L D (EFE) Según el dirigente socialista el Gobierno, el PSOE y las fuerzas políticas, "con alguna excepción", han cumplido "estrictamente" el Pacto contra el Terrorismo, que sorprendentemente consideró "vigente", y recordó que este acuerdo establece que el Ejecutivo dirige la lucha contra el terrorismo y que ésta nunca puede ser utilizada con objetivos partidistas.
El líder de la oposición en Cataluña y presidente de CiU, Artur Mas, resaltó que "el Rey acierta cuando pide que se antepongan los intereses del Estado al de los partidos políticos, algo que siempre ha defendido", dice, su formación política.
En el cementerio de Montjuic, donde se rindió homenaje al que fuera presidente de la Generalitat Francesc Macià, Artur Mas consideró "correctas" las alusiones del Rey al terrorismo y defendió que "los grandes partidos españoles deberían hacer los sacrificios que fuesen necesarios para intentar subrayar las coincidencias y no las diferencias".
En el acto de homenaje a Macià estuvieron también el líder de ERC y vicepresidente de la Generalidad, Josep Lluís Carod Rovira, quien calificó el discurso del Rey de "institucional" y dijo que "no aporta nada a los mensajes de otros años", y el presidente del Parlamento de Cataluña, Ernest Benach, que declinó pronunciarse sobre su contenido.
El PNV destacó el llamamiento de Don Juan Carlos al sosiego en la vida política hecho, en su opinión "desde el más absoluto reconocimiento al pluralismo político e ideológico". El portavoz del grupo de este partido en el Congreso de los Diputados, Josu Erkoreka, confió en que ese llamamiento "pueda ser una pequeña ayuda para mejorar la vida política", y añadió que el monarca hizo "un repaso general de la agenda política del país en clave muy positiva, constructiva e, incluso, esperanzadora".
El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, tildó de "formal" y "autocomplaciente" el discurso y afirmó que echó de menos en las palabras del Rey "más compromiso con los retos de ciudadanía" entre los que destacó como "fundamental" el proceso de paz para acabar con la violencia terrorista. Llamazares citó además la necesidad de luchar contra la "corrupción política" y trabajar por "una mayor justicia social y laboral" que, dijo, "afecta básicamente a los jóvenes", y consideró que fue un discurso "en exceso complaciente y en exceso formal".
El líder de la oposición en Cataluña y presidente de CiU, Artur Mas, resaltó que "el Rey acierta cuando pide que se antepongan los intereses del Estado al de los partidos políticos, algo que siempre ha defendido", dice, su formación política.
En el cementerio de Montjuic, donde se rindió homenaje al que fuera presidente de la Generalitat Francesc Macià, Artur Mas consideró "correctas" las alusiones del Rey al terrorismo y defendió que "los grandes partidos españoles deberían hacer los sacrificios que fuesen necesarios para intentar subrayar las coincidencias y no las diferencias".
En el acto de homenaje a Macià estuvieron también el líder de ERC y vicepresidente de la Generalidad, Josep Lluís Carod Rovira, quien calificó el discurso del Rey de "institucional" y dijo que "no aporta nada a los mensajes de otros años", y el presidente del Parlamento de Cataluña, Ernest Benach, que declinó pronunciarse sobre su contenido.
El PNV destacó el llamamiento de Don Juan Carlos al sosiego en la vida política hecho, en su opinión "desde el más absoluto reconocimiento al pluralismo político e ideológico". El portavoz del grupo de este partido en el Congreso de los Diputados, Josu Erkoreka, confió en que ese llamamiento "pueda ser una pequeña ayuda para mejorar la vida política", y añadió que el monarca hizo "un repaso general de la agenda política del país en clave muy positiva, constructiva e, incluso, esperanzadora".
El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, tildó de "formal" y "autocomplaciente" el discurso y afirmó que echó de menos en las palabras del Rey "más compromiso con los retos de ciudadanía" entre los que destacó como "fundamental" el proceso de paz para acabar con la violencia terrorista. Llamazares citó además la necesidad de luchar contra la "corrupción política" y trabajar por "una mayor justicia social y laboral" que, dijo, "afecta básicamente a los jóvenes", y consideró que fue un discurso "en exceso complaciente y en exceso formal".