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Concluye la campaña electoral catalana de las promesas ante notario y las agresiones al PPC

La campaña de las elecciones catalanas ha llegado a su fin sin un claro ganador. Los juegos de alianzas serán los protagonistas después del 1-N, pese a los esfuerzos de algunos. Artur Mas llegó a firmar ante notario que no pactaría con el PPC mientras Piqué defendía el pacto como la fórmula "menos mala". Ésta ha sido también la campaña de los lemas atípicos, como el "Fóllate a la derecha" o la canción "Nocilla-Montilla". Y de la coacción a los populares, con insultos e, incluso, agresiones. Estos quince días también han dejado imágenes curiosas, como la de Zapatero recibiendo una camiseta del Che. Los candidatos pasarán la jornada de reflexión en el Camp Nou excepto Piqué, enfadado con Laporta.

La campaña de las elecciones catalanas ha llegado a su fin sin un claro ganador. Los juegos de alianzas serán los protagonistas después del 1-N, pese a los esfuerzos de algunos. Artur Mas llegó a firmar ante notario que no pactaría con el PPC mientras Piqué defendía el pacto como la fórmula "menos mala". Ésta ha sido también la campaña de los lemas atípicos, como el "Fóllate a la derecha" o la canción "Nocilla-Montilla". Y de la coacción a los populares, con insultos e, incluso, agresiones. Estos quince días también han dejado imágenes curiosas, como la de Zapatero recibiendo una camiseta del Che. Los candidatos pasarán la jornada de reflexión en el Camp Nou excepto Piqué, enfadado con Laporta.
(Libertad Digital) La campaña del PSC ha sido gris. Zapatero ha intentando dar brillo a la figura del candidato socialista acompañando a José Montilla en varios actos. El último, el de este lunes, con el mitin de cierre de campaña y el anterior paseo por el mercado de Santa Coloma de Gramanet, en que el presidente intentó mezclarse con la multitud acompañado por su esposa y por Montilla. Entre besos y piropos, Zapatero también recibió el regalo de una camiseta de Fidel Castro y el Che, que cogió con una sonrisa.
 
Las Juventudes socialistas han cobrado un inusitado protagonismo en esta campaña. Miembros del colectivo organizaron y participaron el acoso a Piqué y Acebes tras un acto en Martorell, en que los dos líderes populares sufrieron insultos y empujones. Uno de los dirigentes de los socialistas reivindicó su participación en las violentas protestas y llegó a justificarlas, lo que motivó su expulsión del partido. Algunos medios y líderes políticos, sin embargo, trataron de dar la vuelta a los hechos acusando a los acosados de agredir a las personas que habían acudido al lugar para intimidarlos.
 
Lemas y notarios
 
En medio de discursos sobre alianzas, pactos y posibles fórmulas para volver al poder, Artur Mas decidió ir más lejos con la firma ante notario de sus promesas electorales, entre ellas, la de no pactar con el PPC. Antes, ya había advertido de que rechazaban cualquier acuerdo con los populares, pese a que ése ha sido una de las claves de la campaña de Josep Piqué, que apostaba por la alianza con los nacionalistas como fórmula "menos mala" para evitar un nuevo tripartito. Pese al portazo de CiU a sus pretensiones, Montserrat Nebrera apostaba todavía este lunes por el pacto con Mas.
 
Las campañas llamativas han sido otra de las apuestas de los líderes catalanes para arrancar algún voto. CiU distribuyó un millón de DVD con el reportaje "Confidencial.Cat", con un retrato bajo el prisma de los nacionalistas de los tres años de gobierno tripartito, con la reunión de Carod con ETA en Perpiñán incluida. Las Juventudes de ICV se decantaron por el lema "Fóllate a la derecha" impreso en la envoltura de unos preservativos. Una iniciativa que tuvieron que retirar ante las críticas. El último de los lemas fue el "Nocilla-Montilla" que lanzaron las Juventudes del PSC para intentar promocionar a su candidato en la página web.
 
El peor episodio de la campaña han sido las agresiones y coacciones al PP, que comenzaron con el acto de Martorell y han continuado con destrozos en dos vehículos del partido y ataques reiterados contra las sedes del PP en Cataluña. En una de las ocasiones, las pintadas incluían amenazas de muerte.

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