(Libertad Digital) Si Zapatero utilizó una comparecencia sin preguntas en el Congreso de los Diputados para anunciar el fin de la verificación del alto el fuego y el inicio de la fase de negociación con los terroristas, en vez de una intervención en el pleno, el presidente del Gobierno ha utilizado esta vez un semanario alemán para informar a la sociedad española de los "primeros contactos exploratorios y preliminares" con la organización terrorista ETA.
Unos contactos que llegan cuando los terroristas y su entorno se encuentran en un momento de actividad frenética. El último comunicado de ETA, hecho público el pasado 18 de agosto, llamaba a los proetarras a "acumular fuerzas" y a que ejerciesen "una presión popular con el fin de alcanzar una situación democrática basada en los derechos de Euskal Herria".
Desde entonces, Batasuna-ETA ha convocado una marcha multitudinaria por las calles de Bilbao; Segi ha convocado un acto político en la capital vizcaína, y Askatasuna llevó a cabo una marcha-homenaje al sanguinario etarra De Juana Chaos. A esto se une una concentración de Askatasuna frente a la sede del PSOE en San Sebastián y los tres actos previstos para este fin de semana: Manifestación y Asamblea Nacional de Batasuna-ETA el sábado en Alsasua y la marcha de Askatasuna a favor de los etarras encarcelados el domingo en San Sebastián.
También han llevado la presión del hacha y la serpientes hasta las principales fiestas vascas. Lequeitio y Bilbao han visto como se utilizaban los actos más representativos y las casetas populares para exhibir anagramas de ETA y símbolos próximos a la organización terrorista.
La movilización en las calles del entorno de los terroristas no sólo ha llegado en forma de manifestación, sino también han seguido utilizando el terrorismo callejero como forma de hacer política. Este martes, varios encapuchados cruzaron y quemaron varios contenedores de basura en las calles del centro de San Sebastián. Con este acto, se contabilizaba el ataque número noventa desde la tregua. Pocos días antes, ocho cócteles molotov habían impactado contra la fachada de la Subdelegación del Gobierno en Álava y se había quemado un autobús en San Sebastián.
Noventa ataques en seis meses. Empresas, medios de comunicación, cargos públicos o sedes de partidos han sido los objetivos de estos ataques. Muy lejos quedan ya las palabras del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, tras la quema de la ferretería de un edil de UPN en Barañáin, cuando aseguró que la violencia callejera era incompatible con la tregua.
Cartas de extorsión
Los terroristas también se han preocupado por seguir engordando sus cuentas. Un informe del Foro de Ermua hecho público esta semana afirma que ETA podría haber recaudado cerca de un millón de euros desde el inicio de la tregua a través de las cartas de extorsión. El documento indica que los empresarios han recibido hasta cuatro oleadas de estas cartas, en las que se les exigía cantidades entre 18.000 y 60.000 euros.
Con las primeras denuncias públicas por las cartas de extorsión, y a pesar de ponerlas en entredicho, el Gobierno afirmó, al igual que con el terrorismo callejero, que su existencia era incompatible con la tregua. Pocos semanas después, ante la evidencia, el presidente del Gobierno reconocía la existencia de las mismas y les restaba importancia.
El Foro de Ermua también indica que la banda recauda dinero por otros medios, puesto que continúa en marcha la emisión de bonos (unos 1.200) para que los simpatizantes de ETA colaboren con los terroristas con hasta 60 euros. Para su difusión, continuarían contando con la red de herriko tabernas y la colaboración de Ekin. El documento destaca que habrían obtenido dinero mediante rifas en fiestas patronales de localidades vascas o coaccionando a los comerciantes para que les den un donativo.
El informe del colectivo cívico se refiere tabién a las actividades logísticas de la banda, que continúan en Francia, donde han contabilizado 21 robos de coches, el descubrimiento de un arsenal de explosivos y de diez refugios de terroristas. A esto habría que reunir las últimas prácticas con armamento que han hecho los terroristas. La semana pasada, la Cadena Ser filtró que Francia había comunicado al Gobierno español que había encontrado un coche de ETA explosionado con bomba-lapa, y que podían haber ensayado nuevos mecanismos de explosión.