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La oposición rusa exige la dimisión de Putin y denuncian la falta de democracia en Rusia

Durante una manifestación denominada "la Marcha de los Disidentes" celebrada en Moscú en medio de un singular despliegue de fuerzas de seguridad, la oposición rusa ha denunciado este sábado la involución democrática de Rusia y ha exigido la dimisión del presidente Vladímir Putin. Los manifestantes, entre los que se encontraban el campeón mundial de ajedrez Gary Kaspárov y el ex primer ministro Kasiánov, denunciaron la "democracia dirigida" de Putin, a quien acusaron de restringir la libertad y el pluralismo y amordazar los medios de comunicación en su empeño por formar un "poder vertical" donde nadie pueda desafiar su autoridad.

Durante una manifestación denominada "la Marcha de los Disidentes" celebrada en Moscú en medio de un singular despliegue de fuerzas de seguridad, la oposición rusa ha denunciado este sábado la involución democrática de Rusia y ha exigido la dimisión del presidente Vladímir Putin. Los manifestantes, entre los que se encontraban el campeón mundial de ajedrez Gary Kaspárov y el ex primer ministro Kasiánov, denunciaron la "democracia dirigida" de Putin, a quien acusaron de restringir la libertad y el pluralismo y amordazar los medios de comunicación en su empeño por formar un "poder vertical" donde nadie pueda desafiar su autoridad.
L D (EFE) Unos 8.500 policías y soldados supervisaron la protesta, denominada Marcha de los Disidentes, que reunió en el centro de la capital rusa a unos 4.000 militantes de partidos y movimientos liberales y de izquierdas. La Marcha de los Disidentes fue convocada por la agrupación opositora La Otra Rusia, entre cuyos líderes se encuentran el ex campeón mundial de ajedrez Gary Kaspárov, el ex primer ministro Mijaíl Kasiánov y el escritor nacionalista de izquierda Eduard Limónov.

Los manifestantes denunciaron la "democracia dirigida" de Putin, a quien acusaron de restringir la libertad y el pluralismo y amordazar los medios de comunicación en su empeño por formar un "poder vertical" donde nadie pueda desafiar su autoridad. Los medios oficiales no informaron de esta primera acción política opositora de cara a las elecciones parlamentarias de diciembre del 2007 y las presidenciales de marzo del 2008, cuando vence el segundo mandato de Putin.

En el mitin se acusó al Kremlin de suprimir los principales derechos y libertades refrendados en la Constitución con duras leyes que le aseguran el control total de las elecciones, hacen imposible el acceso de la oposición al Parlamento y la privan de toda tribuna. Las autoridades prohibieron a la oposición marchar por el centro de Moscú hasta el Kremlin y sólo permitieron un mitin en la plaza Triunfálnaya, rigurosamente vallada y rodeada de policías, adonde sólo se podía acceder a través de detectores de metales.

Aún así, la emisora de radio independiente "Eco de Moscú" informó de que los discursos apenas se podían oír porque un helicóptero de la policía sobrevolaba a baja altura la plaza, donde se encuentra el monumento al poeta Vladímir Mayakovski. En la zona adyacente, la policía desplegó decenas de autocares con tropas antidisturbios, máquinas quitanieve y coches de bomberos para frustrar todo intento de los manifestantes de marchar por la céntrica calle Tverskaya (antigua Gorki).
Interior amenazó con reprimir "cualquier manifestación antisocial"

Policías a caballo controlaban la zona frente al teatro Bolshói, donde, junto al monumento a Carlos Marx, celebraban otra protesta un centenar de militantes del movimiento de izquierda Rusia Trabajadora. A pesar de los esfuerzos de los organizadores para que todo transcurriera sin incidentes, se produjeron algunos enfrentamientos con la policía y 40 militantes del proscrito Movimiento Nacional Bolchevique de Limónov, fueron detenidos. El ministerio de Interior había amenazado reprimir "con dureza cualquier manifestación antisocial".

La portavoz de "La Otra Rusia", Natalia Morar, denunció que numerosos autocares fueron interceptados por la policía para impedir que llegaran a Moscú y participaran en la concentración. El pasado martes, coincidiendo con el Día de la Constitución, los servicios secretos irrumpieron en las oficinas del Frente Cívico Unido, liderado por Kaspárov, supuestamente tras recibir un aviso de que había "literatura extremista". Kaspárov, quien abandonó el ajedrez para dedicarse a la política y defender los valores democráticos en Rusia, denunció ese registro como un intento de amedrentar a los organizadores de la Marcha de los Disidentes.

En una entrevista con el diario "The Moscow Times", Kaspárov comparó la Rusia de Putin con Chile en tiempos de Pinochet y con los regímenes comunistas barridos por las "revoluciones de terciopelo" en Europa del Este. "Nosotros no luchamos por ganar las elecciones, sino por poder tener elecciones", que en Rusia han degenerado en un "mero nombramiento" de funcionarios, gobernadores y diputados por el Kremlin, afirmó. Este domingo, en respuesta a la oposición, el movimiento juvenil pro-Kremlin "Nashi" ("Los Nuestros"), ha anunciado que sacará a las calles de Moscú a 100.000 personas. La prensa rusa afirma que el Kremlin ha destinado un millón de dólares a esta concentración oficialista y que trasladará a miles de "jóvenes putinistas", para resaltar el apoyo popular de Putin.

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