L D (EFE) Rubalcaba, que visitó el Centro de Gestión de la Dirección General de Tráfico, ha anunciado que entre el 11 y el 24 de diciembre se extremarán los controles de alcoholemia en las carreteras y así se realizarán unos 200.000 controles preventivos en este sentido. Esta intensificación obedece a las características propias de estas fechas: "son fechas señaladas, hay muchos desplazamientos, a veces la climatología es adversa y hay fiestas, celebraciones y comidas y la gente tiende a relajarse".
Y lo que no nos podemos permitir, según el ministro, es "conducir cuando uno ha bebido", pues el alcohol es "el factor más importante a la hora de justificar los accidentes de tráfico". Rubalcaba ha pedido a los conductores que piensen en el eslogan: "si alguien bebe, por favor que no conduzca", y se ha dirigido, de forma más inmediata, a los que comienzan a retornar esta tarde tras disfrutar del puente a los que insistió en aconsejarles prudencia al volante.
El puente en términos de siniestralidad "va razonablemente bien", según el ministro, porque, a día de hoy, han muerto un 20 por ciento menos de personas que en el mismo periodo del año anterior. Este descenso se obtiene si comparamos los siguientes datos: en 2005, del viernes 2 de diciembre a las cero horas del sábado 10 murieron en las carreteras 82 personas; en 2006, del viernes 1 de diciembre al día de hoy fallecieron 63. Es decir, diecinueve personas menos han muerto este año si tomamos como referencia ese periodo de tiempo.
No obstante, hay que tener en cuenta, a la hora de valorar los datos de siniestralidad, que el año pasado la operación comenzó el viernes 2 y en esta ocasión lo hizo el martes 5, con lo que los desplazamientos se produjeron de distinta forma. En lo que llevamos de operación, en concreto desde las tres de la tarde del pasado martes y hasta las cero horas de hoy, han perdido la vida en las carreteras 29 personas.