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SEGÚN THE SUN SERÍA EN MAYO DE 2007

Dimiten seis miembros de bajo rango del Gobierno de Blair por su negativa a fijar la fecha de su retirada

El subsecretario de Estado de Defensa británico, el diputado Tom Watson, y otro responsable gubernamental de bajo rango dimitieron este miércoles en protesta por la renuencia del primer ministro, Tony Blair, a fijar una fecha para abandonar el poder. Watson, promocionado en el Ejecutivo por el propio Blair, justificó su decisión argumentando que "no interesa ni al partido (laborista) ni al país" que el primer ministro continúe al frente del Gobierno. Además, otros cuatro miembros con cargos de poca relevancia también presentaron su renuncia.

El subsecretario de Estado de Defensa británico, el diputado Tom Watson, y otro responsable gubernamental de bajo rango dimitieron este miércoles en protesta por la renuencia del primer ministro, Tony Blair, a fijar una fecha para abandonar el poder. Watson, promocionado en el Ejecutivo por el propio Blair, justificó su decisión argumentando que "no interesa ni al partido (laborista) ni al país" que el primer ministro continúe al frente del Gobierno. Además, otros cuatro miembros con cargos de poca relevancia también presentaron su renuncia.
L D (EFE) En una carta de renuncia remitida a Blair, el diputado Watson dice: "Comparto la opinión de la abrumadora mayoría del partido y del país de que la única forma de que el partido y el Gobierno se renueven en el poder es que se renueve urgentemente su liderazgo".

Posteriormente, el diputado Khalid Mahmood, secretario parlamentario privado del secretario de Estado de Interior, Tony McNulty, anunció también su dimisión por el mismo motivo. Ambos parlamentarios forman parte de los diecisiete diputados laboristas que esta semana firmaron una carta exigiendo al líder laborista que aclare cuándo dejará exactamente el Gobierno.

El primer ministro, por su parte, se apresuró a emitir un comunicado en el que subraya que su intención era, de cualquier manera, despedir a Watson por rubricar una carta "desleal, descortés y errónea". El dimisionario reveló también que fue advertido la pasada noche por la jefe de disciplina parlamentaria del partido Laborista, Jacqui Smith, de que su posición en el Gobierno era "insostenible" a menos que retirase su nombre de la polémica misiva. "He reflexionado esta pasada noche. No puedo retirar mi nombre y, por tanto, acepté el juicio de ella (Smith). Con la mayor tristeza, por consiguiente, debo abandonar el Gobierno", señaló Watson.

El 10 de Downing Street, residencia oficial y oficina del primer ministro, trató este martes de contener el creciente descontento de muchos diputados laborista, mientras varios miembros del Gobierno leales a Blair aseguraron que el gobernante se retirará en un año. Blair anunció en el 2005, tras lograr un histórico tercer mandato para el laborismo, que no aspirará a una cuarta legislatura en las próximas elecciones generales, previstas para 2010, pero se niega poner fecha a su renuncia.

Sin embargo, cada vez son más los diputados laboristas que exigen al primer ministro un calendario para ceder el poder al influyente ministro de Economía, Gordon Brown, considerado su sucesor natural. El diario sensacionalista The Sun publicó este miércoles que el jefe del Ejecutivo renunciará el 31 de mayo del 2007 al liderazgo del Partido Laborista. Según el periódico, Blair abandonará después, el 26 de julio, su residencia oficial de Downing Street tras un récord de más de diez años al frente del Gobierno británico, aunque la oficina del jefe laborista rehusó confirmar ambas fechas.

De acuerdo con The Times, alrededor de un centenar de diputados laboristas advertirán próximamente a Blair de que debe confirmar públicamente su fecha de retirada si no quiere exponerse a un motín destinado a desalojarle por la fuerza del poder. El problema para el primer ministro es que la rebelión no se limita ya a la tradicional izquierda laborista, que considera que Blair ha secuestrado al partido para hacer con la etiqueta de Nuevo Laborismo una política que podrían suscribir los conservadores.

Entre los firmantes de la carta de los diecisiete rebeldes laboristas figuran también varios diputados llegados en 2001 al Parlamento precisamente bajo ese Nuevo Laborismo, como el propio Watson.

La oposición a Blair obedece a muchos motivos, que van desde la irritación del ala sindical por las reformas liberalizadoras del Primer Ministro a las protestas de la izquierda pacifista por la guerra de Irak y la falta de solución al conflicto de Oriente Medio. Asimismo, numerosos parlamentarios simplemente tienen miedo a perder su escaño en los próximos comicios generales.

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