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Los tres aspirantes socialistas franceses a la Presidencia evitan un enfrentamiento directo en el primer debate televisado

En el primer debate televisado organizado por el Partido Socialista francés, los tres aspirantes a la candidatura presidencial de mayo de 2007 evitaron en todo momento un enfrentamiento directo e hicieron alarde de cortesía. Durante más de dos horas, Segolene Royal, Laurent Fabius y Dominique Strauss-Kahn respondieron por turno a las preguntas sobre temas económicos y sociales planteadas por dos periodistas basándose en las formuladas a través de Internet por militantes del PS. El próximo mes ese partido deberá definir, mediante voto de sus miembros, a su candidato.

En el primer debate televisado organizado por el Partido Socialista francés, los tres aspirantes a la candidatura presidencial de mayo de 2007 evitaron en todo momento un enfrentamiento directo e hicieron alarde de cortesía. Durante más de dos horas, Segolene Royal, Laurent Fabius y Dominique Strauss-Kahn respondieron por turno a las preguntas sobre temas económicos y sociales planteadas por dos periodistas basándose en las formuladas a través de Internet por militantes del PS. El próximo mes ese partido deberá definir, mediante voto de sus miembros, a su candidato.
LD (EFE) Tres cadenas de televisión francesas difundieron durante más de dos horas el primer debate entre los aspirantes a la candidatura del Partido Socialista a las elecciones presidenciales. Según el formato cuyas condiciones habían sido fijadas hasta el último detalle por representantes, Segolene Royal (la gran favorita de los sondeos), Laurent Fabius, y Dominique Strauss-Kahn, respondieron por turno a las preguntas sobre temas económicos y sociales que, inspirándose en las formuladas por militantes socialistas por internet, les plantearon dos periodistas.
 
El debate, el primero de tres televisados -habrá otros tres, sin radios ni televisiones, ante militantes en tres ciudades del país-, tuvo lugar a un mes del voto de los militantes para designar al portaestandarte del PS en la carrera al Elíseo. No hubo sorpresas, nadie se derrumbó, y cada cual se atuvo a su estilo y línea en este debate denso.
 
Royal, que se había resistido a los debates y en un momento hasta amenazó con boicotear alguno, dijo que es candidata para "hacer ganar a la izquierda y luego para que Francia sea un éxito". En esa introducción, repitió sus lemas de campaña: acabar con los "desórdenes" (precariedad, bajo poder adquisitivo, "anarquía financiera") y construir "con los franceses" un "orden económico, social y medioambiental justo", si bien reconoció que no tenía respuestas para "todo".
 
El ex primer ministro Fabius, que hace pocos años dejó su imagen de liberal para encarnar la línea más izquierdista del PS, fue el más contundente y claro, y reprochó a sus dos rivales el ser "más vagos" en temas como el aumento del salario mínimo o las 35 horas. Advirtió que  "lo esencial es ser claro. Si se dice: se verá, en abril los electores dirán: se verá", advirtió.
 
El ex ministro de Economía y Finanzas, Strauss-Kahn (DSK), que tuvo un tono más doctoral, propio del profesor que es, protagonizó con Fabius uno de los pocos desacuerdos de la noche, sobre el salario mínimo y sobre la claridad de posiciones. Negó haber sido "vago" -"tengo la sensación de ser más completo"-, y dijo que sólo se puede prometer lo que se puede cumplir.
 
Más que diferencias claras entre los tres, el debate puso de relieve matices en varios de los temas abordados a lo largo de la noche: las 35 horas, el aumento del salario mínimo, el crecimiento económico, el paro, las pensiones, las deslocalizaciones, la energía, la vivienda, y la sanidad, En ocasiones, alguno de los candidatos apoyó las ideas de sus rivales, completándolas con sus propias observaciones. Y tanto Fabius como DSK, que habían batallado para obtener los debates de las primarias, se felicitaron de que hubiera tenido lugar.

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