LD (Agencias) Según las informaciones del Gobierno libanés los aviones sobrevolaron también el valle oriental de la Bekaa, el norte y el sur del país, donde se encuentran desplegadas la Fuerza Interina de la ONU en Líbano (FINUL). Tanto los barrios del sur de la capital, conocidos como Dahia, el sur del país y el valle de la Bekaa siguen siendo plazas fuertes del grupo terrorista Hezbolá. De momento no ha habido ninguna declaración oficial de la FINUL, ni del gobierno libanés sobre el incidente.
Lo cierto es que la presencia de las tropas de la ONU en el Líbano, incluso con los refuerzos llegados al final de la guerra –entre ellos las tropas españolas–, no han sido impedimento para que los terroristas chiiís mantegan el control sobre buena parte del país. El secuestro de los dos jóvenes soldados israelíes que desencadenó las hostilidades se produjo en la zona fronteriza donde ya encontraba desplegada la FINUL. Asimismo los lanzamientos de cohetes katiusha ya antes de la guerra se producían en esa misma zona, así como la construcción de los puestos de lanzamiento, ante la pasividad de las tropas internacionales. Por eso la confianza del Gobierno y la sociedad israelí en la ONU es muy reducida, y tiene como prioridad la liberación de los dos soldados secuestrados, aunque estos vuelos supongan una violación de la resolución 1.701 del Consejo de Seguridad de la ONU que puso fin a la guerra de este verano.
Además, los terroristas de Hezbolá aún no han dado pruebas fehacientes de que los dos soldados israelíes capturados en julio pasado en una zona fronteriza entre Israel y el Líbano sigan vivos. Según dijeron a Efe fuentes del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en El Cairo, sede regional del comité, Hezbolá se ha negado de momento a proporcionar esas pruebas.
Los terroristas se han negado incluso a nombrar oficialmente a negociadores que traten el eventual canje de presos libaneses en Israel a cambio de los dos soldados israelíes, añadieron las fuentes. Los soldados israelíes Ehud Golwaser, de 31 años, y Eldad Reguev, de 26, fueron capturados por un grupo de Hezbulá el 12 de julio en la frontera líbano-israelí. Desde el principio, Hezbulá justificó aquella captura porque querían canjear a los dos soldados por presos libaneses en Israel. La operación desencadenó una guerra de más de un mes entre Israel y Hezbolá.