(Libertad Digital) El único partido de Cataluña con programa íntegramente no nacionalista, Ciutadans-Partit de la Ciutadania, ha logrado entrar en el Parlamento catalán con tres escaños pese al boicot sufrido durante la campaña electoral en los medios catalanes. Ha sido la gran sorpresa de esta jornada en la que ha resaltado la poca participación, sólo del 56,68 por ciento del electorado. Casi seis puntos por debajo de la de los últimos comicios del 2003.
CiU ha ganado las elecciones con 48 escaños pero no podrá formar gobierno. Por lo tanto empieza ahora la política de pactos. Matemáticamente se podría reeditar el tripartito entre PSC, ICV y ERC. Sin embargo, imposible obviar el batacazo del PSC –con José Montilla a la cabeza–, que ha perdido cinco escaños en el Parlamento catalán pasando de 42 en el 2003 a 37. ERC también ha perdido apoyos. Del triunfalismo de los pasados comicios en los que sacó 23 escaños y lejos de sus previsiones de seguir subiendo se ha quedado con 21 escaños.
Mientras, el PP no ha bajado tanto como se preveía y sólo ha perdido un escaño –de 15 a 14– en una campaña plagada de agresiones a este partido. ICV, por su parte, ha ganado tres escaños, llevándose problablemente votos que ha perdido ERC.
Montilla pierde hasta en Barcelona
El análisis de los resultados por provincias deja claro el descalabro del PSC en estas elecciones catalanas. El dato más revelador es el resultado de la circunscripción de Barcelona, hasta ahora feudo casi inexpugnable de los socialistas, que sorprendentemente ha sido favorable a CiU. Los nacionalistas han conseguido un 29,7 por ciento de los votos y 27 escaños, mientras que el PSC se ha quedado en un 28 por ciento y en 25 escaños, lo que supone una caída de 4 escaños y 5 puntos porcentuales en relación con las elecciones de 2003. Barcelona ha sido el bastión de Ciutadans, donde han logrado los tres escaños con un apoyo del 3,55 por ciento de los votos. En Tarragona, Ciutadans, con un 2,5 por ciento y casi 7.000 votos, se ha quedado a las puertas de lograr el que hubiera sido su cuarto escaño.En la circunscripción de Barcelona es donde se reparten 85 de los 135 escaños del Parlamento catalán. Esta provincia siempre ha sido el principal vivero de votos del PSC, y CiU cimentaba sus victorias con unas ventajas muy amplias en las otras tres circunscripciones, especialmente Gerona y Lérida.
Con Zapatero en La Moncloa y Montilla de candidato, después de tres años de tripartito y la reforma del Estatuto, CiU ha conseguido una victoria clara tanto en votos como en escaños en la provincia de Barcelona. El batacazo del PSC en esta circunscripción ha sido monumental. De 29 escaños y un 33 por ciento de votos ha pasado a 25 diputados y un 28 por ciento. Mientras CiU ha subido dos escaños y un punto porcentual en votos.
Pero el gran protagonista en Barcelona ha sido Ciutadans. El nuevo partido ha conseguido sus 3 escaños en esta provincia y un 3,55 por ciento de apoyos, con 78.198 votos de los 89.438 totales. Si nos vamos a Barcelona capital el apoyo al partido de Albert Rivera crece hasta un 4,51 por ciento. En esta provincia ha sido donde el PP ha perdido su escaño, tenía 11 en 2003 y ha obtenido 10, pasando de un 12,55 por ciento a un 11,14. ERC e ICV se han repartido en Barcelona 11 y 9 escaños.
En Tarragona, Ciutadans estuvo cerca de obtener el cuarto escaño pero se quedó en un 2,5 por ciento de los votos. En esta provincia, como en todas, el más votado fue CiU con el 32,35 por ciento y 7 escaños, seguido del PSC de Montilla con el 26,12 por ciento y cinco escaños. ERC consigue 3 escaños e ICV uno.
Gerona y Lérida, las provincias más nacionalistas, es donde menos ha cambiado el panorama respecto a 2003. En Gerona todo sigue igual: CiU 7 escaños, PSC y ERC 4 diputados y tan sólo un asiento en el Parlamento para PP e ICV. Por último, en Lérida el único cambio es el un escaño que pierde Montilla que permite a ICV conseguir una representación que no tenía en 2003. Así, en esta provincia CiU tiene 7 escaños, PSC y ERC obtienen 3 diputados. El PP e ICV se quedan con un escaño cada uno.
Un Gobierno en minoría, un frente nacionalista, un nuevo tripartito o ¿la "sociovergencia"?
Los resultados dejan abiertas varias hipótesis a la hora de formar el nuevo Gobierno catalán. CiU, con sus 48 escaños, está muy lejos de los 68 que otorgan la mayoría absoluta. Ni siquiera el apoyo de los 14 diputados del PP, al que Mas renunció ante notario, sería suficiente.
Para llegar al umbral de los 68 escaños, a Artur Mas sólo le queda formar un "frente nacionalista" con ERC, que le aportaría 21 votos más, o un pacto de Gobierno con el PSC, la conocida como "sociovergencia". Pero ambas hipótesis parecen difíciles de llevarse a cabo. La otra opción que tiene Mas es gobernar en minoría, con el apoyo de otros grupos pero sin incluirlos en el Gobierno. Por ejemplo podría producirse un intercambio de apoyo parlamentario del PSC a CiU en el Parlamento catalán, a cambio del apoyo de CiU a Zapatero en el Congreso de los Diputados.
Pero CiU no es el único que tiene en su mano alcanzar la mayoría absoluta. Los partidos del tripartito podrían reeditar su acuerdo de Gobierno al sumar PSC, ERC e ICV 70 escaños.