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El Banco de España sitúa el crecimiento en el tercer trimestre en el 3,8 por ciento

La economía española creció un 3,8 por ciento durante el tercer trimestre del año, una décima más que trimestre anterior, según los cálculos del Banco de España reflejados en su Boletín Económico de octubre. En términos intertrimestrales, el PIB creció en el tercer trimestre un 0,9 por ciento, tasa similar a la del trimestre anterior.

La economía española creció un 3,8 por ciento durante el tercer trimestre del año, una décima más que trimestre anterior, según los cálculos del Banco de España reflejados en su Boletín Económico de octubre. En términos intertrimestrales, el PIB creció en el tercer trimestre un 0,9 por ciento, tasa similar a la del trimestre anterior.
LD (Europa Press) El Banco de España explicó que este repunte del PIB se asienta en un crecimiento del 4,6 por ciento de la demanda interna, mientras que la aportación negativa de la demanda externa se habría reducido a 1 punto porcentual, desde los 1,1 puntos del segundo trimestre. El organismo que dirige MAFO reconoce que la mejora de la contribución del sector exterior parece responder "más al vigor del entorno internacional que a una evolución favorable de la competitividad-precio en España".
 
Dentro de la demanda nacional, el Banco de España resalta el vigor del consumo de los hogares, cuya tasa de avance permaneció estable en el tercer trimestre, y el dinamismo de la inversión en construcción, que experimentó un ligero aumento con tasas próximas al 6 por ciento. La demanda de vivienda ha seguido mostrando una "gran fortaleza" en el tercer trimestre, mientras que la edificación no residencial y, sobre todo, la obra civil han dado signos de intensa actividad. Por su parte, la inversión en equipo se moderó levemente, aunque seguiría expandiéndose a un ritmo intenso, con una tasa interanual en el entorno del 9 por ciento.
 
Por el lado de la oferta, en el tercer trimestre continuó acelerándose la producción industrial, impulsada por la recuperación de las exportaciones y el avance sostenido de la inversión en equipo, y el empleo, en un contexto en que la población ha seguido creciendo a ritmos elevados, al igual que la tasa de actividad.
 
Las familias ahorran cada vez menos
 
El Banco de España también resaltó que en el tercer trimestre del año se mantuvo la tónica de desaceleración gradual del precio de la vivienda, con un crecimiento interanual del 9,8 por ciento, 1 punto inferior al trimestre anterior. De forma paralela se produjo una "revalorización significativa" de los activos bursátiles, como reflejo de los buenos resultados empresariales, el efecto positivo del descenso en el precio del petróleo sobre las perspectivas económicas y las operaciones corporativas que están produciéndose en los últimos trimestres. La consecuencia de todos estos procesos ha inducido que el consumo haya crecido más que la renta disponible, por lo que se estima que la tasa de ahorro de las familias ha seguido disminuyendo.
 
El Banco de España señala que como, a la vez, la inversión residencial ha prolongado su fortaleza, las necesidades de financiación de las familias han continuado aumentando, de modo que se ha mantenido el recurso de los hogares al endeudamiento para financiar su gasto. En este sentido, el avance interanual del crédito fue similar al observado durante la primera parte del año, con tasas algo superiores al 20 por ciento. No obstante, el Banco de España indica que comienzan a apreciarse una inflexión a la baja en el ritmo de expansión del crédito hipotecario y una aceleración de los recursos destinados a financiar el consumo, como consecuencia, posiblemente, del mayor gasto registrado en bienes de consumo duradero distintos de los automóviles. Al igual que en el caso de los hogares, la actividad empresarial se ha financiado también con un recurso creciente al endeudamiento, con una tasa de crecimiento interanual de la financiación obtenida algo superior al 26 por ciento.
 
Se modera la inflación
 
El Banco de España recordó que la inflación ha registrado un "recorte muy significativo" desde agosto, que ha llevado al IPC a situarse por debajo del 3 por ciento en septiembre, frente a tasas próximas al 4 por ciento en el segundo trimestre. En su opinión, dicha desaceleración está motivada, fundamentalmente, por el marcado descenso de los precios de la energía, aunque en los dos últimos meses se observa una ligera ralentización de la inflación subyacente, que, en todo caso, permanece próxima al 3 por ciento.
 
El organismo que dirige MAFO reconoce que esta desaceleración de los precios tiene un "componente transitorio evidente", pero subraya que también presenta una "implicaciones relevantes" para las finanzas públicas, pues supondrá una disminución del gasto en pensiones de 2007, y para la evolución de los costes salariales el próximo año, ya que reducirá el impacto de la activación de las cláusulas de revisión salarial.
 
Además, el Banco de España ve posible que la negociación salarial de 2007 tenga lugar mientras la inflación se sitúa en tasas inferiores al 3 por ciento, por lo que considera importante que esta disminución del IPC se incorpore plenamente al proceso de formación de precios y se traduzca en el futuro en una moderación de las expectativas de inflación, para provocar un estrechamiento progresivo del diferencial de precios de España con la zona euro. Por último, aunque considera demasiado pronto para realizar una valoración detalla de la reciente reforma laboral, el Banco de España resalta el "repunte apreciable" de la contratación indefinida desde el mes de julio, debido, sobre todo, a las conversiones de contratos temporales.

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