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Valverde mantiene a raya a Vinokourov y Sastre en Calar Alto para reforzar su liderato en la Vuelta

El español Igor Antón, del Euskatel, ha logrado su primera victoria como profesional al imponerse de la decimosexta etapa de la Vuelta a España, de 145 kilómetros entre Almería y el Observatorio Astronómico de Calar Alto -la cima más elevada de la presente edición con 2.090 metros-. Pero el gran protagonista ha sido Alejandro Valverde (Illes Balears). El portador del jersey oro de líder, que entraba segundo en la meta, controló en todo momento los ataques del kazajo Alexandre Vinokourov (Astaná), que ha sido tercero y se sitúa segundo en la general.

El español Igor Antón, del Euskatel, ha logrado su primera victoria como profesional al imponerse de la decimosexta etapa de la Vuelta a España, de 145 kilómetros entre Almería y el Observatorio Astronómico de Calar Alto -la cima más elevada de la presente edición con 2.090 metros-. Pero el gran protagonista ha sido Alejandro Valverde (Illes Balears). El portador del jersey oro de líder, que entraba segundo en la meta, controló en todo momento los ataques del kazajo Alexandre Vinokourov (Astaná), que ha sido tercero y se sitúa segundo en la general.
L D (EFE) Antón entró en solitario dando validez a un salto que protagonizó en los últimos tres kilómetros y a un sueño que a sus 23 años no se podía imaginar, y que hizo posible al alzar los brazos alborozado, incrédulo, con un tiempo de cuatro horas, 29 minutos y 42 segundos, logrando así su primera victoria como profesional desde su debut en 2004.

A continuación, en el duelo de titanes, Valverde estuvo enorme y demostró que será difícil apartarle de lo más alto del podio en Madrid. Aguantó los previsibles ataques y obtuvo la segunda plaza y los doce segundos de bonificación, por delante de Vinokourov, que se confirma como rival directo con la segunda plaza de la general. Junto a Samuel Sánchez llegaron a 23 segundos de Igor Antón. La pelea de Calar le costó cinco segundos a Carlos Sastre, que ha sido quinto, y 1:28 al kazako Andrey Kashechkin (Astaná), que no aguantó con los mejores y desaparece del podio, en el que figuran Valverde, Vinokourov, a 1.42 y Sastre con el mismo tiempo que el jefe de filas del Astaná.

Valverde, que salió con un amuleto, manda un aviso de autoridad a todos sus rivales y pasa con nota el primer examen de las tres jornadas de montaña en Andalucía. Sufrió los ataques esperados, en dos ocasiones de 'Vino' y Sastre, pero el murciano, sobrado de fuerzas, emitió señales de suficiencia y serenidad. La tranquilidad de un campeón que lleva camino de coronarse en su primera carrera grande el próximo domingo en el madrileño Paseo de la Castellana. Su equipo también funcionó, como esperaba Valverde. Estuvo atento el Illes Balears cuando en el kilómetro 40 se formó la escapada controlada de la jornada. El líder mandó por delante a Óscar Pereiro, y el equipo aspirante, el Astaná, a José Antonio Redondo. Con ellos estaban el infatigable Egoi Martínez, Iñigo Chaurreau, Iñigo Landaluze, Ardila, Fofonov, Jeremy, Spezialeti, Becke y Arvesen. Licencia para rodar para un grupo que no daba quebraderos de cabeza a los 'gallitos' de la Vuelta, que tenían marcado el último ascenso a Calar Alto para jugar sus cartas.
 
Así, la escapada coronó el primer puerto del día, el Alto de Velefique (de primera categoría, en el kilómetro 56) con Egoi Martínez en cabeza y el pelotón a 3.40 minutos. El corredor del Discovery, ganador en la etapa de Burgos, tuvo el honor de conquistar el primer paso por Calar Alto (kilómetro 88), en el punto más alto de la Vuelta a 2.090 metros de altitud. El grupo ya iba destrozado en este punto y los favoritos reunidos en unos metros, ya bajo una lluvia que enfriaba el cuerpo. José Antonio Redondo, un neoprofesional del Astaná de 23 años, rompió la disciplina del grupo en fuga y puso distancia en las tendidas rampas de Calar Alto, bajo el aguacero, empapado en ilusión y escapando al gran grupo que poco a poco iba devorando a los antiguos componentes de la aventura. Voló Redondo soñando que podría estrenar su palmarés en lugar tan distinguido como Calar, pero las escaramuzas entre la alta jerarquía le arruinó el proyecto. Mientras Sastre y Vinokourov se fajaban contra Valverde, aprovechó la coyuntura Igor Antón para salir disparado hacia la cima.
 
Era el día del descaro juvenil, y el ciclista de Galdakano invirtió todo lo que llevaba dentro en 4.000 metros que le separaban de conocer cómo es un sueño hecho realidad. Antón atesoró un puñado de 30 segundos, levitó por la mojada carretera almeriense, demostrando sus aptitudes de escalador. Y además se acordó de las hazañas de su compañero e ídolo Roberto Laiseka. La motivación que le faltaba para ganar la etapa y evitar que las estrellas del ciclismo le pasaran por encima. "Es un sueño que no sabía que podía conseguir, yo solo había venido a aprender", decía Antón, un alumno que ha aprendido rápido el oficio de ciclista. Mientras, entre las estrellas consagradas, la de Valverde brillaba más que ninguna, apuntando hacía Madrid.
 
La decimoséptima etapa de la Vuelta ofrece tres puertos de montaña, dos de primera categoría: el Alto de Albondán y de Monachil (kilómetros 37 y 139) y una de tercera, el Alto de Lanjarón (km. 79), que unirán Adra y Granada a través de 159,2 kilómetros de recorrido. Las estrategias de equipo tienen campo abonado, al igual que los aventureros.
 
 

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