L D (EFE) Gyurcsány convocó este jueves a todos los partidos con representación parlamentaria, pero tanto el conservador Partido de los Demócratas Cristianos como el Fidesz no acudieron a la reunión.
La única formación conservadora que acudió fue el Foro Democrático, que acompañó a los partidos de la coalición gubernamental en la reunión: los socialdemócratas y la Alianza de Demócratas Libres.
También participaron en el encuentro los dirigentes de los servicios de seguridad y la presidenta del Parlamento, Katalin Szili, del partido socialdemócrata. El objetivo del encuentro era analizar los acontecimientos sucedidos en las calles de Budapest durante los últimos cuatro días.
La filtración de una grabación en la que Gyurcsány reconocía haber engañado "durante un año y medio" –el tiempo que llevaba al frente del Gobierno– al electorado para ganar las elecciones parlamentarias el pasado abril ha sido la chispa que encendió las protesta de los últimos días en las calles de Budapest.
En las tres primeras jornadas de violencia, los actos vandálicos causaron 237 heridos, de los cuales cuatro se encuentran en estado grave, mientras 197 personas han sido detenidas. A pesar de la ola de protestas, la mayor desde la caída del comunismo en 1989, el primer ministro ha reiterado que no piensa renunciar a su cargo.
La única formación conservadora que acudió fue el Foro Democrático, que acompañó a los partidos de la coalición gubernamental en la reunión: los socialdemócratas y la Alianza de Demócratas Libres.
También participaron en el encuentro los dirigentes de los servicios de seguridad y la presidenta del Parlamento, Katalin Szili, del partido socialdemócrata. El objetivo del encuentro era analizar los acontecimientos sucedidos en las calles de Budapest durante los últimos cuatro días.
La filtración de una grabación en la que Gyurcsány reconocía haber engañado "durante un año y medio" –el tiempo que llevaba al frente del Gobierno– al electorado para ganar las elecciones parlamentarias el pasado abril ha sido la chispa que encendió las protesta de los últimos días en las calles de Budapest.
En las tres primeras jornadas de violencia, los actos vandálicos causaron 237 heridos, de los cuales cuatro se encuentran en estado grave, mientras 197 personas han sido detenidas. A pesar de la ola de protestas, la mayor desde la caída del comunismo en 1989, el primer ministro ha reiterado que no piensa renunciar a su cargo.