LD (Agencias) La banda terrorista ETA liberó este sábado, una hora después de perpetrar el atentado contra la terminal 4 del aeropuerto de Madrid Barajas, al ciudadano español y residente en Oñate (Guipúzcoa) al que secuestró en Francia durante tres días y robó su furgoneta, que usó como bomba, informó hoy el Ministerio del Interior.
En un comunicado, el departamento que dirige Alfredo Pérez Rubalcaba precisó que los terroristas liberaron al secuestrado sobre las 10 de la mañana en las proximidades de la localidad francesa de Escot.
Los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado investigan el secuestro de esta persona, aficionada al montañismo, al que abordaron tres encapuchados que se identificaron como miembros de ETA el pasado miércoles en la localidad francesa de Luz Ardiden, donde se había desplazado con su furgoneta para acampar, algo que hacía de forma habitual, según su propio relato.
El dueño de la furgoneta robada por ETA es un vecino de Ordizia (Guipúzcoa) que, según su testimonio ante la Guardia Civil, estuvo retenido en Francia hace unos dos días, mientras se producía el traslado del vehículo a Madrid.
Al ser liberado, acudió a denunciar el hecho, según fuentes jurídicas y de la investigación, que explicaron que el propietario de la Renault Traffic, de color granate, acababa de comprar la furgoneta a un vecino de Beasain (Guipúzcoa) sin que ni siquiera se hubiera producido el traspaso de la documentación.
Según la línea más probable de la investigación, el vehículo estaría cargado con más de 200 kilos de explosivos, añadieron las fuentes.
Los agentes de Policía Científica y Técnicos Especialistas en Desactivación de Explosivos (TEDAX) realizaron el mismo día del atentado un primer cálculo sobre la carga que contenía la furgoneta-bomba y ya concluyeron que estaba compuesta por alrededor de 200 kilos de material explosivo, informaron a Europa Press fuentes de la investigación. Ese cálculo es el que trasladaron los investigadores al director general de Policía y Guardia Civil, Joan Mesquida.
No obstante, la Comunidad de Madrid, por medio del consejero de Interior, Alfredo Prada, ha añadido una nueva estimación, que elevaría la carga explosiva de la furgoneta a entre 500 y 800 kilos. Según Prada, el cálculo se basa en la inspección de los destrozos causados por la onda expansiva.
El cálculo de los especialistas del Ministerio también obedece al mismo elemento de análisis, ya que hasta este domingo ha sido imposible recoger muestras del material con el que estaba compuesto la bomba debido a las dificultades que presenta el escenario del atentado, precisaron las fuentes consultadas.
La recogida de pruebas en el escenario sigue un ritmo lento ante el peligro de que los policías que trabajan en el aparcamiento puedan sufrir accidentes por desprendimientos de los escombros.
Fuentes de las unidades de desactivación de explosivos de Policía y Guardia Civil explicaron que uno de los datos con los que se ha contado para el cálculo de la carga es la importancia de los daños causados a pesar de que el aparcamiento es abierto por sus laterales, lo que provoca que parte de la onda expansiva "se escape" de forma horizontal.
Por otra parte, la gran cantidad de explosivo hace pensar a los investigadores que ETA pueda haber recuperado la bomba tipo Grozni, que consiste en anclar un recipiente metálico lleno de explosivo al interior del vehículo y colocar sobre su superficie una caja con el temporizador.
Estacionada en la planta segunda del Módulo D
La furgoneta estaba estacionada en la planta segunda del módulo D, entre dos vehículos, cerca de los ascensores de acceso a la Terminal 4.
Así se desprende de las imágenes tomadas por una de las cámaras de seguridad que localizó la ubicación de la furgoneta minutos antes de que explotara y después de que un comunicante alertara de la colocación de una Renault Traffic de color granate con matrícula con las letras DKY.
En la grabación, se observa que al lado izquierdo de la furgoneta había un vehículo plateado y en el derecho otro coche de color oscuro.
Se percibe también que la furgoneta esta aparcada cerca del exterior del edificio, en la parte más próxima a la Terminal 4, a escasos metros de los ascensores que llevan a la pasarela que comunica con las instalaciones y que han desaparecido tras la explosión.
Esta pasarela se encuentra situada entre las plantas 3 y 4 del estacionamiento.
El aparcamiento de la Terminal 4 cuenta con seis módulos anexos situados justo enfrente del edificio principal de facturación y llegadas.
Así se desprende de las imágenes tomadas por una de las cámaras de seguridad que localizó la ubicación de la furgoneta minutos antes de que explotara y después de que un comunicante alertara de la colocación de una Renault Traffic de color granate con matrícula con las letras DKY.
En la grabación, se observa que al lado izquierdo de la furgoneta había un vehículo plateado y en el derecho otro coche de color oscuro.
Se percibe también que la furgoneta esta aparcada cerca del exterior del edificio, en la parte más próxima a la Terminal 4, a escasos metros de los ascensores que llevan a la pasarela que comunica con las instalaciones y que han desaparecido tras la explosión.
Esta pasarela se encuentra situada entre las plantas 3 y 4 del estacionamiento.
El aparcamiento de la Terminal 4 cuenta con seis módulos anexos situados justo enfrente del edificio principal de facturación y llegadas.