L D (EFE) Rajoy, que intervino en Cáceres en un acto público de apoyo al candidato del PP a la Presidencia de la Junta Extremadura, Carlos Floriano, indicó que "no todos somos iguales, nosotros no tenemos alcaldes que piden 40 millones de euros y los concejales del Partido Popular de Marbella están en la calle y otros y su candidata están en la cárcel".
Según dijo, "siempre es igual, primero crean los líos y luego piden un pacto", en alusión también al proceso de regulación "masiva" de inmigrantes y a la política de inmigración, que requiere una rectificación "total y absoluta", porque "no se puede hacer peor". En este sentido, indicó que cada vez que Zapatero sale de España "le echan la bronca" por su política de inmigración, en la que "da palos de ciego, no tiene criterio y no sabe qué hacer".
El presidente popular también tuvo tiempo para rechazar la política antiterrorista del Gobierno y calificó de "grave error" el debate del próximo 25 de octubre en el Parlamento Europeo sobre el proceso de paz en el País Vasco y que "ETA quiere presentar como un conflicto entre Estados". "Aquí no hay un conflicto de Estados, aquí hay una organización criminal que mata, asesina y extorsiona", subrayó Rajoy, en cuya opinión "gane quien gane la votación, ETA ya ha ganado".
A los terroristas se les gana con la ley, según Rajoy, quien advirtió de que seguirá preguntando por la negociación política con ETA, porque es su "obligación". "No me callo, porque si lo hiciera, estaría incumpliendo mi obligación con los españoles y no lo voy a hacer", recalcó y dijo que trabajará "como nunca" para que en España haya un gobierno con sentido común que, precisó, "no es mucho pedir".
"Vergüenza y bochorno"
Por su parte, el secretario general del PSM-PSOE, Rafael Simancas, dijo que su partido asume "la cuota de vergüenza y bochorno" que le corresponde en los supuestos escándalos urbanísticos de la región.
"No somos iguales ni afrontamos el problema de la misma manera" señaló en conferencia de prensa Simancas, que añadió que mientras el PSM ha apartado de sus filas a los implicados en los supuestos escándalos urbanísticos de Ciempozuelos y Aldea del Fresno, el PP los mantiene. Insistió en que su partido ha actuado con "higiene democrática y de forma rápida y expeditiva" en casos como el de Ciempozuelos y Aldea del Fresno, tras lo que señaló que Madrid "necesita un gran compromiso político e institucional para limpiar el urbanismo".
A su juicio, este compromiso debería incluir, entre otras medidas, una nueva ley del suelo, un plan de estrategia territorial aprobado por el Parlamento regional a favor del interés general, un código ético que asegure transparencia en toda la tramitación urbanística y comisiones de urbanismo abiertas a los medios de comunicación.