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Los proetarras atacan un monolito que recuerda a las dos últimas víctimas de ETA en Sangüesa

El monolito que recuerda en Sangüesa (Navarra) a las dos últimas víctimas mortales de ETA, los policías nacionales Julián Embid y Bonifacio Martín, fue atacado la madrugada de este viernes por jóvenes proetarras, quienes rodeadon de basura el monumento y pintaron sobre él un dibujo figurativo de una bomba explotando. También ha sido atacado este viernes por la noche un cajero automático en Oyarzun, Guipúzcoa. A esto, se une el homenaje que el ayuntamiento de Oñate realizará a los terroristas de ETA encarcelados. El acto fue denunciado por el PP tras la incorporación del mismo al programa de actos festivos de la localidad guipuzcoana.

El monolito que recuerda en Sangüesa (Navarra) a las dos últimas víctimas mortales de ETA, los policías nacionales Julián Embid y Bonifacio Martín, fue atacado la madrugada de este viernes por jóvenes proetarras, quienes rodeadon de basura el monumento y pintaron sobre él un dibujo figurativo de una bomba explotando. También ha sido atacado este viernes por la noche un cajero automático en Oyarzun, Guipúzcoa. A esto, se une el homenaje que el ayuntamiento de Oñate realizará a los terroristas de ETA encarcelados. El acto fue denunciado por el PP tras la incorporación del mismo al programa de actos festivos de la localidad guipuzcoana.
L D (Agencias) El ataque tuvo lugar en la madrugada de este viernes, según confirmó el delegado del Gobierno en Navarra, Vicente Ripa, quien, en rueda de prensa, calificó este suceso como "un acto vandálico, miserable e inhumano que ofende la conciencia de toda persona de bien".

El delegado precisó que "la Guardia Civil está trabajando con la recopilación de testimonios para intentar averiguar la identidad y el paradero de los sinvergüenzas que han cometido esta tropelía, unas personas carentes del más elemental sentido de la educación y del respeto a los demás".
 
El ataque coincidió con la celebración de las fiestas patronales de la localidad. Julián Embid y Bonifacio Martin murieron el 30 de mayo de 2003 al estallar una bomba colocada en su coche por ETA en el último atentado mortal perpetrado por la banda terrorista.
  
Homenaje en Oñate
 
Por otra parte, la presidenta del PP, María José Usandizaga, calificó de "vergonzoso y denigrante que en un programa de fiestas se contemple ensalzar y apoyar a unos terroristas". En este sentido, se preguntó "cómo se puede considerar esto como un acto festivo" y si "la alcaldesa de Oñate cree que apoyar a unos asesinos y criminales constituye un paso hacia la normalización".
  
A su juicio, el equipo de gobierno del Consistorio de Oñate "se muestra indigno de dirigir una institución democrática, y deja claro que está sometido a los radicales y que cede a sus imposiciones".
  
Usandizaga señaló que "con este tipo de concesiones y con estas actitudes no es de extrañar que la izquierda radical esté cada vez más envalentonada y más activa", y que ello "se refleje en las calles y ciudades de Euskadi, donde proliferan otra vez los actos de terrorismo callejero", añadió.
  
La dirigente popular consideró "intolerable que desde nuestras instituciones un día sí y otro también no sólo se toleren sino que incluso se impulsen este tipo de homenajes a unos criminales que sólo pretenden acabar con nuestra democracia".
  
Asimismo, cuestionó si "el tipo de convivencia y reconciliación que se nos está proponiendo ahora" es "homenajear a los verdugos como si fueran héroes y humillar de este modo a las víctimas". "¿Son estos los gestos de apoyo a las víctimas del terrorismo que nos promete el nacionalismo?", agregó.
  
Finalmente, defendió que "si de verdad queremos que en el País Vasco vuelva a reinar la libertad, que nadie se sienta amenazado, no se deben permitir ni tolerar y mucho menos avalar desde las propias instituciones actos y homenajes que no son otra cosa que apología del terrorismo".
 
Ataque a una sucursal bancaria
 
Un grupo de desconocidos lanzó un cóctel molotov este viernes contra una sucursal bancaria en la localidad de Oyarzun, Guipúzcoa. El ataque dañó el cajero automático del exterior de la oficina y tuvo que intervenir la Policía Autonómica Vasca para apagar el fuego, según informa la Agencia EFE.

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