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Vuelven a bajar las reservas de agua pese a que en otoño se registraron las precipitaciones más altas en diez años

A pesar de que las lluvias de otoño triplicaron la precipitación media de los últimos 10 años, la reserva de agua comienza el año 2007 con un segundo descenso consecutivo y queda ahora en el 55,6 por ciento de su capacidad total. Según datos del Ministerio de Medio Ambiente, el agua almacenada disminuye en este período en 302 hectómetros cúbicos, el 0,6 por ciento de la capacidad total de los embalses, con variaciones de entre una pérdida de 200 hectómetros cúbicos en el Tajo y un aumento de 20 hectómetros cúbicos en el Guadiana.

A pesar de que las lluvias de otoño triplicaron la precipitación media de los últimos 10 años, la reserva de agua comienza el año 2007 con un segundo descenso consecutivo y queda ahora en el 55,6 por ciento de su capacidad total. Según datos del Ministerio de Medio Ambiente, el agua almacenada disminuye en este período en 302 hectómetros cúbicos, el 0,6 por ciento de la capacidad total de los embalses, con variaciones de entre una pérdida de 200 hectómetros cúbicos en el Tajo y un aumento de 20 hectómetros cúbicos en el Guadiana.

L D (EFE) Las lluvias, que han sido nulas en la vertiente mediterránea, han arrojado 2,9 litros de agua de media en la vertiente atlántica y quedan muy por debajo de la media de precipitaciones en esta época, que se sitúa en 16,4 litros en todo el territorio.

Los embalses de uso consuntivo aumentan sus reservas en 18 hectómetros cúbicos, mientras que los hidroeléctricos pierden 320 hectómetros cúbicos, quedando la energía hidroeléctrica disponible en 12.119 GWh.

Aunque las cuencas de la vertiente atlántica se encuentran en una situación estable, las de la vertiente mediterránea se mantienen en niveles más precarios con un 11,8% y un 14,3% de su capacidad total en el caso del Segura y el Júcar, respectivamente.

Las reservas de Otoño

Las lluvias acumuladas desde octubre a noviembre de 2006 triplicaron la precipitación media de los últimos diez años en toda España, aunque no consiguieron paliar totalmente la sequía acumulada en los dos años anteriores.

Según datos del INM, las precipitaciones caídas en estos dos meses "muy húmedos" acumularon una media de 269,7 litros por metro cuadrado, frente a la precipitación media de los últimos diez años que fue de 86,5 litros. Así, cuando empieza el nuevo año, la reserva de agua queda al 55,6% de su capacidad total, frente al 45,8% del año anterior, y a 1,9% de la media de los últimos cinco años, pero a 4,9% de la media de la década anterior.

Según datos del INM, la precipitación media acumulada en los últimos diez años fue de 86,5 litros por metro cuadrado en el total del territorio español con una diferencia de 103,4 litros por metro cuadrado en la vertiente atlántica y 57,5 litros en la vertiente mediterránea.

Desde el 1 de septiembre de 2006 -comienzo de la temporada de lluvias- y hasta el final de noviembre, la precipitación acumulada triplicó estas cifras: 269,7 litros por metro cuadrado de media, 328,9 litros en la vertiente atlántica y 169,6 en la mediterránea.

Aún así, se han registrado fuertes oscilaciones en los niveles pluviométricos, de manera que se ha registrado un mes de noviembre extremadamente húmedo en la cuenca del Tajo y muy húmedo en las cuencas del Norte, del Guadiana, del Sur Mediterráneo, del Sureste y Levante.

En la vertiente mediterránea se observó una gran diferencia de comportamiento entre las distintas cuencas. Noviembre resultó muy húmedo para las cuencas del Sureste y Levante y sur Mediterráneo con precipitaciones estimadas del 239 y 156% respecto de la media de los últimos diez años respectivamente, mientras ha sido ligeramente seco en la cuenca del Ebro y seco en el Pirineo Oriental, con precipitaciones estimadas del 64 y del 27% respecto de los valores medios mensuales.

También octubre fue un mes de abundantes lluvias, que dieron un carácter "muy húmedo" o "incluso extremadamente húmedo y por encima del máximo del mes en el período 1971-2000" en una amplia zona de la mitad occidental de la península, que en el centro se ensancha hasta Cuenca y recede en el norte y sur hasta Galicia y Gibraltar respectivamente.

Fue un mes extremadamente húmedo en Gran Canaria y muy húmedo en Lanzarote y parte de Tenerife. Se batieron récords de precipitación máxima diaria en La Coruña, Valladolid, Ávila, Toledo, Ciudad Real y Las Palmas.

Sin embargo, octubre tuvo un comportamiento marcadamente distinto en cada una de las vertientes peninsulares: en la atlántica se registraron precipitaciones muy abundantes, mientras que en la vertiente mediterránea fueron ligeramente inferiores a las normales, resultando de carácter ligeramente seco en las cuencas del Ebro, Sur Mediterráneo y Sureste y Levante.

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