L D (EFE) En las gradas, el público asistía con curiosidad a la sesión, con unos tímidos aplausos en los primeros momentos pero con indiferencia a pesar del gran número de asistentes que se dieron cita en el campo.
Tras los primeros estiramientos, Luis Aragonés separó a los jugadores. Los que dispusieron de minutos en el partido del estadio Rasunda realizaron unos leves rondos, mientras que el resto de futbolistas ensayaron alguna jugada a balón parado y estrategia hasta completar una suave sesión de apenas cuarenta minutos.
Tras el entrenamiento, los jugadores se retiraron entre los aplausos de buena parte de los presentes y el portero del Real Madrid Iker Casillas se detuvo para regalar su camiseta de entrenamiento a una niña entre el público.
Los jugadores, que eludieron en la mayor parte de los casos hacer declaraciones, tendrán la tarde libre y volverán a ejercitarse este lunes a partir de las 10.30 de la mañana, en una sesión que se prevé más intensa y ya con vistas al choque ante la albiceleste del próximo miércoles (22.00 horas).