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La junta militar golpista de Tailandia prohíbe todas las actividades políticas

La cúpula militar golpista que rige Tailandia prohibió este jueves todas las actividad políticas, incluidas las reuniones de los partidos legalmente constituidos. La prohibición de las actividades políticas fue anunciada el mismo día en el que el Consejo ordenó a los medios de comunicación nacionales censurar las informaciones que contengan opiniones, entre otras cosas. Mientras, el ejército reduce su presencia de las calles de Bangkok y el primer ministro depuesto, Shinawatra, en Londres, asume con normalidad su nueva situación: "era primer ministro cuando me fui, y ahora soy un desempleado".

La cúpula militar golpista que rige Tailandia prohibió este jueves todas las actividad políticas, incluidas las reuniones de los partidos legalmente constituidos. La prohibición de las actividades políticas fue anunciada el mismo día en el que el Consejo ordenó a los medios de comunicación nacionales censurar las informaciones que contengan opiniones, entre otras cosas. Mientras, el ejército reduce su presencia de las calles de Bangkok y el primer ministro depuesto, Shinawatra, en Londres, asume con normalidad su nueva situación: "era primer ministro cuando me fui, y ahora soy un desempleado".
L D (EFE) El Consejo Administrativo para la Reforma, órgano de gobierno creado por los militares tras el golpe de Estado perpetrado el pasado martes, informó mediante un comunicado de que "los partidos políticos actuales no serán disueltos, pero no pueden llevar a cabo actividad alguna hasta nuevas instrucciones".

La junta militar que preside el jefe del Ejército, general Sondhi Boonyaratglin, y de la que forman parte los jefes de las Fuerzas Armadas, Fuerza Aérea, la Armada y la Policía Nacional, recordó también "que las reuniones de más de cinco personas permanecen prohibidas". "Las informaciones que contengan opinión serán censuradas", dijo un portavoz de la comandancia militar para la información pública.

Tras el golpe de Estado perpetrado cuando el primer ministro Thaksin Shinawatra se encontraba en Nueva York para participar en la Asamblea General de la ONU, los militares declararon la ley marcial, anularon la Constitución y disolvieron el Parlamento y el Tribunal Constitucional.

Shinawatra, a quien la cúpula militar acusará formalmente de corrupción y fraude electoral, es el fundador del partido de corte nacionalista "Thai Rak Thai" (Tailandeses Aman lo Tailandés), con el que ganó las elecciones legislativas celebradas el pasado 2 de abril y que invalidó el Tribunal Supremo posteriormente al considerar que fueron "inconstitucionales".

El ex ministro de la Oficina del Primer Ministro Newin Chibchob quedó detenido en el cuartel general del Ejército después de que se entregara voluntariamente a las autoridades militares, que habían ordenado su búsqueda, según informaron los canales estatales de televisión.

Otro de los reclamados, el ex ministro de Recursos Naturales Yongyudh Tipairat también se entregó pocas horas después de que se diera a conocer la orden de búsqueda firmada por el general Sondhi, aunque se desconoce si fue arrestado.

Chibchob y Tipairat eran ardientes defensores de Shinawatra, quien en Londres, donde se encuentra desde el miércoles, instó a los militares a convocar elecciones legislativas pronto. "Esperamos que el nuevo régimen prepare sin demora nuevas elecciones generales y que preserve los principios de la democracia", dijo el depuesto primer ministro mediante un comunicado. "Por el momento, me voy a tomar un merecido descanso", añadió Shinawatra.

La mayor parte de los ministros de su gabinete, así como los más destacados miembros de su partido, salieron del país unas horas antes de la asonada, según confirmaron fuentes militares. El Ejército redujo la presencia de tropas en las calles de Bangkok, ciudad en la que la asonada no ha alterado la vida de millones de residentes.

En la sede del Gobierno, montan guardia cerca de medio centenar de soldados y cuatro de los diez carros de combate que ayer protegían ese edificio situado en el casco viejo de la capital. De igual forma, el Ejército retiró la mayor parte de los vehículos blindados que patrullaban las calles próximas al Palacio de Chitlada, la residencia oficial del rey Bhumibol Adulyadej.

Los comercios, oficinas, bancos y la Administración reabrieron este jueves tras la fiesta decretada por los militares el miércoles, y el tráfico volvió a crear el caos de siempre. En el aeropuerto internacional de Bangkok hubo una afluencia normal de viajeros, pese a que se mantenían fuertes medidas de seguridad.

En su pagina web, la Embajada de España en Bangkok recomendó "a quienes tengan previsto viajar a Tailandia en los próximos días posponer el viaje unos días, a menos que sea necesario, en espera de que la situación se defina". Un sondeó de opinión realizado por la firma privada Suan Dusit entre dos mil tailandeses de Bangkok y provincias apuntó que un importante sector de la población aprueba la asonada militar.

Los gobiernos de países de todo el mundo, incluido el de Estados Unidos, así como la presidencia de turno de la Unión Europea (UE), han condenado el golpe de Estado y han instado a los militares a devolver el poder al pueblo tailandés.

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