un ataque se convierte en objetivo legítimo y deja de ser zona civil", afirmó. Asimismo, dijo, se suele olvidar que fue Hezbolá quien atacó a Israel, que "actúo en autodefensa para proteger a su población civil hacia la que tiene una responsabilidad".

Seamen preguntó por qué no se condena que los terroristas de Hezbolá lanzaran en esas 72 horas más misiles que nunca contra el norte de Israel, y señaló que esto es una prueba más del doble rasero imperante. Sobre las críticas a la respuesta "desproporcionada" de Israel a la captura de dos de sus soldados por parte del grupo terrorista Hezbolá, el funcionario contestó que el derecho internacional deja a un Estado la libertad de elegir qué respuesta "convencional" quiere dar a un ataque.

El Ejército israelí ha contestado, por su parte, a las críticas de la ONU con un breve comunicado en el que afirma que la "bombas de racimo son legales bajo la ley internacional y las fuerzas armadas de Israel utilizan esas municiones en acuerdo con baremos internacionales".



 

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