LD (EFE) El homenaje convocado por la Fundación Guayasamín para celebrar el ochenta cumpleaños del Fidel Castro, apartado del poder desde el pasado 31 de julio por una enfermedad declarada "secreto de Estado", no ha contribuido a despejar la incógnita sobre el verdadero estado del dictador cubano.
Tras una semana de mensajes alentadores, pero imprecisos sobre la evolución del líder cubano, el vicepresidente, Carlos Lage, sorprendió esta noche con un vehemente discurso político en la clausura del homenaje que dará paso al desfile militar. Por un lado, se refirió con optimismo a la recuperación del dictador y, por otro, habló claramente sobre el futuro de una Cuba sin Fidel Castro.
Dijo que "Fidel se recupera, lo tendremos entre nosotros, seguirá conduciéndonos, le pediremos que lo haga por unos cuantos años más". Además aseguró que Castro "colabora activa y disciplinadamente con su recuperación, se mantiene atento a todo, pregunta, se informa, ayuda, aprueba". Pero esa insistencia sobre la recuperación del jefe de la revolución no impidió que dibujara un escenario sin Castro, en el que "no habrá sucesión, habrá continuidad".
Ante el ministro de Defensa y presidente cubano en funciones, Raúl Castro, señaló que "no sería posible otro Fidel, nadie lo imitará, muchos lo seguiremos, no habrá división entre los revolucionarios cubanos, ya la hubo en nuestras luchas por la independencia y aprendimos la lección. No habrá anfitriones, egoísmos, vanidades, no lo permitiremos, tenemos un partido".