L D (EFE) "Las cosas han salido así, éramos más rápidos en agua y más rápidos en seco, pero hemos tenido 40 vueltas en la carrera que ni una cosa ni otra. Era lo que favorecía a Bridgestone y no pudimos hacer nada más", añade.
El actual campeón del mundo señala que Michael Schumacher "era más rápido y se demostró cuando iba detrás de Fisichella que iba más rápido que él". "Quizás la ventaja que cogimos al principio habría sido suficiente si hubiésemos dejado los neumáticos en la primera parada, pero también estaban prácticamente lisos y por razones de seguridad y, con la ventaja que tenía, parecía demasiado riesgo no cambiarlos, aunque perdiéramos un poco de tiempo en las primeras vueltas", comenta.
Dice Fernando Alonso que no creía que hubiese sido el mismo mecánico el que había fallado con la tuerca de la rueda trasera derecha: "No sé, no creo que sea el mismo. Van cambiando de rueda, van cambiando en las carreras, siempre se hacen rotaciones para que no hagan el mismo trabajo y estén siempre al cien por cien. Son cosas que pasan y tampoco creo que haya sido decisivo al final, porque la primera plaza estaba lejos". "A veces sale bien y a veces sale mal. Por desgracia ha salido mal en momentos clave del campeonato, y dos veces", lamenta. "Llevo cuatro años con ellos y no había pasado nada en las paradas, no creo que haya por qué alarmarse y lo que hay que hacer es luchar contra todo".
El ovetense reitera que ese fallo, que le costó una decena de segundos, no había sido decisivo para el desarrollo de la carrera. "Creo que Michael iba conservando muchísimo y al final estuvo así, para entrar prácticamente juntos en meta y no arriesgar nada. Yo creo que si hubiese salido más cerca de él habría tirado sin problemas y hubría sido difícil adelantarlo", añade. "Al final bajamos las revoluciones, porque sabíamos que Michael lo había hecho también", admite, "pero bueno, sí que los neumáticos quizás iban un poco mejor que los Bridgestone en esas condiciones y estaba intentando tirar al máximo para meterle un poco de presión". "Cualquier error de Michael, cualquier doblado, quizás podría haber tenido alguna oportunidad, pero al final no ha podido ser", dice.
A pesar de lo ocurrido en la carrera, Alonso afirma que "tengo mucha moral, pero hay que luchar contra tantos factores que a veces no podemos con todos". No cree que los dos puntos perdidos sean decisivos para el Mundial: "Yo creo que no, al final son seis o siete puntos los que hemos perdido. La gran cantidad de puntos los perdimos en Hungría por la tuerca y en Italia por el motor y esos son los puntos que nos pesan ahora, por tanto, yo creo que sin problemas mecánicos y sin retiradas, estamos muy igualados. Unas veces está delante él, otras estoy delante yo y no creo que esté afectando para nada".
Preguntado por si había caras tristes en el equipo, señalaba: "Bueno, algunos sí la tienen, otros están contentos porque adelantamos a Ferrari en el campeonato de constructores y así no me llevo el número uno a ningún otro equipo".
El actual campeón del mundo señala que Michael Schumacher "era más rápido y se demostró cuando iba detrás de Fisichella que iba más rápido que él". "Quizás la ventaja que cogimos al principio habría sido suficiente si hubiésemos dejado los neumáticos en la primera parada, pero también estaban prácticamente lisos y por razones de seguridad y, con la ventaja que tenía, parecía demasiado riesgo no cambiarlos, aunque perdiéramos un poco de tiempo en las primeras vueltas", comenta.
Dice Fernando Alonso que no creía que hubiese sido el mismo mecánico el que había fallado con la tuerca de la rueda trasera derecha: "No sé, no creo que sea el mismo. Van cambiando de rueda, van cambiando en las carreras, siempre se hacen rotaciones para que no hagan el mismo trabajo y estén siempre al cien por cien. Son cosas que pasan y tampoco creo que haya sido decisivo al final, porque la primera plaza estaba lejos". "A veces sale bien y a veces sale mal. Por desgracia ha salido mal en momentos clave del campeonato, y dos veces", lamenta. "Llevo cuatro años con ellos y no había pasado nada en las paradas, no creo que haya por qué alarmarse y lo que hay que hacer es luchar contra todo".
El ovetense reitera que ese fallo, que le costó una decena de segundos, no había sido decisivo para el desarrollo de la carrera. "Creo que Michael iba conservando muchísimo y al final estuvo así, para entrar prácticamente juntos en meta y no arriesgar nada. Yo creo que si hubiese salido más cerca de él habría tirado sin problemas y hubría sido difícil adelantarlo", añade. "Al final bajamos las revoluciones, porque sabíamos que Michael lo había hecho también", admite, "pero bueno, sí que los neumáticos quizás iban un poco mejor que los Bridgestone en esas condiciones y estaba intentando tirar al máximo para meterle un poco de presión". "Cualquier error de Michael, cualquier doblado, quizás podría haber tenido alguna oportunidad, pero al final no ha podido ser", dice.
A pesar de lo ocurrido en la carrera, Alonso afirma que "tengo mucha moral, pero hay que luchar contra tantos factores que a veces no podemos con todos". No cree que los dos puntos perdidos sean decisivos para el Mundial: "Yo creo que no, al final son seis o siete puntos los que hemos perdido. La gran cantidad de puntos los perdimos en Hungría por la tuerca y en Italia por el motor y esos son los puntos que nos pesan ahora, por tanto, yo creo que sin problemas mecánicos y sin retiradas, estamos muy igualados. Unas veces está delante él, otras estoy delante yo y no creo que esté afectando para nada".
Preguntado por si había caras tristes en el equipo, señalaba: "Bueno, algunos sí la tienen, otros están contentos porque adelantamos a Ferrari en el campeonato de constructores y así no me llevo el número uno a ningún otro equipo".