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Nasrala lanza un nuevo desafío: "Ningún ejército del mundo podrá forzarnos a dejar nuestras armas"

El líder del grupo terrorista chií libanés Hezbolá, Hasan Nasrala, protagonizó este viernes su primera aparición en público desde el comienzo de la guerra con Israel. Nasrala, en actitud desafiante, dijo que "ningún ejército del mundo podrá forzarnos a dejar nuestras armas", ante miles de personas en lo que la propaganda terrorista llamó "Festival de la victoria". A pesar de que la intervención militar israelí obligó a los terroristas a replegarse de sus posiciones en el sur del Líbano, la propaganda de Hezbolá insiste en presentar el desenlace de la guerra como un triunfo. En cuanto a los soldados israelíes secuestrados por el grupo terrorista, Nasrala reiteró que no los liberarán si no se produce un intercambio con terroristas presos en Israel.

El líder del grupo terrorista chií libanés Hezbolá, Hasan Nasrala, protagonizó este viernes su primera aparición en público desde el comienzo de la guerra con Israel. Nasrala, en actitud desafiante, dijo que "ningún ejército del mundo podrá forzarnos a dejar nuestras armas", ante miles de personas en lo que la propaganda terrorista llamó "Festival de la victoria". A pesar de que la intervención militar israelí obligó a los terroristas a replegarse de sus posiciones en el sur del Líbano, la propaganda de Hezbolá insiste en presentar el desenlace de la guerra como un triunfo. En cuanto a los soldados israelíes secuestrados por el grupo terrorista, Nasrala reiteró que no los liberarán si no se produce un intercambio con terroristas presos en Israel.
L D (EFE) En la que supone su primera aparición en público desde el comienzo de la guerra entre Israel y Hezbolá, el pasado 12 de julio, Nasrala pronunció una alocución en un mitin del grupo terrorista chií que congregó a cientos de miles de seguidores en un barrio del sur de Beirut. "Ningún ejército del mundo podrá forzarnos a dejar nuestras armas", afirmó Nasrala, quien agregó que "estas armas no son chiíes; son armas libanesas para todos los libaneses: los cristianos, los musulmanes, los drusos, y nunca serán usadas dentro del país".

Nasrala dijo que había decidido asistir al mitin a pesar de que su presencia suponía un peligro para su persona y los asistentes, debido a un posible ataque israelí. El 12 de julio, tras el secuestro de dos soldados israelíes por parte de Hezbolá, Nasrala hizo su última aparición pública, poco antes de que Israel lanzara una ofensiva contra el Líbano que se prolongó hasta el 14 de agosto.

Desde entonces, Nasralá ha permanecido oculto y sólo ha concedido entrevistas al órgano propagandístico de Hezbolá, la televisión Al Manar, y a algunas cadenas árabes. "Estamos aquí para celebrar la nueva victoria histórica y divina conseguida por la resistencia", dijo Nasralá a sus seguidores que portaban banderas amarillas, el color de Hezbolá. Al alabar el papel desempeñado por sus terroristas, Nasralá dijo que "no cabe en la mente humana imaginar cómo varios cientos de combatientes en un área abierta pudieron resistir el fuego continuo durante 30 días, en unas operaciones en las que participaron más de 40.000 soldados y oficiales (israelíes), cuatro brigadas de elite, tres divisiones de reservistas y los tanques más sofisticados".

Según el cabecilla de Hezbolá, su organización terrorista "convirtió en ratones asustados a los cuerpos de elite del Ejército de Israel." Nasrala afirmó que la milicia de Hezbolá dispone actualmente de más de 20.000 misiles y "es más fuerte de lo que lo era antes de la guerra contra Israel".

Además se dirigió a Israel en tono amenazante: "Digo a los sionistas: si vosotros habéis obtenido garantías secretas, estas garantías no implican al pueblo libanés, ni a la Resistencia. La paciencia tiene límites". Insistió nuevamente en que los dos soldados israelíes secuestrados por Hezbolá no serán liberados si no se produce un intercambio de prisioneros.
 
Elogios a Chávez y amenazas a los demócratas libaneses

El líder del grupo terrorista chií dio la bienvenida a los cientos de miles de seguidores que llegaron de todo el Líbano, así como de países como Irán, Bahrein, Kuwait y Arabia Saudí. Alabó también al presidente venezolano, Hugo Chávez, a quien calificó como "un gran líder", en relación al discurso que pronunció en la Asamblea General de la ONU, en el que insultó al presidente de Estados Unidos, George W. Bush, al que calificó como "el demonio".

El líder terrorista condenó la política de Washington que describió como una "política de mentiras, contraria los derechos humanos y a las libertades". "Esta victoria de la Resistencia aumenta el tamaño de la hostilidad contra Norteamérica, no sólo en el mundo árabe, sino en todo el planeta", dijo.

En cuanto a la situación interna en el Líbano, Nasrala invitó a las denominadas Fuerzas 14 de marzo al diálogo. Invitación poco creible ya que fue acompañada de una clara amenaza al decir que quienes defiendan el federalismo o cualquier solución para El Líbano que se oponga a los postulados de la organización terrorista será considerado un sometimiento a Israel.

Las Fuerzas del 14 de marzo es una coalición de formaciones y partidos libaneses antisirios que tiene mayoría en el Parlamento. "Sobre la sangre de nuestros mártires os decimos que cualquier palabra en Líbano sobre división serán palabras israelíes, cualquier palabra sobre federalismo y sobre cantones serán palabras israelíes", subrayó. "Sentimos que nuestro camino es vivir juntos en un sólo estado", dijo Nasrala en referencia a las declaraciones de algunos dirigentes cristianos libaneses que han propuesto el federalismo como solución de la crisis que vive el país.

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