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Zapatero convoca a Rajoy en Moncloa como "una obligación" en plena crisis de la negociación con ETA

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, recibirá el próximo viernes, día 22, en el Palacio de la Moncloa al líder del PP, Mariano Rajoy, según informó este lunes el Ministerio de la Presidencia en un comunicado. Zapatero no ha telefoneado personalmente a Rajoy, sino que le ha convocado por medio de terceros. El presidente dijo desde Nueva York que la agenda está abierta, pero él prevé hablar de "cuestiones fundamentales del país" como algunas reformas legales y la negociación con ETA. Esta será la sexta reunión que mantendrán el jefe del Ejecutivo y el de la oposición esta legislatura, en un momento en que sus relaciones no atraviesan su mejor momento.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, recibirá el próximo viernes, día 22, en el Palacio de la Moncloa al líder del PP, Mariano Rajoy, según informó este lunes el Ministerio de la Presidencia en un comunicado. Zapatero no ha telefoneado personalmente a Rajoy, sino que le ha convocado por medio de terceros. El presidente dijo desde Nueva York que la agenda está abierta, pero él prevé hablar de "cuestiones fundamentales del país" como algunas reformas legales y la negociación con ETA. Esta será la sexta reunión que mantendrán el jefe del Ejecutivo y el de la oposición esta legislatura, en un momento en que sus relaciones no atraviesan su mejor momento.
L D (Agencias) Zapatero se refirió a la entrevista que mantendrá el próximo viernes con Rajoy en la conferencia de prensa que ofreció en Nueva York, donde asistirá a la presentación por parte del secretario general saliente de la ONU, Kofi Annan, del plan de acción de la Alianza de Civilizaciones. El jefe del Ejecutivo explicó que la reunión con Rajoy se enmarca dentro de la normalidad y responde a su intención de mantener, al menos, una reunión con el líder de la oposición cada semestre.
 
Zapatero explicó que la reunión no es que sea una iniciativa suya, sino que es una obligación que se ha marcado consigo mismo, agradeció a Rajoy que haya aceptado reunirse con él y consideró que eso es "positivo". "En definitiva, lo que forma parte de una agenda normal de diálogo entre el presidente del Gobierno y el líder de la oposición", insistió. Zapatero reiteró que le parece razonable que el presidente del Gobierno y el líder de la oposición mantengan, al menos, dos reuniones cada año, y consideró que lo extraño es lo que ocurría antes, ya que él no era convocado por el jefe del Ejecutivo cuando estaba en la oposición y no se atendían sus peticiones al respecto.
 
Zapatero no ha telefoneado personalmente al líder de la oposición para convocarle a la cita. Según confirmaron a Europa Press fuentes 'populares', Rajoy acudirá a ese encuentro "a la expectativa" de ver qué información le traslada el jefe del Ejecutivo "en una semana decisiva". Se da la circunstancia de que dicha cita se producirá justo un día después de la fecha que ETA marcó, en su último 'Zutabe', como límite para que el Gobierno diera pasos en el proceso de paz. De lo contrario, la banda terrorista avisó de que daría por cerrado el proceso.
 
Rajoy trasldará a Zapatero que mantiene su posición
 
El presidente del PP consideró que "las cosas están peor que en marzo" respecto al proceso de paz, sobre todo, dijo, por dos razones, la primera "por la impunidad con la que actúa Batasuna" y, en segundo lugar, por la actuación del fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, y "sus continuos cambios de criterio", el último con Egunkaria". Insistió en que ese es el mensaje que comunicará a Zapatero el viernes y, además, le recordará que "no cabe" ninguna negociación política con una banda terrorista, ni se puede pagar precio político alguno porque "sería situarlo por encima de la voluntad de los españoles".

También le expresará su oposición a que Batasuna pueda presentarse a las próximas elecciones, "mientras ETA no termine por completo con su actividad" y le comentará que el fiscal general del Estado, "en lugar de tomar decisiones que benefician a Batasuna", lo que debe hacer es "trabajar" para que la formación ilegal no pueda presentarse a través de "listas blancas" como pretende.

"Aquí no podemos repetir situaciones como la del Partido Comunista de las Tierras Vascas", añadió Rajoy, quien señaló que escuchará "atentamente" lo que le quiera decir Zapatero, a quien recalcará que lo que hay que hacer es "derrotar a ETA" y no negociar con Batasuna porque, a su juicio, "es letal" para luchar contra el terrorismo, para la "dignidad del Estado" y para la memoria de las víctimas. "Lo que yo quiero es hablar en serio de las cosas y no ir para que alguien diga que tiene mucho talante (Zapatero) porque me cita".
 
La reunión --la sexta entre ambos en esta legislatura y la primera en nueve meses de desencuentro en lo que a la lucha antiterrorista concierne-- se dio a conocer a través de un comunicado hecho público por La Moncloa. Así, Rajoy fue "sondeado" esta misma mañana a través de "terceras personas" sobre las posibilidades de que acudiera a una reunión inminente con el presidente del Gobierno y, según las fuentes consultadas por Europa Press, respondió afirmativamente alegando que él siempre ha respondido a las convocatorias que ha recibido por parte de Rodríguez Zapatero.
 
Poco antes de las 16:30 horas de esta tarde, se cerró la fecha (próximo viernes a las 10 de la mañana en el Palacio de La Moncloa) y se comunicó a 'Génova' nuevamente a través de "terceros". Los 'populares' insisten en que se mantienen a la expectativa de los datos que pueda transmitir el Ejecutivo puesto "que desde allí se ha tomado la iniciativa de esta reunión" y añaden que su jefe de filas reiterará la posición que ha venido manteniendo en los últimos meses en lo que apolítica antiterrorista concierne.
 
Desencuentros por la negociación con ETA
 
Este enconamiento de las relaciones comenzó a ser especialmente visible cuando, en pleno Debate sobre el Estado de la Nación, el secretario general del PSE, Patxi López, anunció su intención de reunirse con Batasuna. Días después, el líder de la oposición --que consideraba que existía un pacto para dejar fuera del principal debate del año el terrorismo-- anunció en el Pleno del Congreso que su partido rompía "toda relación" con el Ejecutivo mientras no se rectificase y anulase la relación con Batasuna.
 
A partir de ahí, los desencuentros se multiplicaron en materia antiterrorista, hasta el punto de que no hubo llamada de Zapatero a Rajoy cuando, a finales de junio, el presidente anunció ante la prensa en el Congreso que el Gobierno estaba dispuesto a abrir los contactos con ETA. El contacto entre ambos líderes se limitó a una llamada del presidente en verano cuando se decidió el envío de tropas al Líbano. El pasado 6 de diciembre, ni siquiera se saludaron durante la recepción que tuvo lugar en la Cámara Baja con motivo del Aniversario de la Constitución.
 
No obstante, el fallecimiento de la ex ministra Loyola de Palacio la pasada semana hizo que Zapatero se acercase unos momentos en el hemiciclo del Congreso al líder de la oposición a darle el pésame. El pasado viernes, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, precisó que esa breve conversación fue "exclusivamente" para darle sus condolencias. De la Vega se limitó a señalar que las reuniones que afectan a ambos líderes "las deciden ellos, el momento, el lugar y la urgencia".
 
Anteriormente a esta quinta reunión, el presidente del Gobierno y del PP se reunieron el 5 de septiembre de 2005 y el encuentro finalizó con invitaciones de diálogo, acuerdo y reflexión, pero sin lograr concretar ningún avance en los asuntos de Estado. Entonces se reunieron durante dos horas y cuarto en el Palacio de la Moncloa, en una entrevista en la que la política antiterrorista, la reforma de los estatutos y la política exterior ocuparon gran parte de la misma.
Al término de esta reunión, Rajoy lamentó que el Gobierno "rompiera" el Pacto Antiterrorista.

Desde que comenzó la legislatura, Zapatero y Rajoy se reunieron también en el Palacio de la Moncloa el 24 de mayo y el 7 de septiembre de 2004, y el 14 de enero de 2005.

En la primera iniciaron el diálogo sobre la reforma de la Constitución y los Estatutos de autonomía subrayando su disposición al acuerdo pero constatando sus discrepancias, principalmente en materia de procedimiento. En la segunda ahondaron en sus diferencias respecto a las reformas territoriales, ya que Mariano Rajoy dijo salir de la reunión "muy preocupado" porque había constatado que el Ejecutivo "no sabe qué quiere hacer" con el modelo de Estado y es incapaz de evaluar el coste del apoyo "que algunos le dan".

En el tercer encuentro, el del 14 de enero de 2005, Zapatero y Rajoy se centraron en el Plan Ibarretxe. En esta reunión acordaron la creación de una comisión que estudiara el modelo de Estado, siguiendo el ejemplo de la que desembocó en 1992 en el pacto autonómico, que finalmente no llegó a reunirse por discrepancias entre los dos partidos.

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